China
lucha para evitar que sus fábricas se muden a países con menores costos
http://lat.wsj.com/articles/SB10835646423000674666704582125270072002662?tesla=y
Empleados en
una fábrica de semiconductores de SMIC (Semiconductor Manufacturing
International Corporation) en Beijing. PHOTO: JIATONGJUN/ASSOCIATED PRESS
Por MARK MAGNIER
lunes,
13 de junio de 2016 0:02
EDT
BEIJING—La
economía china camina por la cuerda floja.
El gobierno
central, preocupado por la pérdida de empresas manufactureras de bajo costo que
optan por trasladarse a otros países, les
está ofreciendo incentivos para instalarse en otras regiones más baratas de
China. Al mismo tiempo, las
autoridades quieren también elevar los salarios y estimular la demanda mediante
el desarrollo de manufacturas de alta tecnología, como semiconductores y
robótica.
Las
autoridades, por ende, tienen que mantener un delicado equilibrio mientras tratan de impedir que los salarios
demasiado rápido como para restarle competitividad a la economía y, por otra
parte, estimulan otras clases de empleo fabril con el fin de aumentar los
ingresos y crear una economía que dependa más del consumo.
China no
publica cifras de cierres o reubicaciones de fábricas. No obstante, según un
análisis de la investigadora Justina Yung de la
Universidad Politécnica de Hong Kong por encargo de la Federación de
Industrias de Hong Kong, la cantidad de plantas en manos de empresas de Hong
Kong que operan en el Delta del Río de las Perlas,
cerca de Hong Kong, descendió en
un tercio a 32.000 en 2013 desde su máximo de 2006. Muchas de esas fábricas
se trasladaron a países con salarios más bajos.
Los costos
laborales de China han crecido más que la inflación durante años, según la
consultora BMI Research, y en la actualidad casi
cuadruplican los de Bangladesh, Camboya, Myanmar y Laos.
Algunas empresas textiles también hallan ventajas en Vietnam. “Mudarse a Vietnam es una tendencia”, dice Wang Wei, gerente general de Guangzhou Weihong Footwear
Industrial Co., que instaló en 2013 su primera fábrica en la ciudad del sudeste de Vietnam Thuan An, desde donde suple a
gigantes del calzado deportivo como Nike Inc., Adidas
AG y Puma SE. Weihong contempla la construcción de una segunda planta de
zapatos y el traslado de varias plantas textiles desde China a Vietnam.
La participación china de la
producción global de manufacturas alcanzó 25% el año pasado, un alza
frente al 7% de 2000, según HSBC Ltd. Para frenar la fuga de empresas a
países de costos más bajos, el gobierno ha ofrecido
subsidios y una gama de incentivos para que los fabricantes se instalen en
ciudades en las regiones occidental y central del país, donde los sueldos llegan a ser 30% más bajos que en las
provincias orientales.
La provincia
de Sinkiang, uno de los principales centros de
cultivo de algodón, ubicada en el extremo occidental del país, tiene
disponibles 20.000 millones de yuanes, unos US$3.000
millones, para ofrecer como incentivos tributarios y subsidios de
arriendo y electricidad para atraer a las empresas textiles. “El país está
haciendo cosas descabelladas para apoyar a Sinkiang y la industria textil”,
afirma Hu Yiteng, subgerente general de Flying Eagle Textile Co., que evalúa
trasladarse a la ciudad. “La ganancia está prácticamente garantizada”.
China ha
logrado retener a las empresas que dependen de la mano de obra barata durante
mucho más tiempo que sus vecinos asiáticos durante una etapa similar de
desarrollo. Los incentivos fiscales, los
subsidios, el gigantesco mercado interno y una buena infraestructura que
incentiva a que las empresas se queden en el país son algunas de las razones,
dice Karlis Smits, economista del Banco Mundial y autor de un estudio sobre los
cambios de la industria china. “A medida que un país se vuelve más rico,
asciende en la cadena de valor y uno prevé que las manufacturas de bajo costo
se muden a otro país”, indica. “Pero las cifras muestran que esto no ocurre [en
China] tanto como uno esperaría”.
Al mismo
tiempo, sin embargo, China está exhortando a sus
empresas a que se automaticen, aumenten el gasto en investigación y
desarrollo y fabriquen productos de mayor valor agregado. También ha
incentivado la adquisición de competidores europeos y estadounidenses que
cuenten con tecnología de punta.
El gobierno
se ha fijado como meta un crecimiento anual de 7% de
las manufacturas y un salto de 15% de la inversión empresarial para
respaldar mejoras industriales de aquí a 2018.
Su éxito
hasta el momento en ascender en la cadena de valor se refleja en las exportaciones de maquinaria y equipos de transporte, que
pasaron del 21% del total de las exportaciones chinas en 1995 al 46% en 2015. A
su vez, la participación de las exportaciones de menor valor agregado cayó en
igual lapso, según HSBC.
Si China
logra estimular el desarrollo de
industrias más avanzadas podría someter a las empresas de países desarrollados
a una mayor competencia en mercados que antes consideraban seguros.
No obstante,
la estrategia también acarrea riesgos. Si China no consigue pasar de la fabricación de productos
básicos a la de productos avanzados y sus costos siguen ascendiendo, podría ser
víctima de lo que algunos economistas han bautizado como “la trampa del ingreso
medio”. Eso, a su vez, podría generar tensiones sociales en un sistema
dominado por un partido político que basa su legitimidad en el acelerado
crecimiento económico y la movilidad social.
El
descontento sobre el traslado de empresas a otros países, despidos y cierres de
plantas tiende a ser moderado tomando en cuenta el control estatal de los
medios de comunicación y la obsesión del gobierno con la estabilidad social. La
tasa oficial de desempleo ronda 4% desde hace dos décadas, aunque algunos
analistas estiman que ha subido reciéntemente.
En el primer trimestre se realizaron 877 manifestaciones laborales
en China, un alza interanual de 35%, según el
grupo de Hong Kong China Labour Bulletin.
La
frustración ha llegado a las redes sociales, donde es más difícil controlar la
información. “Tanto las fábricas chinas como extranjeras se están yendo del país.
Nos vamos a morir de hambre”, escribió alguien en el foro de discusión
en internet Zhihu.
“Las manufacturas
baratas se trasladan al sudeste asiático y las industrias más sofisticadas
regresan a Estados Unidos y Europa”, escribió el usuario Nashuiren en Weibo, la plataforma de
microblogueo de Sina. “Nosotros, los trabajadores migrantes no
podemos hallar empleo. Se viene la gran recesión”.
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