China
es y será el mayor mercado de robótica del mundo para mantener su ventaja
manufacturera, sus compras aumentan exponencialmente cada año.
Nota del autor del blog: La robotización no será mucho problema
en EEUU , pero si será un problemón en
China (si en EEUU un proletario pierde su trabajo se volverá emigrante, bandido
o algo así, puesto que no saben nada de marxismo , pero en China si pierde su
trabajo podría añorar los tiempos de Mao Tse Tung y la inconclusa revolución cultural
y estallar revueltas proletarias que el caso del Estado Islámico seria un juego
de niños comparado con la revolución proletaria China ; antes de 1978 la gran mayoría
eran campesinos que se contentaban con la posesión de la tierra, siéndoles indiferente las teorías
comunistas , ahora es diferente, pienso
que la mayoría es proletaria )
-
. China recurre a los robots
para mantener su ventaja manufacturera
http://lat.wsj.com/articles/SB11774158359098093619104582256000962471434?tesla=y
Una fábrica
de Kuka en Augsburgo, Alemania. PHOTO: KARL-JOSEF HILDENBRAND/DPA/ZUMA PRESS
Por
Robbie
Whelan en Estocolmo y
Esther
Fung en Suzhou, China
martes,
16 de agosto de 2016
18:47 EDT
Una fábrica
cerca de Shanghai confía en que una nueva clase de trabajadores le ayude a
mantener su ventaja competitiva en el ensamblaje de dispositivos electrónicos: unos pequeños robots diseñados en Alemania.
Yugen
Gao, presidente de la junta de Suzhou Victory Precision Manufacture Co., dice que los días en los que la
empresa extraía su fortaleza de empleados baratos y dedicados han quedado
atrás.
“Hemos estado perdiendo
esa ventaja en los últimos tres años”, dice Gao en su oficina con vista a hileras de
edificios donde un batallón de robots arma teclados de computadoras. “Es uno de
los efectos de la política de hijo único”.
El apetito
de China por los robots industriales hechos en Europa aumenta rápidamente a
medida que un alza de los salarios, una
fuerza laboral que se encoge y cambios culturales llevan a más empresas chinas
hacia la automatización. Los tipos de robots favorecidos por los
fabricantes chinos también están cambiando, conforme la automatización se expande de industrias pesadas como la fabricación
de autos hacia sectores que requieren robots más precisos y flexibles capaces
de manejar y ensamblar productos más pequeños, incluyendo electrónicos de
consumo y ropa.
Lo que está
en juego es el predominio de China en el sector manufacturero.
“China está
diciendo: ‘Tenemos
que robotizar nuestra industria para mantenerla’”, señala Stefan
Lampa, presidente de la junta de la división de robótica de Kuka AG, empresa de
automatización alemana y proveedora de Suzhou Victory.
La carrera
por comprar robots se produce en parte porque la población de trabajadores de entre 15 y 59 años de China empieza a reducirse, lo
que obliga a las empresas manufactureras a recurrir a la automatización.
Naciones Unidas estima que el número de trabajadores en China llegó a su nivel
máximo en 2010, de más de 900 millones, y caerá a menos de 800 millones para
2050.
Sumado a
ello, el costo laboral promedio por hora
—definido como salario más prestaciones— de US$14,60 en
el bastión manufacturero en la costa se ha más que duplicado como porcentaje de
los salarios manufactureros en Estados Unidos, de casi
30% en 2000 a 64% en 2015, según Boston Consulting Group. Esta evolución
torna al país menos competitivo como destino para los fabricantes.
En 2013, China se convirtió
en el mayor mercado para robots industriales, sobrepasando a toda Europa
Occidental, según la
Federación Internacional de Robótica. En 2015, las fábricas chinas compraron
cerca de 67.000 robots, casi un cuarto de las ventas globales, y se proyecta
que la demanda se más que duplique para 2018, a 150.000
unidades al año.
Las
compañías chinas también invierten en tecnología industrial, con la mira puesta
en la fabricación de sus propios robots. En mayo, Midea
Group Co., fabricante de electrodomésticos chino, hizo una oferta de compra por Kuka de más de US$5.000 millones y ahora
posee casi 86% del constructor de robots.
Algunos políticos alemanes criticaron el acuerdo, diciendo que Kuka es un
activo estratégico que debió permanecer en manos alemanas o europeas.
En una
conferencia de investigación de robótica llevada a cabo en mayo en Estocolmo, compañías como Kuka y la suiza ABB Ltd.
mostraron robots ligeros con brazos ágiles capaces de manipular objetos tan
pequeños como tapas de botellas.
El año
pasado, ABB presentó una versión de dos brazos de su robot
YuMi, un modelo liviano diseñado específicamente para el mercado chino. El robot puede ensamblar los componentes
electrónicos del tablero de un auto, relojes de pulsera y gafas.
Robots en
una fábrica de Kuka en Shanghai PHOTO: STAFF/REUTERS
YuMi, que se
fabrica tanto en una planta de Suecia como en una instalación hermana que abrió
hace una década en Shanghai, fue diseñado como un robot de “colaboración”, es
decir que es pequeño y lo suficientemente seguro como para compartir la línea
de ensamblaje con humanos, sin requerir una caja protectora como muchos grandes
robots industriales.
En los
últimos cinco años, China se ha convertido en el mayor
mercado de clientes de robótica para ABB, de acuerdo con Steven Wyatt,
director de marketing y ventas de la empresa de Zúrich.
Wyatt señala
que China comenzó a adoptar la automatización en masa en respuesta a las
preocupaciones sobre la calidad de los productos manufacturados en el país.
Ahora, sin embargo, las fábricas chinas, incluidas aquellas que hacen productos
de consumo, compran robots para llenar las vacantes que de otra manera seguirían
vacantes debido a las altas tasas de rotación de empleados.
“Por difícil
que sea de creer, a pesar de tener 1.300 millones de habitantes, China no
encuentra suficiente gente para cubrir el trabajo que generan sus fábricas”,
dice Wyatt.
Otro factor
son los costos. Las tecnologías de robótica que alguna vez fueron
increíblemente costosas son ahora lo suficientemente económicas como para ser
viables en las fábricas chinas.
OptoForce
Ltd., de Budapest, fabrica sensores de 2.500 euros (US$2.796) que pueden ser incorporados a los
brazos de los robots y ser usados para pulir partes metálicas que van dentro de
las cajas de cambio de los autos y otros productos. Su director de ventas,
Szabi Fekete, cuenta que en los últimos años esos sensores se han vuelto considerablemente
más baratos de producir.
“Hace
10 años, cuando un sensor de fuerza costaba 20.000 euros, nadie quería
automatizar el pulido, porque era más barato contratar a 100 trabajadores”,
explica Fekete.
Suzhou
Victory, que ensambla
computadoras portátiles para Dell Inc. y Lenovo Group
Ltd. y relojes inteligentes para Fitbit Inc., comenzó a aumentar su
inversión en robots hace dos años, impulsado por la reducción de los ciclos de
productos, el aumento de los salarios y la alta rotación de los trabajadores,
sobre todo después de las vacaciones anuales alrededor del Año Nuevo Lunar.
Este año, el fabricante firmó un acuerdo para comprar 160 robots de brazo
articulado hechos por Kuka.
“Tenemos
que considerar la inversión en robots para que la empresa pueda sobrevivir por
más tiempo”, sostiene Gao.
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