Tremendo
problemón para el electo presidente Trump
, ; La Compañía Vale en Brasil producirá hierro a la mitad del costo de otras
mineras y será explotado en conjunto con capitales tal vez colombianos que tienen un
TLC con EEUU ¿y ahora como salvara a su industria siderúrgica de EEUU aunque
les ponga aranceles a los chinos , y si es que tal vez también sean capitales
chinos ? el hierro de las minas brasileñas del norte será rentable así el hierro
caiga a US$ 30 o menos la tonelada. Cuando una mina produce no se beneficia el
trabajador productivo externo, sino una maraña de parásitos que te dicen como
se debe producir y gastar el dinero de los
que producen y trabajan.
La
fortuna de regiones de Brasil suben y bajan de la mano de Vale
http://lat.wsj.com/articles/SB11914958016728134165704582507421247872962?tesla=y
Los yacimientos se agotan en estados
como el de Minas Gerais, mientras que en otros
lugares del norte del país prosperan
Mina de
mineral de hierro Brucutu, de la empresa brasileña Vale. PHOTO: DADO
GALDIERI/BLOOMBERG NEWS
Por
Benjamin
Parkin y
Paul Kiernan
lunes,
19 de diciembre de 2016
18:05 EDT
BARÃO
DE COCAIS, Brasil—Cuando
el gigante minero Vale S.A. cerró una mina de
hierro hace unos meses, este pueblo obrero se convirtió en un caso de estudio
sobre una región cuya industria
tradicional empieza a desaparecer.
Durante
siglos, la minería ha sido la sangre que corre por las venas de Minas Gerais, un estado del sureste brasileño que
alberga pueblos coloniales llenos de iglesias barrocas
y mansiones ornamentadas que se construyeron gracias a las riquezas minerales.
Minas Gerais sigue siendo uno de los estados más prósperos de Brasil, gracias
en gran parte a los empleos y a los ingresos generados por compañías como Vale.
El
deterioro, sin embargo, ha comenzado y muchos piensan que Minas Gerais podría un día parecerse a los lugares
cuya prosperidad dependía de una industria que se
marchó y se ha ido a menos como la región carbonífera de Estados Unidos
en los Montes Apalaches.
Mientras
tanto, a unos 1.600
kilómetros hacia el norte, en las Sierras de Carajá, una cadena
montañosa en la selva amazónica, Vale da los toques finales a un complejo minero
de US$14.000 millones conocido
como S11D. Se espera que genere anualmente hasta 90 millones de toneladas de hierro de la mayor
calidad y más bajo costo del mundo. Se estima que para 2018, la
mitad de la producción de Vale provendrá de Carajás, frente a 39% que procedió
de sus minas en la región el año pasado.
El cambio
comienza a sentirse en ciudades como Barão de Cocais, donde el cierre de la mina Gongo Soco
en abril hizo que las regalías prácticamente se acabaran. El desempleo está en
aumento, en las calles abundan las casas
y los negocios cerrados y se proyecta que los ingresos municipales caigan en cerca de un cuarto el próximo año.
“A la larga, la minería
se termina”,
dijo el alcalde electo Décio dos Santos, quien agregó que la ciudad está mal
preparada para vivir sin Vale. “Necesitamos pensar en formas de desarrollo más
sostenibles”, indicó.
Décadas de
minería intensiva han dejado a Minas Gerais con depósitos agotados que son cada
vez más costosos y menos factibles de explotar en un momento en que los precios
del mineral de hierro se han derrumbado de casi US$200 la tonelada en 2011 a menos de US$40 la tonelada hace unos meses.
Los precios se han recuperado algo desde entonces y actualmente rondan los US$80 la tonelada.
Refinar un mineral de grado inferior
también genera grandes volúmenes de desechos cuyo almacenamiento puede ser peligroso. Después de
que una falla en una presa de relaves de Samarco, de la que Vale era
copropietaria en la cercana localidad de Mariana, provocara la muerte de 19
personas el año pasado, ejecutivos de la empresa y políticos locales dicen que
los reguladores se han negado a conceder las licencias que Vale necesita para
extraer nuevos depósitos en la región.
“El futuro
aquí no es seguro”, dijo Karina Rapucci, cogerente de la mina de hierro de Vale
en la cercana localidad de Brucutu, la más grande de
Minas Gerais.
Como
resultado, Vale ha centrado cada vez más
sus inversiones en las grandes reservas sin explotar de Carajás, donde el
mineral es tan rico que genera poco desperdicio y es lo suficientemente barato como para ser
rentable en prácticamente cualquier escenario de precios. Vale
estima que S11D
tendrá menores costos de mantenimiento y mayores márgenes, dijo en noviembre
Peter Poppinga, su director de minerales ferrosos. La nueva mina debería
permitir a la compañía contrarrestar con facilidad el agotamiento de sus
proyectos más antiguos, añadió.
Es una mala noticia para Minas Gerais, donde la minería sigue
siendo el pilar de muchas comunidades que han hecho poco para diversificar sus
economías. El gobernador Fernando Pimentel dijo recientemente que la
decreciente actividad minera es una “calamidad financiera” que dificulta
la labor del estado de mantener los servicios públicos y pagar los salarios.
En
Barão de Cocais, una
ciudad de unos 30.000 habitantes, el auge propulsado por el pago de regalías
mineras se tradujo en nuevas oficinas gubernamentales y
empleos públicos. Pero sin la presencia de la mina Gongo Soco para
apuntalar el presupuesto, el alcalde entrante, dos Santos, contempla despidos y recortes de agencias municipales
para el año próximo. Los baches en las calles no son reparados.
Mineros
desempleados como Júlio César dos Reis temen por el futuro. Dos Reis sufre una
rara enfermedad de los ojos y ya no tiene seguro de salud que cubra las
cirugías que necesita. “¿Cómo voy a encontrar trabajo... sin tratamiento?”, se
lamenta.
A unos 40
minutos en auto al este de Barão de Cocais, la ciudad de São Gonçalo do Río
Abaixo se encuentra en una situación igualmente vulnerable.
Este lugar
remoto y rural cuyos residentes sobrevivían a duras penas gracias a la cosecha
de plátanos y caña de azúcar se transformó de la noche a la mañana en 2006
cuando Vale inauguró la mina Brucutu. El Producto
Interno Bruto per cápita de la ciudad se disparó a más de US$100.000 en 2014,
a la par del de San José, en pleno Silicon Valley,
California. La riqueza sin precedentes permitió a la municipalidad comprar una flota de autos y construir un
hermoso estadio y hasta una hamburguesería gourmet.
La población
de Barão de Cocai siente un cambio de la minería brasileña hacia otras regiones
del país. PHOTO: BENJAMIN PARKIN/THE WALL STREET JOURNAL
A pesar de
tener menos de 11.000 habitantes, en la última década
el gobierno local aumentó su nómina casi 700%, a 1.600 empleados. Esta
es una práctica común en localidades brasileñas que dependen de las materias
primas.
Vale ya ha
extraído la mayor parte del mejor mineral de las secciones de Brucutu en el
área de São Gonçalo. Esto significa que las regalías que la ciudad se ha
acostumbrado a recibir probablemente disminuyan.
La
riqueza minera de São Gonçalo llegó —y está a punto de desaparecer— tan rápidamente que nunca alcanzó
a algunos residentes. Indicadores de
desarrollo como el nivel de alfabetización y las tasas de mortalidad infantil
están por debajo de los promedios nacionales. El 10% de los habitantes
todavía quema la basura en su casa y se pueden apreciar escenas de pobreza
aplastante a lo largo de las vías sin pavimentar que conducen a las calles
recién asfaltadas del centro.
Conceição
Moreira Duarte, su esposo e hijo subsisten gracias a los subsidios del gobierno
y el esporádico salario que el hombre gana como jornalero.
“Para nosotros, nada ha
cambiado”, señala la
mujer.
es un gráfico antiguo pero da una idea
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