Si
EEUU no mete a la cárcel a todos los corruptos presidentes de Perú y su sequito
de secuaces funcionarios públicos, seguirá cobrando coimas y perjudicando las
compañías norteamericanas dándoles los
proyectos al que le paga la más alta coima. para que lo lea el presidente Trump y meta a la cárcel al ladrón de Toledo . Parte (I)
Los
pecados de los megaproyectos (I)
http://gestion.pe/economia/pecados-megaproyectos-2181851
Viernes,
10 de febrero del 2017
ECONOMÍA05:15
Para el GSP (gasoducto del Sur de Perú ) se ha anunciado nuevos
cambios para la próxima subasta. Inexplicablemente, no existe la más elemental
priorización intersectorial de proyectos.
Marco legal
amigable. Prácticamente, ningún megaproyecto se licitó con sus estudios de
preinversión completos y actualizados.
Manuel
Romero Caro, Economista
Con los
avances del Lava Jato peruano ya se van confirmando lo que sostuviéramos en
diversos artículos desde hace 2.5 años: la existencia de una serie de “coincidencias sospechosas” entre
lo que le convenía a Odebrecht (Odb) y a otras constructoras en diversos
proyectos y las decisiones que adoptaban los respectivos funcionarios públicos.
A
continuación, un breve resumen de las características negativas que he podido
apreciar en diversos megaproyectos. Y como las constructoras
brasileras (CB) replicaban su “modelo de negocio” en los países en que
operaban, se está comprobando que estas características
tienen vigencia, cuando menos, regional.
Obviamente,
la lista no pretende ser exhaustiva, pero sí indicativa. Asimismo, puede servir
como un patrón frente al cual se pueden comparar diversos proyectos de
inversión a partir de cierta envergadura relevante.
1)
Inversiones electorales. Del
resultado de las investigaciones en Brasil y en algunos países de la región,
existen una serie de acusaciones contra las CB por financiamiento a numerosas
campañas electorales: Lula, Rousseff, Temer; Santos, Bachelet, Ominami, Humala,
etcétera. Este tipo de inversiones fuera del marco legal les permitía a las CB
tener influencia indebida durante las etapas previas a las licitaciones y
durante el proceso de selección de los megaproyectos materia de interés.
2)
Marco legal amigable.
Casi todos los megaproyectos han contado con leyes a la medida, que declararon de necesidad publica e interés
nacional la ejecución de dichos proyectos. En ellas, generalmente se les exoneraba del SNIP (filtro indispensable para evitar elefantes blancos)
y de completar los estudios de preinversión,
etapa fundamental para evitar las ya famosas adendas contractuales. La
Interoceánica Sur y el Gasoducto Sur Peruano (GSP) son los casos más
representativos de esta característica. Prácticamente, ningún megaproyecto se
licitó con sus estudios de preinversión completos y actualizados.
3)
Sin estrategia adecuada para desarrollar los proyectos: los gobiernos de turno no saben qué hacer con muchos megaproyectos, lo que
origina pérdida de tiempo y escalamiento de costos. Caso emblemático: el
gasoducto al sur. Primero se aprobó un ducto
costero (Ley 28695 del 23.02.2006) para llegar a Ilo, luego
se cambió de opinión y se aprobó un trazó similar al actual (Ley 29129 del
24.10.2007); luego vino la etapa de Kuntur (el concesionario privado asumía todos los
riesgos, no tenía subsidios ni poliducto); siguió la
propuesta del etanoducto sin ningún estudio sustentatorio (un apéndice
del ducto de TGP); luego vino el GSP actual (con
subsidios de los consumidores eléctricos, y con poliducto). Posteriormente, se suspendió el subsidio de los
consumidores y se reemplazó por una garantía estatal. Y ahora se anuncian nuevos cambios para la próxima subasta. Inexplicablemente
(o quizás para facilitar la corrupción), no existe la
más elemental priorización intersectorial de proyectos.
4)
Sin una secuencia lógica: idealmente, la ruta debería de ser completar los estudios de
preinversión; contratar a un banco de inversión, road show para presentar el
proyecto; licitación, contrato modelo (incluyendo adenda de bancabilidad modelo
negociada con bancos). Supervisión durante la construcción, y luego
evaluaciones ex post.
5)
Con términos de licitaciones parcializados: el modelo de Odebrecht era tener licitaciones que fueran “ternos a su medida” o con postor
único. Acabamos de confirmar, vía Jorge Barata, que el soborno que se
habría pactado con Alejandro Toledo se redujo de US$ 35 millones a 20, porque
el exmandatario no cumplió con la modificación de las bases de la licitación de
la Interoceánica Sur para dificultar o impedir la participación de otras
firmas. Asimismo, un colaborador eficaz ha declarado que en el caso del GSP, la
representante legal de Odb se reunió en diversas oportunidades con los
funcionarios de ProInversión encargados del
proyecto para adecuar los términos de la
licitación a los requerimientos de Odb.
También
habrían utilizado otros mecanismos para que los
competidores se retiren de la licitación; o habrían
introducido un caballo de Troya para petardear el proceso. Por lo que no
resulta extraño que en más de una oportunidad postulara
como postor único.
6)
Contratos de concesión a la medida. Es por ello que los
montos de los sobornos entregados empequeñecen frente a las ganancias ilícitas
que se pueden obtener a través de esta vía. En el caso del GSP, se
dispuso que no se efectuara estudio de mercado para sobrestimar groseramente la
demanda del sur del Perú; aun sabiendo que no se iba a concretar ningún
proyecto petroquímico, que era el principal demandante. Y se le otorgaron ingresos garantizados de US$ 912 millones
anuales durante 30 años, menos los ingresos que pudiera generar el
ducto, que en mi opinión difícilmente llegaría a la mitad del monto estimado.
7)
Con importantes escalamientos de inversión y costos. Como consecuencia de no haber
completado los estudios de preinversión, o de arreglos bajo la mesa. Lo que sucede
es que a medida que se va avanzando en los estudios de un megaproyecto, la
diferencia entre los presupuestos iniciales y finales es menor. Por ejemplo, en
una carretera los estudios de prefactibilidad no se sustentan en informaciones
primarias (se elaboran planos, pero no se efectúan perforaciones). En los estudios de factibilidad se efectúan perforaciones,
pero de manera general. Y en los estudios definitivos el
espectro de perforaciones es mayor. Por lo que resulta evidente que no se
debería de permitir que se liciten proyectos que no cuenten con estudios definitivos y con estudio de impacto ambiental.
El caso más evidente es el de la Interoceánica Sur, al
que se le permitieron 22 adendas. De esta manera, las constructoras
corruptas ofrecían montos reducidos en la licitación (porque sabían que la
diferencia la iban a obtener vía las adendas que fueran necesarias). “Sacándole
la vuelta” de esta manera a los resultados de las licitaciones. Y desincentivando que constructoras honestas se
presenten a futuras licitaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario