Lenovo compro Motorola
cuando el mundo de los teléfonos celulares inteligentes se estaba saturando y la renovación de equipos era lenta y el mundo entro en desaceleración económica;
luego Motorola era de presupuestos caros y servicios caros ejemplo: su constelación
de 66 satélites Iridium era carísimo
Lenovo
creía que sabía reparar una marca, hasta que compró Motorola
El
presidente ejecutivo de Lenovo, Yang Yuanqing, en su oficina de Beijing. PHOTO:
FOR THE WALL STREET JOURNAL
Por
Por Kathy Chu y
Juro
Osawa
martes,
17 de enero de 2017
16:59 EDT
Cuando en octubre de 2014 el conglomerado chino de tecnología Lenovo Group Ltd. asumió el control del alicaído
pionero de la telefonía celular Motorola Mobility,
el presidente ejecutivo, Yang Yuanqing, prometió volver a posicionar la marca como
un líder global.
Al dirigirse
al personal de Motorola en la sede de la compañía en Chicago luego de que se
cerró la operación de US$2.910 millones, Yang
les dijo que sus talentos catapultarían a la empresa combinada a dominar el
mercado global, según el testimonio de varios asistentes. Combinadas, enfatizó,
las dos compañías ya eran el tercer fabricante mundial
de teléfonos inteligentes por envíos.
Yang
consideró el acuerdo como una forma de repetir el éxito logrado una década
antes, cuando Lenovo adquirió la división de computadoras personales de International Business Machines Corp., un negocio que
arrojaba pérdidas, y la transformó en el mayor fabricante de PC del mundo.
Sin embargo,
dos años después de la compra de Motorola, Lenovo ha
realizado cerca de 2.000 despidos en Estados Unidos y su posición entre
los mayores fabricantes de smartphones del mundo cayó
del tercero al octavo lugar. En mayo, Lenovo anunció su primera pérdida
anual desde 2009, la que Yang atribuyó parcialmente a los costos de reestructuración
tras la compra de Motorola.
“Subestimamos
las diferencias de la cultura y del modelo de negocios”, reconoció el ejecutivo
en una entrevista.
Los
problemas de Lenovo demuestran los riesgos que corren las empresas chinas
cuando se internacionalizan. Alentadas por el gobierno, las firmas de ese país
gastaron US$226.400 millones en su expansión
internacional en 2016, un máximo histórico, según la proveedora de datos
Dealogic. Compraron un fabricante alemán de electrodomésticos, un desarrollador
de videojuegos finlandés, un fabricante de aluminio estadounidense y el coloso
agrícola suizo Syngenta AG, entre otras transacciones.
Los
reguladores y legisladores de países como EE.UU., Alemania y Australia han
empezado a seguir más de cerca a los pretendientes chinos ante los temores de
que sus adquisiciones generen menos empleos y otros beneficios de los previstos
y planteen riesgos de seguridad nacional. El gobierno
chino también ha empezado a enviar señales de incomodidad por la
velocidad de las compras en el exterior en un momento en que la fuga de capitales
es uno de los temas que lo desvela.
Entrevistas
con decenas de empleados actuales y antiguos de Lenovo y Motorola indican que
una integración deficiente fue sólo uno de los numerosos errores que cometió el
grupo chino. El éxito de Yang con IBM lo llevó a varias
equivocaciones estratégicas, dicen las fuentes.
La más
importante fue que Lenovo carecía de una visión clara sobre cómo tener éxito en
algunos de sus mayores mercados. Yang promovió las
ventas de Motorola en China, donde los teléfonos de Lenovo ya eran dominantes
y el mercado se estaba saturando con la llegada de nuevas marcas. Las ventas de Motorola nunca despegaron.
En EE.UU.,
Lenovo elevó primero y luego redujo el gasto en publicidad y desarrollo de
productos. Motorola perdió aún más terreno frente a
Apple Inc., Samsung Electronics Co. y la china ZTE Corp., que vende
teléfonos baratos.
Yang, de 52
años, sostiene que los problemas de Lenovo no son los mismos que aquejan a
otros compradores chinos. “Ya convertimos en forma exitosa a Lenovo en una
empresa internacional”, afirmó. “Nuestro problema fue que no nos conocíamos”,
agregó en alusión a Lenovo y Motorola.
El ejecutivo
cree que el negocio de smartphones de Lenovo está listo para despegar. En 2016,
la empresa aumentó en 30% el gasto en publicidad y marketing de Motorola y que
observa una robusta demanda global del nuevo modelo insignia del fabricante
estadounidense, el Moto Z.
En
2005, cuando Lenovo compró el negocio de computadoras personales de IBM, numerosos observadores estimaron
que el fabricante chino era demasiado pequeño e inexperto para enderezar el
rumbo de la filial. El propio Yang calificó la operación como una boa
tragándose un elefante.
No obstante
Lenovo, que detectó una oportunidad para establecer una presencia
internacional, se preocupó de conservar la base de clientes
corporativos de IBM en EE.UU. y, al mismo tiempo, expandir la marca en los mercados emergentes y en nuevas divisiones de
negocios, una estrategia que denomina “proteger y atacar”.
Yang
trasladó temporalmente su domicilio a Carolina del
Norte para entender a cabalidad el negocio de IBM y aprender inglés y retuvo a
los principales ejecutivos de la filial. La compañía china pronto superó
a HP Inc. y Dell Inc. y pasó a ser el mayor fabricante
de PC del mundo.
Motorola era
un blanco atractivo para Yang. Su primer celular a mediados de los años 90 era
de esa marca, una época en la que marcaba un ascenso meteórico en Lenovo, donde
empezó repartiendo computadoras en bicicleta y llegó a encabezar el negocio de
PC.
En enero de
2014, Lenovo adquirió Motorola Mobility de manos de Google, que se quedó con la
mayoría de sus patentes.
El mercado de telefonía móvil tiene una larga lista de gigantes
caídos, como Nokia Corp., que no logró hacer a tiempo el cambio de los teléfonos tradicionales a los inteligentes. Aunque
Motorola era una de las cinco mayores marcas de móviles cuando la compró
Lenovo, registraba pérdidas y estaba muy detrás de los líderes del mercado.
Muchos
analistas pensaron que la combinación podía dar frutos, teniendo en cuenta la
experiencia de Lenovo. El éxito de IBM, en particular, creó “un cierto aura de
invencibilidad”, señala Neil Mawston, analista de Strategy Analytics.
Lenovo era
un gigante en China, donde alcanzó brevemente el primer lugar en ventas en
2014. Yang optó por mantener a Lenovo y Motorola como marcas separadas. Motorola se dirigiría al mercado de alta gama, compitiendo
contra Apple y Samsung, mientras que Lenovo se concentraría en los
dispositivos más baratos. A algunos ejecutivos les preocupaba que Motorola perdiera fuerza en EE.UU. y Brasil, que
representaron la mayor parte de los 10,6 millones de teléfonos enviados en el
último trimestre de 2014.
Lenovo
anunció en enero de 2015 el regreso de Motorola a China, pero decidió vender los modelos
exclusivamente por internet, emulando la estrategia de Xiaomi
Corp. Los cibernautas, no obstante, mostraron poca afinidad por los
dispositivos de Motorola, cuyos precios eran altos. Motorola
no divulga sus ventas en China, pero la firma de investigación International
Data Corp. (IDC) calcula que los envíos en China rondaron las 200.000 unidades en 2015, comparado con 65 millones de
Xiaomi.
A su vez,
mientras las ventas de Motorola caían en EE.UU., algunos empleados apuntaban el
dedo a la falta de inversión. La compañía gastó US$21,6
millones en publicidad en EE.UU. durante el primer semestre de 2015,
comparado con US$178,8 millones de Samsung, según
Kantar Media.
Durante una
reunión de emergencia entre una decena de ejecutivos de Lenovo en Beijing en
junio de 2015, Yang acusó a los gerentes de no hacer lo
suficiente en el mercado móvil, en especial contra Xiaomi, según un
asistente al encuentro. “Aunque les pegue con un martillo, no van a despertar”,
dijo Yang según una fuente, un comentario que fue recogido por la prensa china.
Ante los
tropiezos de Motorola en las dos mayores economías del mundo, Lenovo anunció en agosto de 2015 un recorte de costos de US$1.350 millones
anuales y el despido de 3.200 empleados.
En el
trimestre finalizado en septiembre, la participación de Lenovo en el mercado
chino de teléfonos inteligentes era inferior a 2%, tras haber rondado 12% en
los tres años previos, según IDC. Motorola descendió al sexto lugar en EE.UU.,
tras haberse ubicado en los cinco primeros puestos en 2014 y 2015. Los envíos
de sus modelos a China son insignificantes, según IDC.
Si bien
Lenovo ascendió dos puestos para alcanzar el sexto lugar entre los principales
fabricantes de smartphones del mundo en el tercer trimestre de 2016, no está
claro si la empresa conservará el puesto, dice el analista de IDC Bryan Ma.
Lenovo
anunció en septiembre otros 1.000 despidos, la mayoría de ellos en Motorola, según fuentes al tanto.
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