Análisis
de la situación internacional por
Sendero Luminoso. Sobre el presidente Trump, sostiene que no es cierto que con él, empiece el fascismo en EEUU pues ya esta iniciado ese proceso hace décadas
y se profundizo con Obama; sobre Medio Oriente sostiene que solo son utilizados
como fichas de ajedrez de los diversos imperialismos y que Assad es un representante
de una burguesía ligada y dependiente de Rusia y de los grandes terratenientes,
y que los Kurdos solo son carne de cañon de EEUU y de otros, de América Latina sostiene
que los regímenes bolivarianos de Venezuela, de Corea en Ecuador y de Evo Morales en Bolivia son regímenes fascistas . En Yemen, el imperialismo yanqui a
través de Arabia Saudita, y con la participación directa del imperialismo británico
y alemán, está cometiendo genocidio contra el pueblo del país. La
"Autoridad Nacional" de Palestina y su presidente Mahmoud Abbas
sirven a facilitar la ocupación, atando al pueblo palestino al "acuerdo de
paz" de Oslo en servicio del imperialismo y el sionismo (para que lo lea el
Estado Islámico y Al Qaeda )
Situación
internacional:
La
contradicción principal hoy en el mundo entre el imperialismo
y los
pueblos oprimidos, y la agudización de
la
contradicción interimperialista, ambas contribuyen a
agudizar la
contradicción proletariado-burguesía. Todas
estas
contradicciones plantean una serie de tareas para el
imperialismo
así como para el proletariado internacional
y los
pueblos oprimidos. El imperialismo enfrenta el
problema de
resolver las contradicciones sin la destrucción
de todo su
sistema de explotación. Una tarea imposible,
porque el
imperialismo implica inevitablemente la competencia
por la
hegemonía mundial, las guerras imperialistas,
la
explotación y opresión del proletariado y los pueblos,
la negación
de la democracia, y es cada vez más evidente
para todos
que el capitalismo - en su fase superior y última
el
imperialismo - está agonizante y en su crisis final.
Para tratar
de rescatar, o al menos prolongar la vida de
este
sistema, todas las superpotencias y potencias imperialistas
se coluden
en su necesidad de llevar a cabo el nuevo
reparto del
mundo y al mismo tiempo evitar que las guerras
genocidas de
rapiña lleven a que los pueblos se unan en
revolución
para finalmente barrer al imperialismo de la
faz de la
tierra. Esta tarea reaccionaria del imperialismo
en síntesis
consiste en evitar que el proletariado asuma
la dirección
de las luchas de liberación nacional y de las
revoluciones
democráticas, socialistas y culturales en cada
país. Para
este fin - y como parte de su lucha interimperialista
para el
reparto del mundo - los imperialistas hoy
sistemáticamente
buscan controlar, corromper, contener y
reprimir a
toda lucha popular, toda lucha nacional y antiimperialista
para
neutralizarlas o utilizarlas como fichas de
ajedrez y
carne de cañón contra otros imperialistas y en la
guerra
contrarrevolucionaria. Para movilizar a las masas
en función
de esta tarea, todos los imperialistas utilizan la
ideología
burguesa y reaccionaria disfrazada de "revolucionaria",
es decir las
diferentes variantes del revisionismo
y del
fascismo, así manipulando el descontento del pueblo
con el
racismo, la religión, las ilusiones reformistas etc.
Así mismo
infiltran las luchas directamente a través de sus
servicios de
inteligencia, sus ONG:s y otros organismos
reaccionarios.
Para el
proletariado internacional y los pueblos oprimidos,
la situación
actual en el mundo nos plantea la tarea
urgente de
forjar la dirección proletaria para dirigir a las
luchas de
liberación nacional y todas las luchas populares
con
independencia económica, ideológica, política y
militar, y
unir estas luchas a nivel internacional para poder
convertir a
toda guerra injusta en guerra justa, es decir en
guerra
popular, y así oponer la guerra popular mundial a
la guerra
mundial imperialista, partiendo del tercer mundo
como base de
la revolución proletaria mundial. El punto
decisivo
para cumplir esta tarea es asumir el maoísmo
como
tercera, nueva y superior etapa del marxismo, y
construir o
reconstituir en cada país el Partido Comunista
marxista-leninista-maoísta,
principalmente maoísta, como
Partido de
nuevo tipo, militarizado y construido para iniciar
y
desarrollar la guerra popular hasta el comunismo.
Así también,
para poder unir y coordinar las luchas de
los pueblos
del mundo, esta tarea nos plantea la urgente
necesidad de
unir al movimiento comunista internacional
en torno a
una línea general correcta y proletaria. Y todas
estas tareas
implican la necesidad de luchar implacable
y
constantemente contra el revisionismo dentro y fuera
de nuestras
filas en cada país y a nivel internacional: “El
blanco
principal de la revolución es el imperialismo y la reacción. El peligro principal de la revolución es
el
revisionismo”
(Presidente Mao Tsetung).
Estados Unidos:
Nueva cabeza
genocida y continua fascistización
La victoria
de Trump no significa, como piensan
algunos,
el comienzo de un régimen fascista en
Estados Unidos, sino
la continuación de una fascistización que se ha intensificado
durante
décadas bajo una serie de presidentes, y en
particular
bajo Obama: la creciente
represión y la militarización
de la
policía para combatir a las luchas heroicas de
las masas
proletarias y pobres, la creciente negación de la
misma
democracia burguesa, el uso de tortura y campos de
concentración,
etc. El retorno del racismo y del chovinismo
más abiertos
no implica ningún cambio fundamental de la
ideología y
la política; solo implica un cambio en cuanto a
que sectores
de las masas la gran burguesía busca movilizar
para sus
fines, y un cambio superficial de la demagogia.
La victoria
de Trump tampoco significa, como piensan
otros, la
victoria de una
política
"menos imperialista"
o
"menos bélica". Mientras es
cierto que Clinton
tiene vínculos
estrechos
con una fracción
de la gran
burguesía más
directamente
involucrada en
la
industria de armas y en
las
guerras de
agresión en Irak,
Siria etc.,
eso no significa que
las guerras
imperialistas son
resultados
de una "política"
supuestamente
promovida
por los
representantes del un
llamado
"complejo industrial-militar",
como
difunden
algunos de
los partidarios de
Trump así
como Sanders y sus seguidores revisionistas.
La agresión
imperialista, el genocidio y el saqueo de los
pueblos
oprimidos, son partes integrantes e inevitables del
imperialismo,
y eso no cambia sea el presidente fascista,
liberal o
revisionista.
La demagogia
"aislacionista" de Trump durante su campaña
electorera,
"contra las guerras en Irak y Siria",
fue
nada más que
palabrería para aprovecharse de la fuerte
opinión
pública contra estas guerras. El nuevo vicepresidente
Mike
Pence es un partidario de
la misma política de
Obama y
Clinton en cuanto a Siria; el asesor de seguridad
nacional
nombrado por Trump, Michael T. Flynn, ha
declarado
que está por
"una guerra mundial" contra Islam y
contra
Rusia; y en cuanto a Irak el mismo Trump plantea
que
"vamos a tomar su petróleo". Las declaraciones de
Trump por un
"acercamiento" al imperialismo ruso, y sus
recientes
provocaciones contra el imperialismo Chino pueden
ser
indicaciones de un cambio de foco u táctica, pero
la
orientación básica sigue siendo la misma: mantenerse
como
superpotencia hegemónica a través del nuevo reparto
del mundo,
guerra de rapiña y genocidio contra los países
oprimidos;
todo ello en colusión y pugna con los demás
imperialistas.
La elección
de Trump como Presidente y toda la campaña
racista
contra la población negra y los inmigrantes
ha
intensificado la ola de protestas populares, expresando
la creciente
situación revolucionaria en el país. Pero al
mismo tiempo
se ve que las protestas son manipuladas e
infiltradas
por fracciones de la gran burguesía imperialista
(el bando de
Clinton y otros) para desviarlas, para evitar
que tomen
una dirección revolucionaria y para utilizarlas
como fichas.
Allí vemos el papel del revisionismo: todo tipo
de
organizaciones llamados "comunistas" o "socialistas"
ahora
pregonan el camino electorero con sus "candidatos
alternativos"
uniéndose
con la campaña socialchovinista
de
Sanders. Utilizan
el
"antiracismo" hipócrita,
el feminismo
burgués y la
promoción de
un supuesto
"capitalismo
bueno" contra
los
"capitalistas malos"
para desviar
a las masas del
camino
revolucionario. Para
poder
construir un movimiento
revolucionario
independiente,
los
comunistas del
país deben
forjarse en estas
luchas
violentas, codo a codo
con las
masas, enarbolando
y aplicando
al marxismoleninismo-maoísmo
para asumir
la dirección y construir
su Partido
Comunista militarizado, y deben desenmascarar
y rechazar
frente a las masas la infiltración reaccionaria
-
ideológica, política y económica - de las protestas y el
papel del
revisionismo como enemigo del pueblo.
Medio Oriente
El Medio
Oriente sigue siendo uno de los puntos de conflicto
centrales
donde se expresa la contradicción entre el
imperialismo
y los países oprimidos y la pugna interimperialista
entre
superpotencias entre sí, entre superpotencias
y potencias
imperialistas y entre las propias potencias
imperialistas.
En Siria sigue la guerra imperialista "mediante
poderes",
con el imperialismo yanqui utilizando a
los llamados "rebeldes" islamistas y diferentes
conflictos
nacionales
(incluso con la colaboración de la guerrilla
kurda) para dividir y destruir al país en función de controlarlo
y explotarlo, y el imperialismo ruso interviene
para mantener y aumentar su control
del país a través del
régimen de Assad - un régimen
de la dictadura de la gran
burguesía
y los terratenientes, del capitalismo burocrático,
nacido
sojuzgado al imperialismo.
En Yemen, el imperialismo yanqui a través de Arabia
Saudita, y con la participación directa del imperialismo
británico y alemán1
, está cometiendo genocidio contra
el pueblo del país. Otras potencias europeas se sacan
provecho de
la venta de armas y buscan maximizar su
parte del
botín, es decir su explotación de los recursos
naturales y
los pueblos de toda la región. El imperialismo
ruso
no interviene directamente en Yemen, pero mantiene
relaciones
cercanas con el régimen del país, y así como en
Siria se
opone a la agresión yanqui/saudita - pintándose
de
"antiimperialista" - en función de sus propios intereses
imperialistas;
continuando así la política del socialimperialismo
soviético.
En
Palestina sigue la
ocupación y el genocidio sionista
con la
complicidad de
todos los
imperialistas.
La
"Autoridad Nacional"
de
Palestina y su
presidente
Mahmoud
Abbas
sirven a facilitar
la
ocupación, atando
al
pueblo palestino al
"acuerdo
de paz" de
Oslo
en servicio del
imperialismo
y el sionismo.
El
imperialismo
chino
también está
presente
en el Medio
Oriente, guardando
cuidadosamente
su acceso
al petróleo.
Recién
ha comenzado
a
incrementar
su participación
en los
negocios y las relaciones de la región,
expresando
por ejemplo su apoyo al régimen de Yemen y
teniendo
relaciones cercanas con Irán.
En toda la
región se expresa cada vez más la voluntad
revolucionaria
y anti-imperialista de las masas, y aquí también
vemos como
sus luchas son desviadas y manipuladas
por el
imperialismo y la reacción a través de sus lacayos
religiosos,
revisionistas y otros.
Aquí también, los revisionistas
sirven
como agentes de una u otra superpotencia
o
potencia imperialista y ponen las luchas de las masas a
la
cola de la gran burguesía compradora; como el llamado
"partido comunista de Siria
(unificado)" que
promueve al
imperialismo
ruso como el salvador del país, o los brazos
del PKK en
Irak y Siria que en modo similar se ligan
oportunistamente
al imperialismo yanqui y otras potencias,
vendiendo
la lucha justa del pueblo kurdo al mejor postor.
Lo que
corresponde a los comunistas del Medio Oriente
es basarse
en las millones de masas y armarlas ideológicamente
y
militarmente, iniciando
y desarrollando la guerra
popular y
uniendo a todos los pueblos de la región contra
todos los
imperialistas.
Asia del Sur y Asia
Oriental: guerras revolucionarias
y cercamiento imperialista
Por toda la
región se desarrollan luchas de liberación
nacional y
revolucionarias de diferentes tipos, las guerras
populares
bajo la bandera del maoísmo siendo las más
avanzadas e
importantes. La guerra popular en la India en
perspectiva
constituye la amenaza principal contra el imperialismo
y sus planes
en el
continente - y
los
explotadores ya
tienen la
experiencia
de Nepal como ejemplo
de cómo una
guerra
popular
maoísta puede
ser
neutralizada
e
interrumpida con la
ayuda del
revisionismo,
es decir un
revisionismo
disfrazado
de
"maoísmo" que se
vende por un
plato de
lentejas y
capitula. De
allí la
importancia de
que los
camaradas de
la izquierda
en cada
Partido,
especialmente
en su Comité
Central,
lleven a
cabo la lucha
implacable
contra el revisionismo, especialmente el nuevo
revisionismo,
porque esto es decisivo para el avance y el
triunfo de
las guerras populares en India, Filipinas y
todos
los países.
Es decir: desenmascarar frente a las masas el
revisionismo
como peligro principal, como enemigo del
pueblo y de
la revolución, como promotor de la capitulación y cómplice en los genocidios y
la represión contrarrevolucionaria.
Rechazar y
marcar a fuego las ilusiones
del
"camino pacífico", del cretinismo parlamentario y del
llamado
"frente" con las fracciones de la gran burguesía o
sus lacayos
revisionistas. Basarse en la fuerza de la clase
y el pueblo
y estrechar más los lazos entre los Partidos a
nivel
mundial, desarrollando la lucha de dos líneas para
unirnos
sobre los principios marxistas-leninistas-maoístas,
principalmente
maoístas.
En el campo
del enemigo, el imperialismo Chino en su
pugna para
establecerse como superpotencia sigue intensificando
su armamento
militar y su explotación del proletariado
chino y de
los pueblos oprimidos. Con este fin aplica el
fascismo, la
represión y la violencia contrarrevolucionaria
a nivel
nacional, mientras incrementa su exportación de
capital en
las naciones oprimidas en diferentes partes del
mundo,
presentándose como un "imperialismo bueno"
y
con la
colaboración de revisionistas y socialfascistas como
los
regímenes "bolivaristas" en América Latina. En 2014,
China
reemplazó a la Unión Europea como el segundo
inversor en
América Latina. El mismo año, el periódico
"Diagonal"
lo describió así:
"Mandatarios
latinoamericanos, como el ya fallecido
Hugo
Chávez, Nicolás Maduro, Cristina Fernández,
Rafael
Correa o Daniel Ortega,
han manifestado
públicamente
y en diversas ocasiones que China ofrece
una
financiación a bajo costo que no existe en ninguna
otra parte
del mundo. Sin embargo, para Liu Kang,
director del
Centro de Investigación sobre China de la
Universidad
de Duke, el éxito chino va más allá y está
vinculado
con una “diplomacia pragmática” que, a
diferencia
de EE UU y la UE, no es militar ni pretende
entrometerse
en los asuntos políticos internos."
Y en 2016,
el "Diario del Pueblo", órgano oficial del
partido
revisionista de China, informó que “China devino
en
exportador de capital neto en 2015, marcando la primera
vez
que la inversión china en el extranjero excedió la
inversión
extranjera en China,
según un informe publicado
el 23 de
noviembre.”
Con esta
expansión del imperialismo chino se agudiza
cada vez más
la pugna interimperialista, principalmente
con
el imperialismo yanqui,
el cual por eso sigue su
cercamiento
político y militar de China utilizando a sus
semicolonias
y regímenes lacayos en Asia. En uno de los
más
importantes de esos países, Filipinas, vemos ahora
como
el régimen de Duterte - así como los gobiernos
"bolivaristas"
en América Latina - busca acercarse más al
imperialismo
chino, pintándose de "anti-imperialista" y
buscando el
apoyo del nuevo revisionismo con membrete
de
"maoísta" (ver el artículo ¡Viva el maoísmo, abajo el
revisionismo!
en este número de Sol Rojo).
Europa
En esta
situación de pugna interimperialista y reparto del
mundo, las
potencias imperialistas de Europa - principalmente
Alemania -
vienen sopesando sus alternativas.
Mientras
mantienen su alianza con el imperialismo yanqui,
al mismo
tiempo están conscientes de la crisis de la superpotencia
hegemónica,
el avance del imperialismo chino,
el papel de
la otra superpotencia atómica, Rusia, y de las
posibilidades
de formar nuevas alianzas para desafiar al
dominio
yanqui y avanzar en la
pugna por la hegemonía
mundial. Los
imperialistas europeos también intensifican
la
explotación y opresión del proletariado y de los pueblos
oprimidos
(entre ellos los pueblos de la Europa del Este),
y así como
en EE.UU., China y Rusia, aplican cada vez
más
el fascismo y el revisionismo socialchovinista para
reprimir y
manipular a las crecientes luchas del proletariado
y los
pueblos, y para movilizar a las masas en función
de la guerra
y la explotación imperialistas. El surgimiento
de nuevas
bandas fascistas en toda Europa (en muchos
casos
directamente financiadas y apoyadas por los Estados
imperialistas)
y de una "nueva izquierda" revisionista
(como
Podemos o Syriza) son todo
parte de la política de
la gran burguesía imperialista en su intento
desesperado
de rescatar su sistema con más guerra
imperialista, más
explotación y opresión.
Los
imperialistas se aprovechan en doble sentido de la
ola
de refugiados de las guerras genocidas en el Medio
Oriente
y de inmigrantes pobres de Europa del Este: para
tener
acceso a un estrato de obreros sin derechos y así
intensificar
la explotación, mientras
al mismo tiempo se
divide la
clase obrera con demagogia racista y con un
"antiracismo"
burgués.
Al mismo
tiempo, los imperialistas en toda Europa
incrementan
la militarización de sus Estados y
sus fuerzas
policiales, preparándose también para
utilizar sus ejércitos
contra el proletariado y los pueblos
de los mismos países
imperialistas.
Ver los puntos tratados en la cumbre de la
OSCE
(Organización para la Seguridad y Cooperación en
Europa) de
2016, que se centró en 1) movilizar a los países
europeos
contra Rusia y 2) combatir al "terrorismo, la radicalización
y el
extremismo" en Europa y el mundo, y con
atención
especial al "nuevo fenómeno de la radicalización
de mujeres y
niños"2
.
En Europa
también, lo que se necesita urgentemente es
desarrollar
las luchas del proletariado y los pueblos con independencia y contra todos los imperialistas, contra
las
desviaciones
fascistas, revisionistas y liberales; lo cual
demanda
dirección proletaria: Partidos Comunistas marxistas-leninistas-maoístas
que rompen
plenamente con el
"colosal
montón de basura" del revisionismo tan arraigado
en el viejo
continente y que se forjan en las luchas con las
masas para
estar en condiciones de iniciar y desarrollar la
guerra
popular en los mismos países imperialistas.
América Latina
En América
Latina se expresa no solamente el crecimiento
de la
situación revolucionaria de desarrollo desigual, sino
también -
como parte de esta - la influencia de la guerra
popular en
Perú, el Partido Comunista del Perú y su Jefatura
el
Presidente Gonzalo. Eso es lo que se expresa en
la formación
de nuevos Partidos y organizaciones maoístas
en casi todo
el continente, pero también en la mayor
necesidad
del imperialismo
de desviar y
reprimir a las
luchas
populares con revisionismo
y con
movimientos
y gobiernos "izquierdistas"
como
los "bolivaristas"
en
Venezuela, Bolivia y
Ecuador
por ejemplo. Estos
gobiernos en realidad son
fascistas; son una nueva
edición del
gobierno de
Velasco en
Perú, gobiernos
que
bajo consignas "revolucionarias"
organizan
la
explotación
y la opresión
en
forma corporativa. Gobiernos
de la dictadura de
la gran burguesía y los
terratenientes, del Estado sometido
al imperialismo, sea el imperialismo
yanqui, ruso, chino
u otro.
Vemos ahora
como los pueblos en América Latina se
movilizan
cada vez más en protestas violentas, contra las
medidas de "austeridad" en Brasil, contra el saqueo
de las
tierras de
los campesinos y pueblos indígenas en Perú, Ecuador
y
otros países. Y vemos
como los llamados gobiernos
"izquierdistas"
reprimen las protestas mientras venden sus
países
a los imperialistas chinos y otros.
Conscientes
de la importancia decisiva que tiene en
América
Latina el PCP y la guerra popular en Perú, el
imperialismo
y la reacción hoy siguen con sus planes iniciados
en torno a
1990 contra el PCP, en su vano intento
de socavar
la influencia del pensamiento gonzalo en el
continente;
la patraña de los "acuerdos de paz" y todo el
negro
trabajo de la LOD revisionista y capitulacionista,
la
infiltración y el montaje de falsos "partidos" o
"fracciones",
y el papel
del revisionismo armado como la LOI
en Perú o
los viejos reformistas armados de las FARC en
Colombia. Los mismos planes aplican a nivel
mundial
para sembrar
confusión y duda sobre el PCP y su Jefatura,
y para
socavar el trabajo internacional del Partido con la
ayuda de
capituladores y oportunistas que han huido del
campo de
batalla.
Pero el
Partido Comunista del Perú y su Comité Central,
bajo las
condiciones complejas del recodo y la inflexión
en la guerra
popular, hoy sigue dirigiendo la guerra popular,
enarbolando,
defendiendo y aplicando al marxismoleninismo-maoísmo,
pensamiento
gonzalo, principalmente
el
pensamiento gonzalo para resolver todos los problemas
nuevos y
retomar lo perdido; manteniendo el rumbo de la
revolución y
continuando el proceso de su reorganización
- iniciado
en 1995 - en medio de la guerra popular. La
posición del
PCP tiene
un derrotero
sostenido,
probado
hasta la saciedad
desde antes
del ILA, y no
ha cambiado
según las circunstancias.
El Partido
se
mantiene
firme en su Base
de Unidad
Partidaria, le
duela a
quien le duela.
Lo que
corresponde a
los
marxistas-leninistasmaoístas
en todo el
continente
es aplicar
el maoísmo
a las
condiciones concretas
de cada
país, forjando su
pensamiento
guía y su Jefatura
en medio de
la lucha implacable contra el revisionismo
y luchando
codo a codo con la clase y el pueblo en
sus luchas.
Aprender del Presidente Gonzalo: construir
los Partidos
como Partidos militarizados, aplicando la
independencia,
la autodecisión y el autosostenimiento, y
construir el
Ejército y el Frente omnímodamente dirigidos
por el
Partido. Y ¿Para qué? Para iniciar y desarrollar la
guerra
popular, tarea central de cada Partido Comunista:
"En
esta grandiosa epopeya de la historia mundial,
nuestro
pueblo junto a los hermanos de clase de
América
Latina, junto a las masas latinoamericanas
tiene un
papel y lo está cumpliendo y lo cumplirá
más aún.
Nuestro pueblo entra a tomar el poder
por las
armas. Son cientos de años de lucha; los
movimientos
campesinos han estremecido las raíces
de
la explotación, pero aún no ha logrado derrumbarlas. En este país se forjó el Partido
Comunista,
acero puro y
generó la luz bebiendo del marxismoleninismo-pensamiento
maotsetung.
Camaradas,
en este
pueblo, hoy estamos entrando a una tercera
etapa; esa
tercera etapa es la de la contienda armada."
(PCP - Somos
los iniciadores, 1980)
Unirse bajo
el maoísmo: el proletariado internacional
con todos
los pueblos oprimidos contra todos los
imperialistas
Estamos en
la ofensiva de la revolución proletaria mundial,
y la
revolución es la tendencia histórica y política principal.
Lo decisivo
para asumir la
tarea
histórica del proletariado
en este
momento es asumir
plenamente
el maoísmo como
tercera,
nueva y superior etapa
del
marxismo, lo que implica
combatir al
revisionismo,
combatir la
capitulación y los
"acuerdos
de paz", aplastar la
oposición a
iniciar la guerra
popular, a
conquistar el Poder
o a
proseguir la revolución
ininterrumpidamente
con las
revoluciones
culturales proletarias
hasta
nuestra meta final
el
Comunismo.
Así los
comunistas resolvemos
todos los
problemas:
aplicando
nuestra ideología
universal a
las condiciones
concretas y
basándonos en
nuestras
propias fuerzas, en
cada país
así como a nivel
mundial.
Así, con el optimismo
que
pertenece a nuestra clase,
nuestra
ideología se impone marchando sobre el pellejo de
los que se
oponen. Producto de ello: las guerras populares
iniciadas en
Perú, India, Nepal, Filipinas y otras.
Los revisionistas,
por el contrario, centran en la supuesta
"debilidad"
de las fuerzas del proletariado y los pueblos, y
la supuesta
"fuerza" del imperialismo y la reacción. Por eso
en su
oportunismo promueven la capitulación, el "camino
pacífico"
y proponen apoyarse en una u otra superpotencia
o potencia
imperialista bajo pretextos de formar "frentes"
con
fracciones de la gran burguesía, el imperialismo y sus
lacayos
revisionistas o fascistas. En vez de basarse en las
millones y
millones de masas del pueblo, que claman por
la
revolución y la dirección que necesita, los revisionistas
centran en
"acuerdos" o "alianzas" con el enemigo para
supuestamente
crear condiciones para la revolución "en
el
futuro" o en forma “gradual”. Pero ya conocemos de
sobra a
dónde lleva tal "táctica" en la realidad, y cuál es el
verdadero
motivo de los dirigentes revisionistas: utilizar
el
peso de las masas y las acciones armadas para negociar
“acuerdos”
con el enemigo, integrarse y lograr puestos en
el
viejo sistema, como en el caso de Nepal.
Los
imperialistas yanquis, chinos, rusos, alemanes y
todos los
demás quieren contener la rueda de la historia
e impedir
que el proletariado dirija a los pueblos en las
revoluciones
democráticas, socialistas y culturales hasta
barrer
finalmente al imperialismo
y toda
explotación.
Pueden
aceptar cualquier lucha
armada que
conquiste el Poder
y lo entrega
al imperialismo,
como hacen
los revisionistas.
Aplauden
cualquier lucha si
saben
que pueden manipularla
y
utilizarla.
Nosotros,
los marxistasleninistas-maoístas,
principalmente
maoístas, no
queremos
ser
aceptados o aplaudidos por
los
imperialistas y sus lacayos.
Centramos en
las fuerzas de
nuestra
clase y de los pueblos
del mundo, y
sobre esta
base
forjamos y construimos
nuestros Partidos y Ejércitos
totalmente independientes de y
en lucha a muerte contra todos
los imperialistas. Solo así, con
armas en las
manos del pueblo,
con
independencia ideológica,
política y
de organización, y
manteniendo
la hegemonía del proletariado en la revolución,
podemos
construir el Frente y entrar en alianzas con
otras clases
revolucionarias o antiimperialistas, y siempre
en función
de conquistar el Poder y continuar la revolución
hasta
nuestra meta final el Comunismo.
1
http://www.eldiario.es/politica/Demandan-Alemania-bombardeos-estadounidenses-Yemen_0_313919456.html
2
http://www.auswaertiges-amt.de/sid_FA0C1B6A1BBFD-
3880C995FD3DBF59047/EN/Aussenpolitik/Friedenspolitik/
OSZE/Aktuell/160531_OSZE_Antiterror.html