Las
bolsas mundiales se derrumban ante la psicosis que la Fed aumentara la tasa de interés
este miércoles. (Venda ahorita sus bonos y sus acciones, se viene un asteroide económico
como el que les quito su pan a los dinosaurios)
Cambios
tectónicos en bonos, crudo y el dólar con miras a decisión de la Fed
http://lat.wsj.com/articles/SB10976246733703014248504581414593717569076?tesla=y
Janet
Yellen, presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos. PHOTO: REUTERS
Por
Dan
Strumpf,
Saumya Vaishampayan y
Min
Zeng
Lunes,
14 de Diciembre de 2015
0:03 EDT
La Reserva
Federal enfrenta una vez más la inquietud de los mercados conforme se prepara
para subir las tasas de interés por primera vez en nueve años, y mientras los
inversionistas lidian con una caída más profunda en los
bonos basura y el derrumbe de los precios de la energía.
Las
expectativas de que la Fed siga adelante y eleve las tasas en su reunión del
martes y el miércoles no fueron alteradas por una semana difícil, que concluyó
el viernes con un descenso de 1,8% en el Promedio Industrial Dow Jones. Aun
así, la sensación de tensión en los mercados fue inconfundible después de que
los precios del petróleo cayeron 11% en la semana en
Estados Unidos, el descenso más profundo desde marzo, y los mayores fondos de bono chatarra que cotizan en
bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) registraron fuertes
bajas en medio de volúmenes récord de operaciones.
Por ahora,
los gestores de cartera ven los movimientos como una mera corrección del
mercado en lugar de un signo de una tensión más profunda. Muchos dijeron que
planean comprar valores a precios más bajos una
vez que los vaivenes más salvajes se atenúen. Pero pocos dicen que vayan a
subirse a bordo de inmediato, una de las razones por las que los analistas y
operadores señalan que esta temporada de fin de año se perfila como la más
volátil desde la crisis financiera.
“Hay cambios tectónicos
en marcha en el mercado, a la vista de lo que está sucediendo en el mercado de
crédito, el mercado de alto rendimiento, el petróleo y el dólar”, dijo Tom Carter, director gerente de
JonesTrading.
La elevada sensación de ansiedad se refleja en una
variedad de indicadores del mercado. El índice de
volatilidad VIX del Chicago Board of Options
Exchange (CBOE, por sus siglas en inglés), que mide las oscilaciones
previstas en el índice S&P 500, alcanzó el
viernes a 24,39, su nivel más alto desde finales de septiembre.
El
bono del Tesoro estadounidense a 10 años se cotizaba el
viernes a 2,14%, su rendimiento más bajo desde
el 28 de octubre conforme los inversionistas buscan refugio.
El volumen
diario de transacciones en las bolsas estadounidenses ha registrado este mes un incremento interanual de 11%, para llegar
a 7.500 millones de acciones al día. Los volúmenes de operaciones de este mes
son los más altos desde que un descenso de casi 40% en poco más de un mes en el
índice compuesto de Shanghai disparó en agosto una
liquidación profunda. La ola de ventas de China, que se inició el 12 de
junio, se propagó a los mercados de todo el mundo: el Dow
Jones perdió más de 6% de su valor sólo en agosto. Al final, los
mercados se recuperaron
Entre las
principales causas de los descensos más recientes se cuentan una sensación de
malestar respecto de los seis años de expansión económica, marcada por los
informes de desaceleración.
La
actividad fabril de EE.UU. cayó en noviembre a su nivel más bajo desde el fin
de la recesión.
Otros
factores incluyen indicios de que el Banco Popular de
China podría en algún momento comenzar a vincular el yuan a una canasta
de monedas, lo que relajaría el anclaje de la divisa china al dólar, y la
decepción del mercado con la escala de los más recientes planes de estímulo del
Banco Central Europeo.
Esas
preocupaciones se exacerbaron cerca del fin de semana, cuando temores de larga
data sobre la deuda de riesgo se cristalizaron con el abrupto cierre de Third Avenue Focused Credit Fund. Los bonos chatarra estadounidenses registraron el
viernes su mayor caída diaria desde 2011,
intensificando los temores de que los seis años al alza en el mercado de
acciones y otros activos de riesgo puede estar acercándose a su fin.
Y luego está
la Reserva Federal. Algunos operadores dijeron que un aumento de tasas de
interés es un hito importante en el largo camino de salida de la crisis
financiera y de regreso a mercados menos dependientes de los bancos centrales.
Pero otros señalaron que el previsto ajuste de tasas probablemente marcará el
comienzo de una era de mayor volatilidad en los mercados financieros.
“Muchos
inversionistas nunca han experimentado un entorno de tasas de interés en alza,
que amplía la probabilidad de un aumento de la volatilidad para el próximo
año”, dijo Thomas Roth, director ejecutivo del grupo de negociación de deuda
pública estadounidense en Mitsubishi UFJ Securities Inc. en Nueva York.
Al igual que
durante el mal momento que el mercado sufrió en agosto, muchos operadores miran
de cerca los cambios en las acciones en busca de una pista sobre lo que podría
suceder en las próximas semanas.
El índice VIX, que se basa en los precios de las opciones
que tienen como referencia el S&P 500, terminó la
semana por encima de su promedio de una década, en 20, y en su nivel más
alto desde el 30 de septiembre, una señal de las expectativas sobre las
oscilaciones en las acciones para los próximos 30 días.
Los contratos de futuros vinculados con el VIX
también subieron el viernes conforme las acciones cayeron. Los analistas
dijeron que los precios señalan una mayor preocupación por el corto plazo que
por el futuro más lejano.
Los futuros
del VIX que vencen en unos pocos meses suelen ser más caros que los contratos
con vencimiento en el mes en curso, lo que refleja la mayor posibilidad de
grandes oscilaciones en las acciones durante un período más largo.
Pero
contratos que vencen este mes tienen valores considerablemente más altos que
los futuros a más largo plazo. El contrato de futuros VIX que expira la próxima
semana se elevó el viernes a 23,65, por encima del contrato de futuros de
abril, que llegó a 21,55. Eso sería “una señal de temor a corto plazo”, dijo
Ilya Feygin, director gerente de WallachBeth Capital.
Otro signo
de estrés: los inversionistas están apostando a que las
acciones de las grandes empresas de EE.UU. atravesarán mayores oscilaciones de
precios que sus pares más pequeñas. Por lo general, las grandes empresas
son vistas como más estables porque tienen varias fuentes de ingresos que
podrían compensar entre sí en diferentes entornos.
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