El
alza del dólar , el alza de la tasa de interés d e la Fed y el descenso de la
compra de petróleo por parte de china que tiene 120 millones de barriles, está
haciendo descender el precio del petróleo de nuevo y si se agrava las diferencias
entre EEUU y China desacelerara más aun la producción industrial de china uyy
comprara menos petróleo aun.
Una
menor demanda de crudo puede dar la sorpresa a la OPEP
Una
plataforma marina en Qingdao, China. PHOTO: AGENCE FRANCE-PRESSE/GETTY IMAGES
Por GEORGI KANTCHEV
jueves,
15 de diciembre de 2016
18:05 EDT
Aunque el
precio del petróleo ha subido tras el acuerdo de la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP) para reducir el suministro, podría volver a
bajar ante la desaceleración de la demanda.
Después de
años de haber experimentado un saludable crecimiento impulsado por los bajos
precios y el creciente apetito de Asia, la demanda de
crudo podría crecer el próximo año a su menor ritmo desde 2014, estiman
algunos analistas.
El reciente
encarecimiento del petróleo también puede contener las semillas de su propio
fin, ya que el aumento del precio reduce el consumo.
Los precios
tuvieron un comportamiento volátil el jueves como reflejo de las preocupaciones
por la solidez de la demanda fuera de Estados Unidos. El precio de referencia en EE.UU. retrocedió 0,3% a US$50,90 el barril en Nueva York.
Mientras tanto el crudo Brent, la referencia internacional, cerró en Londres
con un alza de 0,3% a US$54.06 el barril tras llegar a ceder 0,69% en la
jornada.
El
debilitamiento de la demanda podría poner fin al alza en la cotización del
petróleo que de inmediato impulsó la convergencia de la OPEP y otros grandes
proveedores para recortar alrededor de 2% de la producción mundial.
Economías
emergentes como China no están aumentando su demanda de
petróleo a la velocidad de antes. Los analistas también estiman que la
subida de las tasas de interés de referencia en EE.UU. puede provocar una
disminución de la demanda de los mercados emergentes, como ha ocurrido
históricamente.
“En esta nueva era del
petróleo, el primer dato clave que estamos observando es la demanda global de
petróleo y su reacción a los precios más altos”, manifiesta Rob Thummel, gestor de
cartera de Tortoise Capital Advisors, que administra unos US$15.000 millones en
activos energéticos.
Algunos
analistas creen que si los miembros de la OPEP respetan el acuerdo, el precio
del barril de crudo podría llegar a US$60 el
próximo año, un nivel al que no se ha negociado desde julio de 2015.
Los
consumidores, sin embargo, que se han acostumbrado a más de dos años de
combustible barato, pueden comenzar a sentir el impacto del alza de los precios
en la estación de gasolina.
Los precios
promedio de la gasolina en EE.UU., que actualmente se ubican levemente por encima de US$2 el galón (3,78 litros), podrían subir
entre US$0,20 y US$0,30 el próximo año. En varios estados el galón podría
llegar a costar US$3 a mediados de 2017, estima Patrick DeHaan, analista sénior
de petróleo en GasBuddy, que proporciona información sobre los precios del
combustible. “Los automovilistas no deben esperar que se repitan los precios de
liquidación del primer trimestre del año”, advierte.
Incluso
antes de la reciente alza del crudo, las expectativas de los analistas para el
crecimiento de la demanda no eran optimistas.
La Agencia Internacional de la Energía predijo el martes
que la demanda mundial de crudo aumentaría en 1,3
millones de barriles diarios en 2017, frente a 1,4 millones este año y 1,9
millones en 2015.
Algunos
consideran que incluso esa predicción peca de excesivo optimismo. La propia
OPEP prevé que la demanda crecerá en 1,15 millones de barriles diarios el
próximo año, mientras que Citigroup estima el crecimiento de la demanda en 1,1
millones de barriles al día.
Es probable
que la mayor influencia en el desenlace sea China.
El gigante asiático ha estado ampliando sus reservas nacionales de petróleo en
los últimos dos años para aprovechar sus precios bajos. Ahora, no obstante, con la reciente alza de precios y la capacidad de la
Reserva Estratégica de Petróleo China llena, tales compras podrían descender.
Michal
Meidan, analista de Asia de la consultora Energy Aspects, calcula que China
depositó cerca de 120 millones de barriles en la
reserva estratégica este año, un número que, en su opinión, podría caer
a 80 millones de barriles en 2017. “Eso eliminaría el apoyo más importante (de
la demanda de petróleo) que hemos tenido en los últimos dos años”, dice
Abhishek Deshpande, analista de petróleo del banco francés Natixis.
La
Reserva Federal constituye otro riesgo para la demanda petrolera. El banco central estadounidense
subió su tasa de referencia en un cuarto de punto porcentual el miércoles y
prevé acelerar el ritmo en 2017.
Eso suele
ser una mala noticia para el petróleo. La demanda de crudo en los mercados emergentes, un motor
clave de crecimiento del consumo mundial, tiende a caer cuando suben las tasas
en EE.UU., indica un análisis de Bank of America Merrill Lynch.
Las economías emergentes son vulnerables al
alza de las tasas de corto plazo en EE.UU. porque encarece el financiamiento de
sus deudas y el fortalecimiento del dólar encarece sus importaciones. Eso
incluye el petróleo, cuyo precio se fija en dólares y se vuelve más caro para
los tenedores de otras monedas.
“El
riesgo más subestimado para los precios del petróleo sería una combinación
tóxica de aumentos más rápidos de lo esperado en la tasa de interés de EE.UU.
el próximo año, un dólar mucho más fuerte, y una posible guerra comercial con
China”, dijo el banco estadounidense en un informe la semana pasada. “Los
precios del petróleo podrían retroceder por debajo de US$40 el barril en ese
escenario”.
Andy Lipow,
presidente de la firma de Houston Lipow Oil Associates, señala que la baja del
precio del petróleo el jueves se debe principalmente al alza del dólar. “La
expectativa del crecimiento de la demanda de crudo va a declinar”, indica.
Todo esto
representaría un reto para la OPEP y el auge del petróleo, que ya enfrenta el
riesgo de que precios más altos alienten más perforaciones de esquisto de
EE.UU. y, por lo tanto, un incremento del suministro. “Si la oferta, el consumo
o los inventarios responden demasiado rápido al nuevo panorama, la ganancia a
corto plazo de la OPEP podría dar paso a un dolor a largo plazo”, dijo Bank of
America Merrill Lynch.
—Kevin
Baxter y Alison Sider contribuyeron a este artículo.
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