Entrevista
al líder del Primer Comando de la Capital (partido del crimen en Brasil) con
motivo de los juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016
Capo
brasileño habló como un profeta y todo lo dicho es espeluznante y vigente
http://www.diariorepublica.com/mundo/capo-brasileno-hablo-como-un-profeta-y-todo-lo-dicho-es-espeluznante-y-vigente
Sí no se corrige
la inseguridad ciudadana a partir de su génesis social, este será nuestro
inmediato futuro que nos espera:
Publicado el
29 de septiembre de 2013
arcola
Marcos
Camacho, más conocido por el sobrenombre de Marcola, es el máximo dirigente de
una organización criminal de Sao Paulo (Brasil) denominada Primer Comando de la
Capital (PCC).
Las
respuestas de Marcola nos aproximan a lo que puede ser el futuro de la
delincuencia común en América Latina.
O Globo:
¿Usted es del PRIMER COMANDO DE LA CAPITAL (PCC)?
Marcola: Más
que eso, yo soy una señal de estos tiempos. Yo era pobre e invisible. Ustedes
nunca me miraron durante décadas y antiguamente era fácil resolver el problema
de la miseria. El diagnóstico era obvio: migración rural, desnivel de renta,
pocas villas miseria, discretas periferias; la solución nunca aparecía… ¿Qué
hicieron? Nada. ¿El Gobierno Federal alguna vez reservó algún presupuesto para
nosotros? Nosotros sólo éramos noticia en los derrumbes de las villas en las
montañas o en la música romántica sobre “la belleza de esas montañas al
amanecer”, esas cosas…
Ahora
estamos ricos con la multinacional de la droga. Y ustedes se están muriendo de
miedo. Nosotros somos el inicio tardío de vuestra conciencia social.
O Globo:
Pero la solución sería…
Marcola:
¿Solución? No hay solución, hermano. La propia idea de “solución” ya es un
error.
¿Ya vio el
tamaño de las 560 villas miseria de Río? ¿Ya anduvo en helicóptero por sobre la
periferia de San Pablo? ¿Solución, cómo? Sólo la habría con muchos millones de
dólares gastados organizadamente, con un gobernante de alto nivel, una inmensa
voluntad política, crecimiento económico, revolución en la educación,
urbanización general y todo tendría que ser bajo la batuta casi de una “tiranía
esclarecida” que saltase por sobre la parálisis burocrática secular, que pasase
por encima del Legislativo cómplice. Y del Judicial que impide puniciones.
Tendría que haber una reforma radical del proceso penal de país, tendría que
haber comunicaciones e inteligencia entre policías municipales, provinciales y
federales (nosotros hacemos hasta “conference calls” entre presidiarios…)
Y todo eso
costaría billones de dólares e implicaría una mudanza psicosocial profunda en
la estructura política del país. O sea: es imposible. No hay solución.
O Globo:
¿Usted no tiene miedo de morir?
Marcola:
Ustedes son los que tienen miedo de morir, yo no. Mejor dicho, aquí en la
cárcel ustedes no pueden entrar y matarme, pero yo puedo mandar matarlos a
ustedes allí afuera. Nosotros somos hombres-bombas. En las villas miseria hay
cien mil hombres-bombas. Estamos en el centro de lo insoluble mismo. Ustedes en
el bien y el mal y, en medio, la frontera de la muerte, la única frontera. Ya
somos una nueva “especie”, ya somos otros bichos, diferentes a ustedes.
La muerte
para ustedes es un drama cristiano en una cama, por un ataque al corazón. La
muerte para nosotros es la comida diaria, tirados en una fosa común.
¿Ustedes
intelectuales no hablan de lucha de clases, de ser marginal, ser héroe?
Entonces ¡llegamos nosotros! ¡Ja, ja, ja…! Yo leo mucho; leí 3.000 libros y leo
a Dante, pero mis soldados son extrañas anomalías del desarrollo torcido de
este país.
No hay más
proletarios, o infelices, o explotados. Hay una tercera cosa creciendo allí
afuera, cultivada en el barro, educándose en el más absoluto analfabetismo,
diplomándose en las cárceles, como un monstruo Alien escondido en los rincones
de la ciudad. Ya surgió un nuevo lenguaje. Es eso. Es otra lengua.
Está delante
de una especie de post miseria.
La post
miseria genera una nueva cultura asesina, ayudada por la tecnología, satélites,
celulares, Internet, armas modernas. Es la mierda con chips, con megabytes.
O Globo:
¿Qué cambió en las periferias?
Marcola:
Mangos. Nosotros ahora tenemos. ¿Usted cree que quien tiene 40 millones de
dólares como Beira Mar no manda? Con 40 millones de dólares la prisión es un
hotel, un escritorio… Cuál es la policía que va a quemar esa mina de oro,
¿entiende? Nosotros somos una empresa moderna, rica. Si el funcionario vacila,
es despedido y “colocado en el microondas”.
Ustedes son
el estado quebrado, dominado por incompetentes.
Nosotros
tenemos métodos ágiles de gestión. Ustedes son lentos, burocráticos. Nosotros
luchamos en terreno propio. Ustedes, en tierra extraña. Nosotros no tememos a
la muerte. Ustedes mueren de miedo. Nosotros estamos bien armados. Ustedes
tienen calibre 38. Nosotros estamos en el ataque. Ustedes en la defensa.
Ustedes tienen la manía del humanismo. Nosotros somos crueles, sin piedad.
Ustedes nos transformaron en “super stars” del crimen. Nosotros los tenemos de payasos. Nosotros
somos ayudados por la población de las villas miseria, por miedo o por amor.
Ustedes son odiados. Ustedes son regionales, provincianos. Nuestras armas y
productos vienen de afuera, somos “globales”. Nosotros no nos olvidamos de
ustedes, son nuestros “clientes”. Ustedes nos olvidan cuando pasa el susto de
la violencia que provocamos. (¡MENUDO COMENTARIO WOW!)
O Globo:
¿Pero, qué debemos hacer?
Marcola: Les
voy a dar una idea, aunque sea en contra de mí. ¡Agarren a “los barones del
polvo” (cocaína)! Hay diputados, senadores, empresarios, hay ex presidentes en
el medio de la cocaína y de las armas. ¿Pero, quién va a hacer eso? ¿El
ejército? ¿Con qué plata?
No tienen
dinero ni para comida de los reclutas Estoy leyendo “Sobre la guerra”, de
Klausewitz. No hay perspectiva de éxito. Nosotros somos hormigas devoradoras,
escondidas en los rincones. Tenemos hasta misiles anti-tanque. Si embroman, van
a salir unos Stinger. Para acabar con nosotros… solamente con una bomba atómica
en las villas miseria. ¿Ya pensó? ¿Ipanema radiactiva?
O Globo:
Pero… ¿No habrá una solución?
Marcola:
Ustedes sólo pueden llegar a algún suceso si desisten de defender la
“normalidad”. No hay más normalidad alguna. Ustedes precisan hacer una
autocrítica de su propia incompetencia. Pero a ser franco, en serio, en la
moral. Estamos todos en el centro de lo insoluble. Sólo que nosotros vivimos de
él y ustedes no tienen salida. Sólo la mierda. Y nosotros ya trabajamos dentro
de ella. Entiéndame, hermano, no hay solución. ¿Saben por qué? Porque ustedes
no entienden ni la extensión del problema.
Como
escribió el divino Dante:
“Pierdan
todas las esperanzas. Estamos todos en el infierno”.
………………………..
me lo envio a mi correo un sr
'Roque Loret
de Mola' via Miraflorinos muchas gracias
Responder|
lun 11:11
p.m.
El Soldado
Desconocido (el_soldado_desconocido@gruposyahoo.com);
Destinatarios
de Resumen (miraflorinos@googlegroups.com);
ASOMAR 3
(asomarperu3@gmail.com);
Asociaciòn
Ex Cadetes Navales Presidente (presidente@asecanaval.com.pe);
Asociación
de Oficiales FAP (asociacion_aofap@yahoo.es);
Asociación
de Comandantes FFAA (ascofapresidente@yahoo.es);
ADOGEN
(adogen@hotmail.com)
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