Presidente
electo Trump rompe con el pasado de libre mercado. La fuerte intervención
estatal en la dirección económica de un país se llama corporativismo y la
emplearon países fascistas como La
Italia de Mussolini, Alemania de Hitler
y la burguesía aislada de Japón. "Las
compañías no volverán a marcharse de Estados Unidos sin consecuencias",
dijo .
El anuncio
rompe con la doctrina tradicional que en las últimas décadas abanderó el
Partido Republicano de Trump. Esta doctrina dictaba que los poderes públicos no
debían inmiscuirse en el funcionamiento de la economía capitalista.
Corporativismo
https://es.wikipedia.org/wiki/Corporativismo
Los modelos
corporativistas formales se basan en el contrato de grupos corporativos, tales
como afiliación agrícolas, de negocios, étnicas, laborales, militares,
científicas o religiosas, en un cuerpo colectivo.9 Los países que mantienen
sistemas corporativistas típicamente utilizan una fuerte intervención estatal
para dirigir políticas corporativistas. El corporativismo ha sido utilizado por
muchas ideologías del espectro político, incluyendo el absolutismo,
colectivismo, conservadurismo, nacionalismo, fascismo, progresismo, reaccionismo,
socialdemocracia, socialismo y sindicalismo.10
Corporativismo
en la economía[editar]
El
corporativismo en su forma contemporánea se caracteriza por la rígida intervención del Estado conformado por los
representantes de los gremios en las relaciones productivas. Los representantes
de los gremios, son quienes asumen la actividad política en la sociedad y
dictan las leyes específicas que atañen a cada sector.
Para la participación a todos los niveles
económicos, se plantea la creación de sindicatos verticales que permitan el
control. Es central también en ella la búsqueda del
Bien Común y del interés nacional, poniendo bajo el control del Estado las
regulaciones de las relaciones laborales.
Defensa del corporativismo
como sistema económico[editar]
El
corporativismo fue propuesto por primera vez en la encíclica Rerum Novarum por
el papa León XIII (1891) como respuesta ideológica a los sindicatos socialdemócratas
y se hizo popular durante el gobierno de Getúlio Vargas en Brasil, en los años
1920 y 1930, cuando asuntos de bienestar social se hicieron importantes.
En Portugal
la Constitución de 1933 -escrita durante la dictadura de Salazar- resulta ser
la primera constitución corporativista en el mundo.
El
fascismo ofreció una
nueva base ideológica, distinta a la tradicional, para el sistema
corporativista. Mussolini provenía de la órbita
socialista italiana y gran parte de los principios del fascismo en el campo de
la economía eran adaptaciones a su ideología nacionalista. El apoyo del empresariado al fascismo italiano fue en
parte debido al miedo que tenían a la revolución socialista. Por eso Mussolini
no pudo nacionalizar la totalidad de la economía, para no perder apoyos en su
principal fuente de ingresos, pero sí que introdujo en la economía de la Italia
fascista multitud de elementos de intervención que sentaron las bases del
corporativismo.
Hitler
también se vio atraído por las ideas de Mussolini, y no tardó en mandar a sus hombres que adaptaran las ideas económicas del fascismo a la situación
del III Reich.
La
base económica del nacionalsocialismo era corporativista en el mismo sentido
que el fascismo italiano.
…………………………..
Trump
regresa al Medio Oeste con ayudas pero sin soluciones al declive
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/12/01/estados_unidos/1480606860_031527.html
El
presidente-electo señala a México por las deslocalizaciones industriales en un
viaje a una región clave en su victoria
MARC
BASSETS
Washington
2 DIC 2016 - 03:51 CET
Trump
y Pence visitan la
fábrica de Carrier en Indiana. AP / EPV
El
republicano Donald Trump, adicto a los baños de masas, salió este jueves de su
encierro dorado en Torre Trump de Manhattan para
volver el Medio Oeste, donde en la campaña electoral encontró una base de
votantes —la clase trabajadora blanca— que le ayudó a derrotar a la demócrata
Hillary Clinton.
Por la noche
participó en un mitin en Cincinatti (Ohio).
Antes visitó Indianapolis (Indiana) para anunciar, en un
discurso en el que de nuevo señaló a México, el rescate de mil empleos de una fábrica de aparatos de aire acondicionado.
El plan, que incluye rebajas fiscales de siete millones
de dólares en diez años, deja sin resolver los problemas de fondo de
esta región industrial golpeada por la robotización y
la globalización.
Era una
mezcla de gira nostálgica y triunfal. El mitin de Ohio fue el primero desde que
terminó una campaña electoral en la que usó estos foros como una de sus armas
más efectivas.
Trump dedicó
buena parte del discurso a atacar a la prensa por su cobertura de la campaña
electoral y a reclamar, erróneamente, que él ganó de forma arrolladora (en
realidad Clinton le sacó más de 2,5 millones de votos: Trump ganó gracias al
sistema de votos ponderados del llamado colegio electoral). También retomó el
tono más nacionalista de la campaña. "El globalismo es maravilloso, pero
ahora queremos centrarnos en la comunidad nacional", dijo.
La visita a
la planta de Carrier, en Indianapolis, tenía mayor calado. Se trataba de un gesto que le permite proyectar la imagen de
presidente que cumple sus promesas. Carrier se convirtió durante la
campaña en un símbolo. Había anunciado el traslado de
2.300 empleos a México y Trump lo aprovechó como ejemplo de los males de
los tratados de libre comercio. Una de sus promesas era que, si ganaba las elecciones, forzaría a United Technologies, empresa matriz de
Carrier, a mantener los empleos en Indianapolis.
"Las compañías no
volverán a marcharse de Estados Unidos sin consecuencias", dijo Trump en un discurso en el que
retomó la retórica populista de la campaña. Reiteró que
construirá el muro en la frontera con México, una promesa que ha dejado
en un limbo de inconcreción desde que ganó las elecciones.
Y cargó de
nuevo contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, en sus
iniciales inglesas), que une a México, Canadá y EE UU. "Tenemos NAFTA, que
es un desastre total y completo", dijo.
El acuerdo
entre Trump y los jefes de Carrier es un golpe político y un beneficio obvio
para las mil personas que seguirán trabajando en la fábrica. Pero la letra
pequeña esconde una victoria a medias y suscita dudas sobre la estrategia del
presidente-electo para combatir la desindustrialización.
Se salvarán
mil empleos, pero 1.300 más —600 de Carrier y 400 de
otra planta de United Technologies en Huntington (Indiana)— se irán
igualmente a México, según la revista Fortune.
No se han
difundido las condiciones del acuerdo entre el
presidente-electo y United Technologies, pero de varias declaraciones y
filtraciones a los medios de comunicación se deduce que consisten en tres
partes, según la publicación qz.com.
Primero, rebajas fiscales de hasta 700.000
dólares anuales del Estado de Indiana, cuyo gobernador es todavía el
vicepresidente-electo, Mike Pence.
Segundo, la promesa de rebajar impuestos
federales a las grandes corporaciones, promesa que requerirá del apoyo del
Congreso para cumplirse.
Y
tercero, la velada
amenaza de Trump con dejar de comprar a United
Technologies, fabricante de motores de aviones de guerra y otro material
militar, y proveedor del Gobierno federal.
E l anuncio
rompe con la doctrina tradicional que en las últimas décadas abanderó el
Partido Republicano de Trump. Esta doctrina dictaba que
los poderes públicos no debían inmiscuirse en el funcionamiento de la economía
capitalista. Además de distorsionar el mercado, las prácticas
clientelares con dinero del contribuyente rompían la imagen de EE UU como
paraíso del libre mercado.
El declive
de los empleos industriales en EE UU no se detendrá con la operación de
Carrier. Los mil puestos salvados representan el 0,2%
de empleos en el sector manufacturero de Indiana, según The New York Times, que añade que en este Estado
los empleos en el sector han caído en un 20% desde el
año 2000.
Trump ganó
las elecciones con un mensaje que apelaba a los trabajadores del antiguo pulmón
industrial de EE UU, el llamado rust belt o cinturón del óxido. Conectó con una clase trabajadora blanca que se sentía
abandonada por su partido tradicional, el demócrata. La paradoja es que
fue un presidente demócrata, Barack Obama, quien rescató General Motors en
2009, y el más de un millón de empleos que dependían de este y otros
fabricantes de automóviles. Y fue la demócrata Clinton la que presentó el
programa más detallado con ayudas a estos votantes. Por ejemplo, en forma un
aumento del salario mínimo.
Trump, que
jurará el cargo el 20 enero, ha combinado una retórica populista con decisiones
que contrarrestan este mensaje, como el nombramiento en
su gabinete de millonarios y banqueros de Wall Street.
CRÍTICAS A
DERECHA E IZQUIERDA
"Es terrible para
la vitalidad económica de la nación si las empresas toman decisiones para
complacer a los políticos en vez de a los clientes y a los accionistas", escribe el
economista conservador James Pethokoukis, del laboratorio de ideas
American Enterprise Institute, en la publicación The Week. "Imaginen empresa tras
empresa, año tras año, tomando decisiones basadas parcialmente en complacer a
la Casa Blanca de Trump. Además, el hostigamiento de Trump contra el comercio y
la deslocalización distrae de la realidad de que la automatización plantea un
desafío clave a la fuerza de trabajo americana en el futuro".
Desde la
otra orilla ideológica, senador socialista Bernie Sanders, que en su campaña
contra Clinton en las primarias demócratas criticó los tratados de libre
comercio y prometió actuar contra las deslocalizaciones industriales,
desaprueba el gesto de Trump con Carrier. Sanders
sostiene que, al rebajar impuestos a una empresa que amenaza con llevar los
puestos de trabajo al extranjero, Trump pone en peligro otros empleos que hasta
ahora eran seguros.
“Ha señalado
a todas las corporaciones de América que pueden amenazar con externalizar
empleos al extranjero a cambio de beneficios fiscales e incentivos favorables a
las empresas”; escribe Sanders en The Washington Post. “Incluso corporaciones que no estaban pensando en externalizar empleos
probablemente revalúen su posición esta mañana”.
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