La
baja productividad laboral opaca la economía de Estados Unidos
http://lat.wsj.com/articles/SB11118812645592984684804582243970497250242?tesla=y
El descenso más prolongado desde
fines de los años 70 podría llevar a la Reserva Federal a mantener las tasas de
interés bajas por muchos años
Un empleado
inspecciona un bote en una fábrica de Action Craft Boats en Cape Coral,
Florida. PHOTO: 0809PRODUCT
Por BEN LEUBSDORF
miércoles,
10 de agosto de 2016
19:20 EDT
El descenso
más prolongado de la productividad laboral en Estados Unidos desde fines de los
años 70 amenaza las perspectivas a largo plazo de la economía del país
norteamericano y podría llevar a la Reserva Federal a
mantener las tasas de interés bajas por muchos años.
La
productividad de las empresas no agrícolas de EE.UU. —los bienes y servicios producidos
cada hora por los trabajadores— cayó a una tasa anual
desestacionalizada de 0,5% en el segundo trimestre conforme el tiempo
trabajado aumentó más rápido que la producción, indicó el Departamento de
Trabajo.
Fue
el tercer trimestre consecutivo de una baja de la productividad, el período más largo desde 1979. La
productividad en el segundo trimestre fue 0,4% menor que el nivel de un año
atrás, el primer declive interanual en tres años.
La
productividad anual promedio ya había registrado un débil crecimiento de 1,3%
entre 2007 y 2015, apenas la mitad del ritmo que tuvo entre 2000 y 2007, y hay
pocas señales de que esta tendencia se invierta.
“En el corto plazo,
es difícil ser otra cosa que pesimista, sólo porque esto ha estado ocurriendo
por tanto tiempo”, dice Paul Ashworth, economista jefe de la
consultora Capital Economics para EE.UU.
La
productividad es un factor clave para determinar el crecimiento de los
salarios, los precios y la producción económica en general.
Otras
economías avanzadas están sufriendo desaceleraciones similares. La tasa se ha debilitado
drásticamente desde el auge impulsado por las tecnologías de la información de
los años 90, cuando las fuertes alzas de la productividad se tradujeron en un
robusto crecimiento de los ingresos y la economía en general.
La desaceleración de los últimos
trimestres se ha intensificado probablemente por la débil inversión empresarial
en nuevos equipos, software e instalaciones que podrían ayudar a mejorar la eficiencia de los
trabajadores.
Con el
tiempo, una productividad persistentemente débil
pesaría sobre los estándares de vida de los estadounidenses al
restringir la capacidad de la economía de expandirse de forma más rápida y
generar mayores ingresos sin provocar demasiada inflación. Algunos economistas
sugieren que la floja productividad ya estaría restringiendo el crecimiento de
los sueldos.
El
estancamiento de la productividad y el alza de los costos laborales podrían
reducir las ganancias de las empresas, que han estado bajo presión debido al bajón del sector
energético y otros factores.
La economía
y los salarios, sin embargo, podrían repuntar en el corto plazo pese a las
malas perspectivas para la productividad. La firma de análisis Macroeconomic
Advisers indicó el martes que para el tercer trimestre prevé una expansión
anual de 3% en el Producto Interno Bruto estadounidense, la medida más amplia
de los bienes y servicios producidos en toda la economía. El Banco de la Reserva Federal de Atlanta proyecta un crecimiento de
3,7%. El Departamento de Comercio estimó el mes
pasado que el PIB registró un aumento moderado de 1,2% en el segundo
trimestre.
En EE.UU., el trabajo gana por ahora
la puja con el capital
Hay señales
de aceleración en los sueldos y los ingresos conforme el mercado laboral se ha
tensado en los últimos años. El sueldo promedio por hora de los trabajadores
del sector privado aumentó 2,6% en julio frente a un año antes, lo que iguala
el mayor incremento anual desde mediados de 2009, señaló el Departamento de
Trabajo la semana pasada. Los costos
laborales unitarios de las empresas no agrícolas subieron a una tasa anual de
2% en el segundo trimestre, frente a un descenso de 0,2% en el primero,
según el informe del martes.
Algunos
economistas dicen que la desaceleración de la productividad refleja mejoras de
eficiencia más moderadas de las nuevas tecnologías comparadas con los avances
del pasado. Otros lo atribuyen a los efectos de la crisis financiera y la
recesión de 2007-2009, y pronostican que repuntará. Asimismo, algunos han
argumentado que la productividad no está siendo medida de forma adecuada y que
podría ser más alta de lo que se cree.
La
presidenta de la Fed, Janet Yellen, describió en junio las perspectivas de
crecimiento de la productividad como un “asunto muy difícil” que ha dividido a
los economistas.
“Algunos son
relativamente optimistas, señalando el continuo ritmo de innovaciones que
prometen tecnologías revolucionarias, desde terapias médicas adaptadas
genéticamente hasta autos de conducción autónoma”, aseveró. “Otros creen que la fruta
de la innovación que cuelga baja ha sido recogida y que simplemente hay menos
margen para más ganancias”.
Yellen dijo
que se mantenía “cautelosamente optimista” pero que “sería beneficioso adoptar
políticas públicas diseñadas para impulsar la productividad”, como promover la
inversión.
Los
funcionarios de la Fed decidirán si
suben las tasas de interés de corto plazo basados en la salud del mercado
laboral, el panorama inflacionario y su evaluación del crecimiento en EE.UU. y
el resto del mundo. Podría haber un aumento tan pronto como en septiembre; el
banco central dijo a fines de julio que “los riesgos de corto plazo para el panorama
económico han disminuido”.
A largo plazo, sin embargo, el lento
crecimiento de la productividad y otros factores podrían mantener las tasas de
interés deprimidas
comparadas con los niveles del pasado.
“Es una señal de que la
economía no está avanzando muy rápido y que las tasas de interés deberían
permanecer bajas”, afirma Patrick Newport, economista de IHS Global Insight. “Si
vemos un crecimiento nulo, que es lo que hemos visto el año pasado, importaría
mucho”.
Los
funcionarios del banco central ya han rebajado sus expectativas para el
crecimiento y las tasas de interés. A mediados de 2012, la mayoría ubicaba la
tasa de expansión a largo plazo en entre 2,3% y 2,5%, y su proyección mediana
del nivel a largo plazo de la tasa de fondos federales era de 4,25%. Cuatro años después, sus previsiones medianas eran de 2% para el crecimiento y de 3% para la tasa de referencia en el largo
plazo.
La inversión
empresarial ha sido un punto negativo para la economía en los últimos meses. La inversión fija no residencial, una medida ampliamente
seguida del gasto de las empresas, ha caído durante los últimos tres trimestres,
según datos del Departamento de Comercio. Un indicador
del gasto en nuevos equipos —nuevos pedidos de bienes de capital no militares,
excluyendo aeronaves— ha bajado en términos
interanuales casi de forma continua durante los últimos 18 meses.
Si los
sueldos siguen en alza, las empresas podrían decidir contener los costos
laborales mediante un aumento de la inversión en equipos para mejorar la
eficiencia, ayudadas por las bajas tasas de interés, o bien subiendo los precios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario