Ante
la desaceleración de las ventas a nivel mundial de los Smartphone y los bajos
precios , estos se están convirtiendo en el control remoto (por voz ) de otras cosas,
aplicando Siri, de Apple, Alexa, de Amazon.com Inc., y Google Assistant, de
Alphabet Inc. Así que en las próximas generaciones
de celulares la innovación provendrá del software y Huawei (en 5 años) será el
principal fabricante de celulares
Los
smartphones apuestan al software ante la desaceleración de las ventas
http://lat.wsj.com/articles/SB11194779770217384444004582555672922450682?tesla=y
Los envíos
de teléfonos inteligentes en el mundo se enfrían conforme el mercado se ha
saturado. PHOTO: EDUARDO MUNOZ/REUTERS
Por BETSY MORRIS
jueves,
12 de enero de 2017
17:32 EDT
Casi una
década después de su despegue, el smartphone está en un punto de inflexión.
Los
adelantos en el hardware se han vuelto
incrementales y las ventas se han desacelerado. No obstante, el desarrollo del software y servicios de los teléfonos está
en auge, impulsado principalmente por los avances en el ámbito de la inteligencia artificial, lo que ha expandido las
funciones de los aparatos y los ha vuelto más indispensables.
El cambio
está sacudiendo la industria. El menor crecimiento ha intensificado una guerra
por participación de mercado en China y ha puesto a Huawei
Technologies Co., el tercer fabricante de teléfonos inteligentes del
mundo, en competencia directa con los líderes del mercado, Apple Inc. y Samsung Electronics Co.
Se trata
también de una de las principales razones detrás de la compra por US$39.000
millones de NXP Semiconductors NV por parte de Qualcomm Inc., que intenta
depender menos de los chips que provee para los smartphones. También es el
motivo por el que Apple, una empresa reconocida por su hardware, se jacta del
crecimiento de sus servicios.
Después de
que Apple lanzó el iPhone hace una década, un aniversario que se cumplió esta
semana, las ventas globales de smartphones se dispararon durante años. Los
despachos de unidades crecieron 75,8% interanual en
2010. Los envíos, sin embargo, han perdido fuerza y se expandieron 10%
en 2015 frente al año previo. En 2016, habrían
registrado un crecimiento interanual de apenas 0,6%, según International
Data Corp. La proveedora de datos rival Gartner Inc., en tanto, proyecta un
crecimiento interanual de 4,5% en 2016, comparado con un avance de 14,4% en
2015, pero anticipa una caída de 1,1% de los teléfonos inteligentes premium,
como el iPhone y la serie Galaxy S, de Samsung.
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Varios
factores han enfriado las ventas de teléfonos
inteligentes. IDC estima que en 2016 se vendieron 1.450 millones de estos celulares en el mundo, con lo que
buena parte del mercado global está saturado. A su vez, los operadores de
telecomunicaciones en Estados Unidos han dejado de subsidiar su compra a cambio
de la firma de contratos de largo plazo y optado por exigir el pago del
dispositivo, una suma que en el caso de un iPhone 7
asciende a US$649. La consecuencia es que los consumidores demoran más
en cambiar sus modelos. Citigroup calcula que la tasa
de reemplazo se alargó de 24 meses en 2011 a 31,2 meses ahora.
Si bien los
fabricantes de celulares han agregado nuevos elementos recientemente, como un
segundo lente de cámara y resistencia al agua, pocos analistas prevén nuevos
adelantos de hardware que puedan impulsar el crecimiento de las ventas más allá
de un dígito en un futuro cercano.
“La pregunta
es: ¿puede haber algo más que reactive las ventas?”,
señala Gene Munster, quien acaba de dejar el banco de inversión Piper Jaffray
para formar una firma de capital de riesgo. Algunas características que podrían
estimular la demanda demorarán años en llegar al mercado, como pantallas
plegables que permitirían meter en el bolsillo una combinación de teléfono y
tableta, o una mejora substancial de la realidad aumentada que iría más allá de
los juegos rudimentarios y permitiría usos prácticos como determinar si una
silla que quiere comprar se verá bien en la sala de estar.
Aunque los
avances del hardware han sido menos interesantes, el
software está cambiando a una velocidad asombrosa, impulsado por la
forma en que las computadoras procesan enormes cantidades de datos usando
técnicas de inteligencia artificial.
Esto ha
permitido grandes adelantos en el software de reconocimiento de voz que han conducido a versiones muy superiores
de asistentes virtuales como Siri, de Apple, Alexa, de
Amazon.com Inc., y Google Assistant, de Alphabet Inc.
El parlante Echo, de Amazon, que utiliza Alexa, y las
nuevas gafas de sol Spectacles, de Snap Inc.,
que tienen cámaras incorporadas, son ejemplos de lo que Benedict Evans, socio
de la firma de capital de riesgo Andreessen Horowitz, denomina “computación sin
fricciones”, es decir aparatos fáciles
de usar que unen aplicaciones y hardware más allá de los teléfonos inteligentes.
Ben
Schachter, analista sénior del banco Macquarie Capital, dice que “nuestra
opinión es que la próxima gran innovación será externa al dispositivo,
provendrá del software”. El analista espera un uso cada vez mayor del
software para propósitos de entretenimiento, salud, innovación en el hogar y
automotores.
Aunque Apple resaltó el iPhone 7 en octubre, cuando anunció
sus resultados, pasó una gran cantidad de tiempo promocionando su negocio de
servicios, que abarca Apple Pay y la App Store. Los ingresos por concepto de
servicios crecieron 24% interanual durante el último trimestre para sumar US$6.300
millones. La cifra equivale a 22% de la facturación del iPhone, pero esta cayó
13% interanual en dicho período. Tim Cook, presidente ejecutivo de Apple, dijo
que el negocio de servicios casi se ha duplicado en los últimos cuatro años y
se encamina a tener el tamaño de una de las 100 mayores empresas de EE.UU. en
el actual año fiscal, que cierra en septiembre.
Gran parte
del éxito de los teléfonos inteligentes de Apple se debe a su control del
hardware y del software. Ahora, Google trata de emular el ejemplo. La empresa
durante años centró su negocio de telefonía móvil en desarrollar el software
del sistema operativo Android, que ofrece en
forma gratuita, y que está presente en 85% de los
smartphones vendidos cada año en todo el mundo. En octubre, sin embargo,
la compañía lanzó su propio teléfono inteligente: el Pixel.
En el caso
de otras empresas de hardware, la batalla por cuota de mercado se ha vuelto más
feroz conforme el pastel crece de forma más lenta. Huawei,
que duplicó sus ingresos en los últimos cinco años, aspira a ser el mayor fabricante de teléfonos inteligentes dentro de cinco
años. La empresa china presentó su modelo de gama alta Mate 9 el mes
pasado en Alemania (cuesta US$776 en Europa). También lanzó el Honor 6X, orientado a la Generación del Milenio en
EE.UU. con un precio de US$249 por la versión
básica.
“El smartphone está
cambiando. Se está convirtiendo en el aparato de control” de parlantes
o el televisor cuando extraviamos el control remoto, dice Raj Talluri,
vicepresidente sénior de gestión de producto de Qualcomm. “El teléfono se
convierte en el centro”.
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