Dimite
el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, el capitán abandona el
barco y los motivos son oscuros, pero el
dólar llego a 21.05 pesos
Dimite
el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens
http://economia.elpais.com/economia/2016/12/01/actualidad/1480607905_509274.html
El economista deja el banco central
de México tras siete años en el cargo
JAN
MARTÍNEZ AHRENS
SONIA
CORONA
México
2 DIC 2016 - 01:39 CET
El
gobernador del Banco de México, Agustín Carstens. GINNETTE RIQUELME REUTERS
Y
el capitán abandonó el timón. El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, ha anunciado que a
partir del 1 de julio dejará el cargo para incorporarse
como gerente al Banco de Pagos Internacionales. La renuncia supone un
nuevo golpe a la ya precaria estabilidad financiera mexicana. El triunfo de
Donald Trump, la crisis del crudo y la atonía global han sumido a México en un
túnel de incierta salida. El peso no deja de tocar mínimos históricos (el dólar
en ventanilla bancaria se llega a cotizar este jueves
en 21.05 pesos, en uno de los peores resultados de la historia) y en el horizonte asoma la amenaza de una recesión.
Carstens, un símbolo de la estabilidad mexicana, se había destacado por su
rigor y sus medidas para anclar la inflación. Aunque el Gobierno se apresuró a
garantizar una "transición ordenada", con su salida México pierde un
baluarte ante el vendaval que se avecina.
Carstens
es la ortodoxia. De
modos tranquilos, reflexivo y larga trayectoria en la gestión económica, su
palabra ha bastado en muchas ocasiones para tranquilizar a los mercados.
En siete
años a cargo del banco emisor jamás se le ha visto en un renuncio.
Su
previsibilidad es considerada una garantía.
Respetado
por el poder priista, pese a haber sido secretario de Hacienda con el anterior
gobierno del PAN, el objetivo declarado de su mandato ha sido mantener baja la inflación y apuntalar la estabilidad
de un sistema financiero ultradependiente de las fluctuaciones internacionales.
Con una moneda de enorme liquidez, porosa a todos los oleajes, Carstens logró
este mismo año que la inflación tocase su mínimo histórico y que sacudidas
financieras como la del Brexit llegasen amortiguadas a
las costas mexicanas.
Su último
desafío tenía una envergadura histórica. Las amenazas
de Trump de romper el tratado de libre comercio, reducir las remesas y castigar
fiscalmente a las empresas estadounidenses que se trasladen a México, le
habían situado, junto con el equipo económico del presidente Enrique Peña
Nieto, en el ojo del huracán. Cada gesto suyo era visto con lupa. Y él
respondió, como siempre, con la ortodoxia. Sin aspavientos. A medida que el
republicano avanzaba en las encuestas, Carstens fue decretando subidas de tipos
de interés. Cinco en un año. Del 3% al 5,25%. El bombeo castigó a la inflación,
pero evitó que la vertiginosa depreciación de la moneda, que llegó a ser la más
vapuleada del planeta, fuera a más y pasase factura al consumidor. Fue un
éxito, aunque momentáneo.
LA
TRAYECTORIA DE CARSTENS
1985:
Doctorado de la Universidad de Chicago
1999 a 2000:
director ejecutivo en el FMI.
2000 a 2003:
Subsecretario de Hacienda
2006 a 2009:
Secretario de Hacienda de Felipe Calderón
2007 a 2009:
Presidente del Comité de Desarrollo del FMI y el Banco Mundial
2010: Es
nombrado Gobernador de Banxico
2011: Se
postuló como director del FMI
Nadie
duda de que 2017 será el año de la gran tormenta. La inflación subirá y si Trump cumple su programa de
máximos, hay analistas que apuntan a una recesión histórica. En previsión, el
propio Carstens rebajó hace una semana el pronóstico de crecimiento del PIB en
medio punto hasta situarlo entre 1,5% y 2,5%. Un
cálculo que muchos analistas consideran muy optimista.
En este
horizonte de incertidumbre, donde México
se la va a jugar a cara o cruz con el irascible Trump, el gobernador ha decidido tirar la toalla. Los motivos aún
son oscuros. Hay quien especula con desacuerdos internos o la decisión
gubernamental de imponer a otro gobernador más maleable en una época electoral.
Todo son especulaciones. En su entorno se considera que
se trata simplemente de un ascenso. A nadie se la escapa que Carstens
siempre ha ambicionado un puesto internacional y que tenía la mirada fija en el
FMI, donde en 2011 se postuló a la dirección frente a
Christine Lagarde. El Banco de Pagos Internacionales que agrupa a 60
entidades centrales de países que aportan el 90% del PIB mundial, sería un paso
en esa dirección.
“De ninguna
manera se debe leer mi salida a una reacción de mi parte de una situación
coyuntural o a un desencuentro con Hacienda o el Gobierno federal. La decisión
de tomar esta oportunidad es porque me interesa seguir sirviendo desde un
ámbito más global. Todavía voy a estar siete meses y espero que la tormenta no
dure tanto”, dijo Carstens. “Lo que me da tranquilidad es el hecho de que
el Banco de México es una institución bien formada con estupendos miembros de grandes
capacidades intelectuales”, señaló, al tiempo que dijo sentirse honrado
por la designación de su nuevo cargo. “Soy un firme creyente de la cooperación
internacional”.
“Su nuevo
puesto es un orgullo para el país y una muestra del talento de Carstens y de la
fiabilidad que han alcanzado las finanzas públicas en México”, señaló el
secretario de Hacienda, José Antonio Meade. En ese mismo sentido se expresó
Luis Robles, presidente del BBVA-Bancomer, el mayor banco de México, quien se
mostró “muy tranquilo” con la sucesión. “Hay muchos candidatos que pueden ocupar el
puesto”, dijo en un foro organizado por Bloomberg.
Esta
aparente tranquilidad de la cúpula bancaria y gubernamental no logró convencer
a los mercados. El peso sufrió una rápida caída y
superó pocas horas las 21 unidades por dólar en ventanilla, uno de de
sus peores resultados históricos. Otra tormenta sobre una economía que debe
emprender un largo viaje por la cuerda floja y que, lo quieran o no sus
responsables, va a estar sometida a una enorme presión política. La rapidez con
la que se resuelva la incógnita de la sucesión, pero también la calidad del
elegido serán señales determinantes de la nueva y peligrosa era que apenas ha
empezado a vislumbrarse.
LA
NUEVA TAREA DE CARSTENS
A partir del
1 de octubre de 2017, Agustín Carstens será la cabeza del Banco de Pagos Internacionales. Esta institución,
fundada en 1930, tiene su sede en Basilea (Suiza) y se encarga de respaldar a
los bancos centrales del mundo para conseguir la estabilidad financiera en sus
países. La organización agrupa a 60 bancos centrales
que concentran el 95% del PIB mundial. El Banco de Pagos Internacionales
participa también en la regulación de los bancos a nivel global. Agustín
Carstens es el primer banquero de un país emergente que encabeza a la
institución.
Tras la
salida de Carstens del Banco de México, Peña Nieto tendrá que designar a un
sucesor que deberá ser ratificado por el Senado. Esta misma semana, el Congreso
confirmó el nombramiento de Alejandro Díaz de León Carrillo como subgobernador
del banco central a partir del 1 de enero de 2017.
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