El
estratega jefe de Trump llama a la profundización del nacional socialismo en
EEUU (igual que lo hizo el católico sr Hitler cuando fundo el partido nazi ) le
declaro la guerra a la prensa local, tal vez por ello dejo de circular la edición
en español del Wall Street Journal desde el 17 de febrero.
El
estratega jefe de Trump llama a la lucha para “desmontar el sistema”
http://internacional.elpais.com/internacional/2017/02/24/estados_unidos/1487911274_562898.html
El
extremista Steve Bannon apela
al patriotismo económico y el discurso del miedo en su primera aparición tras
la investidura presidencial
JAN MARTÍNEZ AHRENS
Washington 24 FEB 2017 -
06:33 CET
El estratega
jefe de la Casa Blanca, Steve Bannon asiste a la Conferencia de Acción Política
Conservadora (CPAC), en Maryland, Estados Unidos. EFE
El nuevo orden necesita patriotas. Donald Trump ha vencido pero
no se puede bajar la guardia. Es la hora del combate.
En su primera aparición pública desde la investidura, Steve Bannon, el
estratega de la Casa Blanca, el poder oscuro, el extremista al que se atribuye
una influencia absoluta sobre el presidente de Estados Unidos apeló al discurso
del miedo para “desmontar el sistema” y defender su
vertiginosa agenda nacionalista. “Si pensáis que os van a dar vuestro
país de vuelta sin luchar, estáis tristemente equivocados. ¡Todos los días
habrá que luchar!”, arengó.
Bannon
eligió con inteligencia su escenario. La Conferencia de
la Acción Política Conservadora, el gran escaparate de los republicanos
que se celebra estos días en Washington, le abrió las puertas casi como un
héroe. Un vencedor de la guerra contra los demócratas. Al entrar en la sala,
acompañado del jefe de gabinete de la Casa Blanca,
Reince Priebus, los asistentes se levantaron y prorrumpieron en un
sonoro aplauso. Bannon no pareció percatarse. Como siempre, fue la nota
discordante. En un mar de trajes oscuros y republicanos azules, apareció sin
corbata, con una camisa casi arrugada y un carisma áspero. No habló mucho. Ni lo necesitó. El simple esbozo de
sus conceptos bastó enardecer a la audiencia. Tanto que su compañero de diálogo
empalideció a su lado.
Bannon no
perdió el tiempo. Primero hizo la loa a su jefe. Trump
lo ve todo. Trump no descansa. Trump cumple. “Necesitamos a alguien real
y genuino como él”, llegó a decir. Después pasó a
explicar la revolución. Fue su momento cumbre.
Considerado
el maquiavelo del presidente, este antiguo oficial de
la Marina, que devino en banquero de Goldman Sachs, productor de
Hollywood y agitador mediático de la ultraderecha,
trazó como gran objetivo la “desconstrucción” del actual sistema de gobierno. A
este fin, dijo, se ha supeditado la selección de los miembros del gabinete y
decisiones como retirarse del Acuerdo Transpacífico. “Un momento clave de la
historia americana moderna”, remachó.
Establecida
esta meta, Bannon alzó la bandera del “patriotismo económico” y
defendió una política extrema de seguridad tanto en inmigración como defensa.
Unos arietes que han de permitir la vuelta de Estados Unidos a la primacía
mundial. “Somos
una nación con una economía, no sólo una economía. Somos una nación con una
razón de ser”.
En esa
búsqueda de sentido histórico, muy propia de los extremismos, Bannon no tardó en hallar un adversario
con el que llenar el espacio. En este caso no fueron la inmigración ni los
islamistas. A estos les dedicó poco tiempo. El enemigo, esta vez, andaba mucho
más cerca. Desaparecidos del mapa Obama y Clinton, el estratega de la tensión
permanente declaró la guerra a la prensa.
Calificada por él mismo como el “partido de oposición” y por Trump como “el enemigo del
pueblo americano”, Bannon se lanzó
este jueves a la yugular: “Son corporativistas, son medios globales que se oponen con
fuerza al nacionalismo económico de
Donald Trump. Y del mismo modo en que se equivocaron completamente en la
campaña, y en la transición, ahora se equivocan totalmente en lo que cuentan
hoy”.
El discurso
no necesitó mucho más para calar entre los suyos. Priebus
le dio la razón en todo y pareció mostrarse más preocupado en disipar
los rumores sobre su rivalidad que en quitar protagonismo a su compañero de
gabinete. Tras 25 minutos, entre aplausos, salieron los dos. Iban rumbo a la Casa Blanca. El lugar donde Bannon ejerce su poder.
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