Demoledor
informe del FMI sostiene que España se encamina a la quiebra por su déficit fiscal
del 5 %, por la alta exposición de sus bancos al Brexit , por el euroescepticismo,
por su elevada deuda de más del 100% del PBI , por su elevadísimo desempleo,
etc, etc.
El
FMI reclama a Bruselas más dureza con los países que incumplen el déficit
http://economia.elpais.com/economia/2016/06/16/actualidad/1466090854_332451.html
La
institución que lidera Lagarde dice que la eurozona está "en un momento
crítico" por una política económica equivocada, el Brexit y el auge del
populismo
CLAUDI
PÉREZ
Luxemburgo
16 JUN 2016 - 17:51 CEST
El comisario
europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici
EFE
"La eurozona está en
un momento crítico". El Fondo Monetario Internacional (FMI) no se anda con rodeos en su
informe sobre la zona euro: desde la primera frase subraya los enormes riesgos que acechan al bloque del euro,
critica sin ambages la política económica, alerta
del mal estado de la banca y deja un rejón final dedicado a España y Portugal:
"Para recuperar la confianza y
la disciplina fiscal, es necesaria una aplicación más estricta [de las reglas
fiscales] para los países que han violado el Pacto de Estabilidad".
España
incumplió el objetivo de déficit en 2015 y se enfrenta a una posible sanción de hasta 2.100 millones de euros. El procedimiento se pondrá en
marcha a primeros de julio. El Gobierno en funciones descarta que vayan
finalmente a imponer la multa por tierra, mar y aire: el ministro de Economía,
Luis de Guindos, ha explicado a la prensa española desplazada en Luxemburgo
—unas horas antes del inicio del Eurogrupo— que sería "un sinsentido"
una sanción para España. Pero el riesgo
está ahí: y al FMI se le sumaba esta mañana el BCE.
Ambas instituciones creen que Bruselas debe ser dura con los países
incumplidores.
El FMI
reclama a Bruselas más dureza con los países que incumplen
Pero más
allá de los problemas de España, el informe del FMI
sobre la eurozona es demoledor. "Las divisiones políticas
crecientes y el euroescepticismo han debilitado
la posibilidad de acciones colectivas y dejan a la zona euro cada vez más
vulnerable a una serie de riesgos", apunta el Fondo.
La
institución reclama una política económica "más equilibrada", que
combine reformas estructurales con "apoyo fiscal" desde Bruselas, a
través de una ampliación del Plan Juncker de inversión y de otras iniciativas
que estimulen la demanda interna. Berlín y compañía se han resistido una y otra
vez a esa opción, pese al llamamiento del jefe del BCE,
Mario Draghi, al que se suma con claridad el FMI. A largo plazo, la
institución pide incluso un Tesoro europeo, eurobonos y una capacidad fiscal
para la zona euro, algo que está completamente fuera de los radares de Bruselas
por la oposición de Alemania, que se niega incluso a avanzar en la unión
bancaria por la necesidad de mutualizar los fondos de garantía de depósitos.
Desequilibrios
y amenazas
El PIB del
euro crece con fuerza desde hace seis meses. Pero el Fondo considera que la
eurozona está plagada de desequilibrios: en especial, una
inflación desaparecida, altos niveles de deuda
pública y privada, un elevado desempleo y un superávit comercial en Alemania
que se acerca al 10% del PIB y dificulta el ajuste del resto del bloque.
Los desafíos económicos son formidables. Pero las grandes crisis acaban siempre
enfangando la arena política: el FMI apunta que los riesgos políticos
"crecen acusadamente". La
crisis de refugiados, apunta el organismo, ha provocado una fuerte división
"que podría incrementarse" y
limitar la libre circulación de personas y el mercado único. Pero quizá el
riesgo más inmediato es el referéndum del 23-J para
determinar si Reino Unido sigue en la Unión. "Un voto que suponga la
salida o incluso un resultado ajustado a favor de quedarse podría exacerbar las
tensiones y contribuir a un alza del euroescepticismo y de la
incertidumbre".
Lagarde y
los suyos insisten en las recetas de ayer, hoy y siempre —reformas
estructurales y recortes en los países donde la deuda pública ha crecido más
rápidamente—, pero deploran la política económica
seguida en la eurozona. Bruselas asegura que este año habrá una leve
expansión fiscal, y que la política fiscal volverá a ser neutra en 2017. Pero
la economía europea no alcanza velocidad ni siquiera con las medidas
extraordinarias del BCE: el FMI pide "apoyo fiscal", especialmente en
los países con margen para ello (Alemania, claramente, aunque el Fondo evita
señalar a ningún país). Frente a los halcones que dominan el debate de la
política fiscal en Europa, el Fondo reclama mayor activismo: pide un estímulo
centralizado, a través del Plan Juncker o de inversiones públicas patrocinadas
por Bruselas. A cambio, reclama mano dura en el cumplimiento de las reglas
fiscales.
Christine Lagarde, directora gerente del FMI
La
banca sigue débil
Eso no es
todo. El estancamiento económico, la baja inflación, los altos niveles de deuda
pública y privada y las persistentes y elevadísimas
cifras de paro son la versión europea de la crisis financiera que
arrancó en 2008 y que dista mucho de cerrarse. Los problemas
de la banca son tal vez el elefante en la habitación que nadie termina de ver
en Europa. El Fondo señala que la rentabilidad del sector bancario
europeo "es persistentemente débil".
El
saneamiento de los balances de la banca "debería acelerarse", dice el
Fondo, que subraya los altos niveles de morosidad en
varios países. El FMI reclama también "un esquema de garantía de
depósitos común con un colchón fiscal común" para resolver de una vez los
problemas en la banca europea. Para eso, como para todo lo anterior, Lagarde debería levantar el
teléfono y marcar algún número con el prefijo +49,
el alemán. Y escuchar al otro lado algo distinto del ya tradicional
nein.
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