El
futuro de los suministros de energía mundiales parte IV del WSJ
China liderara la producción de 3 tipos de energía marítima.
La
energía marina hace olas en China
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SPANISH April
1, 2014, 12:02 a.m. ET
La extensa costa del país se
convierte en terreno fértil para proyectos que podrían generar una férrea
competencia
Por SIMON HALL
Atlantis
Resources
Una de las turbinas que se está
probando para generar energía en el mar.
HONG
KONG—En la carrera por
aprovechar el océano, una de las mayores fuentes de energía limpia del mundo,
China está surgiendo como un importante campo de pruebas.
Esto podría
elevar la competencia con las compañías occidentales,
en especial si para expandirse rápidamente las empresas chinas empiezan a usar
tecnologías desarrolladas en forma conjunta con socios extranjeros.
La Unión Europea ha liderado hasta ahora los esfuerzos
para aprovechar el océano como fuente de producción
de electricidad, para lo que existen tres tecnologías:
Turbinas
submarinas que extraen
energía del ciclo de la marea,
Boyas
de superficie que
dependen del movimiento de las olas y
Sistemas
que explotan las diferencias en la temperatura del agua.
El primer
generador comercial de flujo de marea conectado a la red eléctrica fue
instalado en Irlanda del Norte en 2008.
El grupo industrial alemán Siemens AG, SIE.XE +0.61% un
importante inversionista en energía marina, proyecta que la marea sola podría
algún día proveer energía a 250 millones de hogares
alrededor del mundo.
La francesa Alstom SA también está desarrollando la
tecnología.
No obstante,
con 18.000 kilómetros de costa con gran potencial
energético y con su creciente problema de contaminación, China es vista
por muchos expertos como un terreno fértil para lanzar y comercializar
tecnologías que dependen de la energía del océano.
China,
por su parte, está acelerando su inversión en el sector.
Empresas extranjeras, entre ellas la estadounidense Lockheed Martin Corp., están probando equipos y formando empresas
conjuntas en el gigante asiático.
Entre los
planes con apoyo chino que están en evaluación figuran una pared dinámica de fuerza de marea, con turbinas que utilizan
cuchillas curvas diseñadas para permitir que anguilas y peces pasen a través de
ellas sin hacerse daño.
De
aprobarse, este proyecto podría abastecer tanta energía como dos grandes reactores nucleares y medio.
Su precio
podría alcanzar los US$30.000 millones.
Los
inversionistas incluyen el gobierno holandés y
un consorcio de ocho empresas de ese país entre
las que están la firma de ingeniería Arcadis NV y
Strukton Groep NV.
El proyecto
supera con creces a otros emprendimientos de energía marina y podría producir
electricidad de forma más económica que los campos eólicos marinos, dice Dimiti
de Boer, un asesor sénior de la Organización de
las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial en Beijing.
El plan
incluye la construcción de una pared perpendicular a la costa que luego se abre
en una T, con una extensión de cerca de 30 kilómetros y con turbinas que
canalizan y concentran la energía del agua de la marea. Beijing ha provisto
US$3,3 millones para estudios de viabilidad que se llevan a cabo en China.
Su
construcción no empezaría hasta dentro de por lo menos una
década, aunque hallazgos iniciales sugieren que las
aguas poco profundas de las costas de China, Corea del Sur y Europa
serían apropiadas.
"China
está a la vanguardia" en desarrollo de tecnología de energía marina, señala De Boer.
Producir
electricidad del agua es mucho más costoso que utilizar carbón, petróleo,
reactores nucleares o viento, y algunas tecnologías que están siendo probadas
en China podrían ser poco prácticas.
Desde 2010,
Beijing ha invertido cerca de 1.000 millones de yuanes, o casi US$160 millones, en energía de mar, dice Wang Chuankun, ex secretario general del comité de
energía oceánica de la Sociedad de Energía Renovable de China, una agrupación
académica.
La inversión
privada en proyectos de energía marina en Europa
ha alcanzado aproximadamente US$825 millones en
los últimos siete años.
El
Departamento de Energía de Estados Unidos
respalda varios esfuerzos de investigación en la costa del Pacífico. Chile, Australia y otros países también tienen
proyectos sustanciales en marcha.
En
Chile, el Banco Interamericano de Desarrollo ayudará con US$2,4 millones a financiar dos programas pilotos,
uno mareomotriz y otro de olas, frente a las
costas del sur del país.
Sin embargo,
muchas personas en la industria creen que China será clave.
Lockheed está trabajando con el conglomerado chino Reignwood Group para construir la primera
estación de conversión de energía termo-oceánica de
gran escala.
Las
compañías planean decidir para junio en qué lugar de Asia construirán un
complejo de 10 megavatios que usaría agua cálida de superficie para calentar amoníaco, que
tiene un punto de ebullición bajo, para que el vapor eche a andar turbinas sin
emisiones de carbono.
El vapor
luego es condensado utilizando agua más profunda y más fría y el ciclo se
repite, produciendo un flujo constante de electricidad a un costo de unos 15 centavos el kilovatio-hora.
Eso es más
caro que la energía nuclear pero mucho menos que los 22 centavos de las
turbinas de viento en el mar, según el gobierno de EE.UU.
Diez
megavatios es suficiente para proveer electricidad a cerca de 10.000 hogares de
la costa oeste de ese país.
Lockheed cree que construir generadores de gran escala para proveer
servicios a hogares es económico y técnicamente viable, dice Dan Heller, vicepresidente de nuevos proyectos de la
empresa.
Atlantis
Resources Ltd., por su
parte, está construyendo el mayor proyecto de flujo de marea del mundo, capaz
de abastecer de energía a 200.000 hogares en Escocia
utilizando cientos de generadores en el fondo del mar. Este año planea instalar
una turbina cerca de Shanghai como parte de un proyecto del gobierno chino.
Algunos
expertos indican que la cooperación entre las pioneras occidentales y chinas en
este segmento podría devenir en una acalorada competencia a medida que el
mercado evoluciona, tal como ocurrió en los sectores eólico y solar.
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