China
planea la mayor máquina del mundo para entender el universo
http://elpais.com/elpais/2017/02/21/ciencia/1487691423_709071.html
Japón
propone reducir a la mitad el futuro Colisionador Lineal Internacional ante la
falta de presupuesto
NUÑO
DOMÍNGUEZ
24
FEB 2017 - 13:27 CET
El detector
Atlas es unos de los que registran las colisiones en el acelerador de
particulas (LHC), en Ginebra CERN
Hechos
aparentemente aislados, como la llegada al poder de Donald Trump, el brexit o
la preparación de los próximos Juegos Olímpicos en Japón, se han aliado para
trastocar el avance en nuestra comprensión del universo.
Desde hace
décadas, un comité internacional facilita los contactos entre países para crear
los aceleradores de partículas del futuro. La mayor de estas máquinas, el LHC
de Ginebra, ha permitido descubrir el bosón de Higgs, la partícula que completa
la definición de la materia convencional, de la que está hecha todo cuanto
vemos y tocamos en nuestro día a día, las proteínas y los genes que nos
mantienen vivos, así como los billones de planetas y estrellas que hay en el
universo. Pero toda esa materia supone menos del 5% de todo el cosmos. Para
conocer de qué está hecho el resto hay que construir nuevos aceleradores de
partículas más potentes y caros.
Uno de los
proyectos más avanzados es el Colisionador Lineal
Internacional (ILC), que se construiría en Japón. En su concepción
original podría producir partículas de materia oscura,
que supone el 24% del universo y nunca ha sido observada, pero el
proyecto afronta importantes recortes.
En la última
reunión del comité de futuros aceleradores ICFA, celebrada la semana pasada en
el Instituto de Física Corpuscular de Valencia,
Masanori Yamauchi, director general del laboratorio de física de partículas de
Japón (KEK), ha presentado al resto de países miembros un plan para
recortar la potencia del nuevo acelerador a la mitad y ahorrar en torno a un
40% de su coste, de unos 8.000 millones de euros. Japón cree que esta es la
forma de salvar el proyecto y comenzar las negociaciones con otros países para
pagar su construcción, aunque aún hay muchas dudas. “Los japoneses pensamos que
la comunidad internacional debe pagar la mayor parte del acelerador y la
comunidad internacional piensa justo lo contrario”, reconoce Yamauchi.
En su país,
el mismo ministerio financia la ciencia y el deporte, además de la cultura y la
educación, lo que ha tenido un impacto directo en las investigaciones del KEK.
El organismo está recortando el tiempo de operación de sus aceleradores en
torno a un 10% al año para ahorrar debido a los Juegos Olímpicos de Tokio en
2020, explica Yamauchi con resignación. Esta situación “está afectando
negativamente a la investigación de física de partículas” en el país, reconoce,
pero el problema se ve con optimismo, dado que se espera que, pasado el evento
deportivo, el ILC se convierta en el buque insignia del ministerio y reciba una
fuerte inyección de dinero.
"No se
sabe cómo va afectar el 'brexit' a la ciencia en Reino Unido
El ILC
reducido funcionaría a la mitad de potencia, 250 GeV, y
sería una "fábrica de Higgs". Su objetivo principal no sería
tanto la materia oscura como producir los bosones ya conocidos, eso sí, con
mucha más limpieza que el LHC para profundizar en el conocimiento de sus
propiedades, ya que aún queda por determinar si es una partícula fundamental o
compuesta o si hay más de un bosón de Higgs. En un futuro indeterminado, el
acelerador podría ampliarse para alcanzar el doble de potencia.
Europa
y EE UU esperan a que Japón haga un anuncio oficial de que pretende construir el acelerador, lo que
se espera para 2018 o 2019, explica Grahame
Blair, director de programas del Consejo de Instalaciones de Ciencia y
Tecnología de Reino Unido. Blair afronta una situación no menos paradójica que
su colega nipón, pues preside el organismo internacional que aglutina a las
agencias financiadoras de cara a nuevos aceleradores lineales en representación
de Europa, justo cuando su país planea abandonar la Unión Europea. El británico
admite que “aún no se sabe cómo el brexit va a afectar a la ciencia en Reino
Unido”. El Gobierno de Theresa May aún debe “nombrar muchos cargos y
simplemente no sabemos lo que va a pasar”, reconoce.
China quiere
construir un acelerador de partículas de 100 kilómetros de circunferencia
En una
incertidumbre similar está Abid Patwa, del Departamento
de Energía de EE UU. El pasado miércoles participó en la reunión a
puerta cerrada de las agencias financiadoras, donde se exploró cómo “acomodar
unos presupuestos planos en casi todos los países, con el proyecto de diseñar”
el ILC y otros aceleradores futuros, explica. Donald Trump ha arremetido contra
la ciencia del cambio climático y ha agitado bulos sobre las vacunas, pero sus
planes en la exploración de los grandes enigmas del universo son aún un
misterio. En 2014, un panel de científicos que asesoraba al Gobierno de Obama
estableció cinco grandes prioridades para los próximos 10 años. La primera era seguir investigando en bosón de Higgs.
Además, se pretende aclarar el misterio de la masa de
los neutrinos, estudiar la materia oscura y aclarar la aceleración del
universo, probablemente empujado por la energía oscura. Por ahora, el
equipo de transición de Trump no ha dicho nada sobre este plan, ni cuál será su
estrategia para este campo del conocimiento, reconoce Patwa.
Entre tantas
dudas, China sigue adelante con un ambicioso
plan que amenaza con arrebatarle al CERN Europeo el
liderazgo mundial en física de partículas. Jie Gao, del Instituto de Física de
Altas Energías, explica que su país planea construir un acelerador de
partículas de 100 kilómetros de circunferencia, unas cuatro veces mayor que el
LHC, y que abarcaría en su circunferencia un territorio superior a la ciudad de
Madrid. El proyecto rivaliza con otro casi idéntico del CERN. La primera fase del proyecto, un colisionador circular de electrones
y positrones, también se solapa con el ILC. Empezaría a funcionar en
2030, explica Gao. Después usarán el mismo túnel subterráneo para albergar un colisionador de protones de 100 kilómetros que estaría listo
en 2050, explica el físico chino, cuyas explicaciones ejemplifican la
forma de hacer las cosas en la primera economía del mundo, según algunos
baremos. “En el último Plan Quinquenal hay una frase que dice que China debe
promover y sostener un gran proyecto internacional en ciencia, sin mencionar
cuál”, explica Gao. El nuevo acelerador “encaja muy bien” con esa directriz,
añade el chino. En el país más poblado de la Tierra, construir la mayor máquina
de la Tierra sería en realidad muy asequible. “El coste per cápita es incluso
más barato que el primer colisionador de partículas que se construyó en China
en los ochenta”, explica. Gao espera que el Gobierno comprometa fondos para su
diseño detallado a partir del próximo año. El físico resalta que este tiene que
ser un proyecto en el que participe la comunidad internacional. “Creo que China
puede hacerse cargo del 70% del proyecto”, asegura.
Mientras, el
CERN sigue adelante con sus propios estudios “de aceleradores lineales y
circulares”, asegura Fabiola Gianotti, directora general del laboratorio, que
se muestra muy diplomática sobre los amenazadores planes chinos. “Es muy
agradable ver que en varias regiones del mundo hay interés por los aceleradores
de partículas”, señala.
La última
esperanza de Europa en esta carrera será su capacidad de innovación. El
veterano físico Lynn Evans, director de colisionadores lineales del CERN y uno
de los padres del LHC, es muy escéptico de que la potencia asiática pueda
desarrollar por su cuenta las nuevas tecnologías necesarias para cuadruplicar
la potencia de los aceleradores actuales. “Nos llevó 15 años construir el LHC”,
y “puede que se tarde 50 años” en construir un acelerador de 100 kilómetros,
“nosotros no lo veremos funcionando”, sentencia.
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