El
historial crediticio y el Big Brothers de la NSA serán solo un subconjunto del historial
social que está creando China (si eres moroso
te cierran las puertas en los bancos, pero además en China, si cometes infracciones sociales
como pasarte una luz roja, agresividad, tus comentarios negativos contra el gobierno
en redes sociales, no te dejarán ingresar
a hoteles, ni subir al metro, restaurantes, ni circular por las calles, es la versión
perfecta de la ciudad futurista de Orwell) y si cometes infracciones políticas,
probablemente te enviaran un escuadrón de aniquilamiento de Pre Crimen . Una
reducción del puntaje crediticio puede alterar tu vida cotidiana, incluyendo tu
capacidad para obtener préstamos, empleos y la admisión de tu hijo a la escuela,
advierten los pronunciamientos oficiales. Utilizaran el internet de las cosas como
las cámaras de video monitoreadas robóticamente, la inteligencia artificial,
eso que llaman el Big Data y toda clase de cositas para espiarte. Eso significa
que las cosas se están poniendo muy mal en China y se quieren adelantar a las
masivas protestas que se avecinan.
La
nueva herramienta de control social de china: una calificación de crédito para
todo
http://lat.wsj.com/articles/SB12443067928042044143704582478813639771348?tesla=y
Más de tres decenas de
gobiernos locales en China empezaron a recopilar información digital de la
conducta social y financiera de los ciudadanos
Las personas
que son incluidas en listas negras no pueden comprar
boletos de trenes de alta velocidad. PHOTO: DAVE TACON FOR THE WALL
STREET JOURNAL
Josh
Chin y
Gillian
Wong
lunes,
5 de diciembre de 2016
14:32 EDT
HANGZHOU,
China—Cuando Chen Li
trató de usar la tarjeta de estudiante de su hijo, con la cual pagaría solo la
mitad del precio, para entrar al metro hace unos días se ganó la reprimenda del
jefe de la estación y una multa de US$6.
Un anuncio
en un poste cercano sugería consecuencias más graves. Los infractores corren el
riesgo de que se les descuenten puntos del “sistema de información de crédito personal” de la
ciudad. Una
reducción del puntaje crediticio de Chen puede alterar su vida cotidiana,
incluyendo su capacidad para obtener préstamos, empleos y la admisión de su
hijo a la escuela, advierten los pronunciamientos oficiales.
“Estoy
segura de que si alguien lo menciona, puedo explicar”, dijo Chen, quien asegura
que tomó la tarjeta de su hijo por accidente. “No fue intencional”, insiste.
El gobierno
local de Hangzhou lanzó un programa piloto de “crédito
social” que el Partido Comunista pretende implementar a nivel nacional para 2020, una actualización digital de
los métodos de control social que el régimen emplea para eliminar las amenazas a su legitimidad.
Más
de tres decenas de gobiernos locales en China empezaron a recopilar información
digital de la conducta social y financiera de los ciudadanos para evaluar su
capacidad de crédito.
Una persona puede manchar su historial al cometer infracciones como no pagar los pasajes de metro, cruzar la calle donde no corresponde e
infringir las normas de planificación familiar. El esfuerzo evoca el
dang’an, un sistemas de archivos que mantenía el Partido Comunista sobre la
conducta de los trabajadores urbanos.
El gobierno
prevé que, con el paso del tiempo, puede acceder a una mayor cantidad de
información, incluyendo la actividad de una persona en
internet, según entrevistas con algunos de los arquitectos del sistema y
una revisión de documentos oficiales. Los algoritmos
utilizarían un rango de datos para calcular una calificación por ciudadano que
se usaría para toda clase de actividades, desde obtener un crédito, acceder a un hotel de lujo o un tratamiento
acelerado en las oficinas de gobierno.
ENLARGE
La tarea
refuerza la campaña del presidente Xi Jinping para acrecentar su control del
país y dictar normas de moralidad en un momento
en que la incertidumbre económica amenaza con socavar el Partido Comunista. Xi
hizo un llamado en octubre para fomentar la innovación en “gobierno social” que
“realzaría la capacidad para pronosticar y prevenir toda clase de riesgos”.
El objetivo
del sistema de crédito social, según un eslogan que aparece una y otra vez en
los documentos de planificación, es “permitir que lo confiable deambule por todas partes por
debajo del cielo y dificulte que los desacreditados den un solo paso”.
Hasta el
momento, los sistemas piloto de recolección de datos no están conectados en lo
que el gobierno visualiza como un sistema amplio que le asignaría una
calificación a cada ciudadano. No está claro si la infracción de Chen de no
pagar la tarifa de adulto del pasaje de metro llegó a un sistema centralizado,
aunque el anuncio advertía que esta clase infracciones podían ser anotadas en el sistema a partir del primero de enero.
Zan
Aizong, un activista de
derechos humanos de Huangzhou, considera que el sistema, una vez que sea
completamente operacional, será un ejercicio digno de George
Orwell para monitorear de cerca a una población que ya carece de
libertades básicas como la libre expresión. “Seguir a todos de esta forma es
como 1984”, dice en alusión a la novela del escritor inglés.
Distritos de
Shanghai están comenzando a recopilar información de sus ciudadanos. PHOTO:
DAVE TACON FOR THE WALL STREET JOURNAL
El sistema judicial ya creó una lista negra que es
incorporada al sistema nacional de crédito social.
Zhuang Daohe, un experto en derecho de Hangzhou menciona el caso de un cliente,
copropietario de una empresa de viajes, que no puede
comprar pasajes para viajar en avión o trenes de alta velocidad porque
los tribunales lo pusieron en una lista negra tras perder una disputa con su
arrendador.
“Ya no puede viajar con
los clientes”,
dice Zhuang. “Qué
pasa cuando se castiga a la persona equivocada?”. Funcionarios de
Hangzhou no respondieron a las solicitudes de comentario.
La fuerza
detrás del sistema de crédito social es el Consejo de
Estado, el gabinete chino, y la agencia de planificación estatal.
Un documento
que el Consejo de Estado publicó en 2014 dijo que el objetivo del sistema era “establecer sinceridad” en la actividad económica, social y
política y enfatizó la necesidad de contar con un gobierno equitativo y
limpio y de castigar a las fábricas que contaminan y quienes aceptan sobornos.
Las
listas negras revelarán a los infractores y los restringirán de ciertas
actividades, mientras
que los ciudadanos de buena conducta podrán acceder a “carriles
verdes” que ofrecen servicios más rápidos del gobierno, según el
documento. Los ciudadanos que realizan actividades consideradas sensibles, como
abogados, contadores, profesores y periodistas, estarán
sujetos a un escrutinio más intenso.
El Consejo
de Estado y la agencia de planificación estatal no respondieron a solicitudes
de comentario.
El gobierno,
sin embargo, debe superar obstáculos tecnológicos y burocráticos para construir
un sistema capaz de monitorear a 1.400 millones de
personas. “En este momento, hay incertidumbre sobre si podemos lograrlo”,
reconoció Meng Tianguang, un politólogo de la Universidad de Tsinghua que
asesora al gobierno sobre el uso de la analítica de datos, pero que no está
involucrado en el sistema de crédito social. De todos modos, dice que es mejor
que el sistema tradicional “cuando no teníamos datos y la política se
basaba en el criterio de los individuos”.
El portal
oficial del gobierno de Shanghai identificó un sinnúmero de violaciones que
pueden disminuir el puntaje en el sistema crediticio piloto, como atrasarse en el pago de las cuentas o infracciones de
tránsito. Los medios estatales también han mencionado castigos por no ser un buen hijo.
Entre los
castigos para las personas de menor calificación figuran barreras más altas para acceder al crédito y la prohibición de ciertas
indulgencias, como alojarse en un hotel de lujo.
El sistema
de Shanghai parece estar en una fase preliminar. Los residentes de la ciudad
pueden revisar sus calificaciones de crédito social, pero los registros a los
que tuvo acceso The Wall Street Journal no mostraban información que no fuera
financiera. Funcionarios de la ciudad no respondieron a las solicitudes de
comentario.
Un servicio
de Ant Financial Services, una subsidiaria del coloso
de comercio electrónico Alibaba, es una de ocho empresas que cuentan con
el visto bueno para realizar experimentos comerciales con la calificación de
crédito social. El sistema asigna calificaciones que se basan en información
cómo cuándo la persona compra en la web, qué compra y qué teléfono usa. Si los
usuarios lo autorizan, el puntaje también puede tomar en
cuenta los niveles de educación y los antecedentes legales. Entre los
beneficios de una calificación alta está un paso más rápido por la seguridad
del aeropuerto de Beijing. “En especial para los jóvenes, la conducta
en internet ayuda a establecer un buen perfil de crédito”, señala Joe
Tsai, vicepresidente ejecutivo de Alibaba.
Todavía no
se ha decidido si la iniciativa de crédito social combinará sistemas privados y
públicos, dice Zhu Wei, profesor de Política y Derecho de la Universidad de
China, quien ha asesorado al gobierno sobre el tema.
Algunos
asesores del gobierno, como Zhu y Meng, son escépticos de que el sistema esté
listo para 2020 debido a la enorme tarea de integrar datos y mantener la
información a salvo.
En Hangzhou,
donde Chen usó la tarjeta de metro de su hijo, los residentes pueden revisar su
información de crédito social en un centro del gobierno. Los registros a los
que accedió The Wall Street Journal sólo mostraban información de los pagos del
seguro de salud y el seguro social, algo todavía muy distante de las metas del
gobierno central.
—Kersten Zhang,
Alyssa
Abkowitz y
Qian
Junya contribuyeron a
este artículo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario