Gobierno
peruano ofreció dar asilo a 20,000 sirios pero 100,000 peruanos de la selva (de
la etnia ashaninka ) sufren hambre y desnutrición crónica .
Niños sirios que huyen de la guerra
El
80% de niños asháninkas menores de cinco años padece de desnutrición
http://gestion.pe/economia/80-ninos-ashaninkas-menores-cinco-anos-padece-desnutricion-2150609
Martes,
08 de diciembre del 2015
Transportar
leche, quinua y anchoveta a las comunidades del río Ene demora 15 días en bote.
La mala alimentación también se refleja en la situación de la educación en la
selva amazónica.
El hambre
acecha a la tribu de 97,000 miembros en la selva amazónica. (Foto: AP)
(AP).- La desnutrición y el hambre agobia a
nativos asháninkas en la amazonía peruana. Las incursiones y asaltos realizados
durante años por madereros, mineros, colonos e integrantes de Sendero Luminoso
han reducido la extensión de sus tierras. También dejó a muchos de sus 97,000
miembros desnutridos.
El problema
de la desnutrición ha afectado principalmente a los niños. Según cifras de la Central Asháninka del río Ene (CARE), el 80% de los niños
menores de cinco años padece de desnutrición.
El Estado
peruano también ha tratado de ayudar y desde 2013
ofrece un programa alimentario para 3,200 estudiantes de las 54
comunidades nativas que habitan a lo largo del río Ene.
Desde
entonces, los escolares probaron por primera vez la leche de vaca y la quinua.
Y ahora también comenzaron a comer anchoveta.
[ Lee
también: Indígenas de Brasil y Perú denuncian que mafias de tala ilegal
asesinan nativos ]
La mala
alimentación se refleja en los resultados educativos. En 2014, sólo el 5% de
estudiantes de las riberas del Ene aprobaron un examen realizado por la
organización indígena y el gobierno.
El único
puesto de salud de Potsoteni no tiene luz ni agua potable y funciona sin
información sistematizada sobre las enfermedades más frecuentes, según la
Defensoría del Pueblo.
El río Ene,
que se extiende por 180 kilómetros en la Amazonía, es fuente de vida para los
indígenas pero cada día los líderes locales lo perciben más contaminado porque
ahora se ha convertido en un lugar donde se arroja la basura, a veces se
defeca, o en el destino final de insumos químicos líquidos como kerosene y
ácido sulfúrico que usan los narcotraficantes que procesan cocaína en medio del
bosque.
“Del río se
saca los peces y varias comunidades toman su agua, por eso es muy importante
para nosotros”, dice Caleb Cabello, un maestro de secundaria de Potsoteni.
Las malas
condiciones de vida se repiten para los más de 97,000 asháninkas que viven en
la selva peruana. La desnutrición se ahondó en la década de 1980-2000 durante
el enfrentamiento entre las Fuerzas Armadas y Sendero Luminoso.
Más de
10,000 asháninkas fueron desplazados, 6,000 murieron y 5,000 fueron
esclavizados por senderistas, según el informe de la Comisión de la Verdad y
Reconciliación (CVR).
En la
actualidad, transportar leche, quinua y anchoveta a las comunidades del río Ene
demora 15 días en bote. Lograr que los escolares acepten los nuevos alimentos
es un reto mayor.
[ Lee
también: Banco Mundial aprobó una donación de US$ 5.5 millones para comunidades
amazónicas peruanas ]
“Estamos
enseñando a las madres el valor nutritivo de los alimentos”, dijo Luis
Contreras del programa alimentario “Qali Warma”, vocablo quechua que significa
“niño vigoroso”.
Cabello, el
maestro en Potsoteni, despidió a los estudiantes el último viernes de noviembre.
Partieron en bote por el río Ene hacia sus aldeas alejadas.
“Ahora
empieza su odisea en estos meses de vacaciones. Van a su casa medio gorditos, y
van a regresar muy flacos”, dijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario