Pobre
Rusia
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/24/actualidad/1398369067_348874.html
El relato
victimista sobre la política de Putin está formado por falsedades y prejuicios
ideológicos
ESPECIAL
Toda la información sobre la crisis de Ucrania
JOSÉ IGNACIO TORREBLANCA 24 ABR 2014 - 21:51 CET217
Las acciones
de Rusia no son más que la respuesta legítima y, por cierto, sumamente
contenida, a las constantes humillaciones sufridas por ese país desde que en
1991 decidiera abandonar el comunismo. Depuestas las armas por el eterno rival
ideológico y seguro de su supremacía económica y militar, Occidente se ha dedicado a someter y humillar a Rusia de tal manera que
nunca pueda volver a resurgir.
Este programa se habría ejecutado valiéndose
de una doble pinza formada, en primer
lugar, por instrumentos económicos como las inversiones en sectores clave de la economía rusa (materias primas e
hidrocarburos), pero de forma más profunda y dañina aún mediante la imposición por parte del FMI de un
programa de privatizaciones que habría destruido el Estado social ruso, socavado
las perspectivas de una democracia real y creado
una clase de oligarcas corruptos sin más principios que el enriquecimiento y el
servilismo a Wall Street y la City.
En paralelo
al sometimiento económico, Occidente habría seguido una lenta pero inexorable
política de aislamiento geopolítico de Rusia.
En lugar de
disolver la OTAN, que hubiera sido lo lógico
teniendo en cuenta la disolución del Pacto de Varsovia,
Occidente no cejó hasta que logró que
todos los exsocios europeos de la URSS, desde Estonia hasta Rumanía, se
integraran en la OTAN.
La ambición
de la UE no habría sido menor, pues inmediatamente después de la caída del muro
absorbió a nada menos que 16 países, muchos de
ellos históricos aliados de Rusia, como Bulgaria,
o tradicionalmente neutrales, como Austria o Finlandia,
creando un mercado interior de 500 millones de habitantes inmensamente rico
desde el que imponer las normas y estándares que Rusia debe cumplir si quiere
participar en la economía mundial. Y para rematar la jugada, Occidente no sólo
machacó al único aliado ruso en la región, Serbia,
sino que se dedicó a promover las llamadas “revoluciones de colores” en todo el
espacio exsoviético, desde Ucrania hasta Kirguizistán,
con el objetivo de lograr aún más aliados para su causa de mantener a Rusia
rodeada y sometida.
Lo visto en
Ucrania estos últimos meses no sería sino el último hito en esta perversa
estrategia. ¿Qué más hace falta para unir con una línea recta los tres puntos
que constituyen la oferta europea de un acuerdo comercial a Ucrania, el
ensalzamiento como héroes a los derechistas del Maidán y el engaño a Yanukóvich
por parte de los ministros de exteriores de la UE, que le prometieron una
transición mientras por detrás organizaban un derrocamiento?
¡No es de extrañar que Putin haya
dicho basta! ¿De qué
nos sorprendemos? ¿De que los demás pueblos del mundo también quieran un
trocito de dignidad?
Aunque
seguro que hay quien considera este relato un ajustado reflejo de la realidad,
está íntegramente formado por falsedades y prejuicios ideológicos. Lo peor: que
dando por buena esta versión, hacemos imposible desarrollar una política
coherente hacia la Rusia de Putin. En el blog Café
Steiner en elpais.com rebato esos argumentos. Les invito a visitarlo y
continuar allí la discusión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario