Gigantesca
oportunidad global de negocio en Nigeria:
abastecer de electricidad a todo el país con todo tipo de centrales eléctricas,
(solares, eólicas, carbón, a gas o nucleares, hidroeléctricas) y luego
venderles televisores, refrigeradoras, etc.
Nota del autor del blog: recuerde
que la economía de Nigeria es más grande que la de Sudáfrica según un reporte
de hace una semana. Así, tal vez en lugar de BRICS debería hablarse de BRICN
Nigeria
encomienda a sus ricos solucionar la falta de electricidad del país
http://online.wsj.com/news/articles/SB10001424052702303380004579521913140309916?tesla=y&tesla=y&mg=reno64-wsj&url=http://online.wsj.com/article/SB10001424052702303380004579521913140309916.html
By :
DREW HINSHAW
April 25,
2014 12:02 a.m. ET
Entre las
trabas al suministro eléctrico en Nigeria están
las líneas oxidadas, los robos y los
saboteadores.
Arriba, un
empleado del Estado trabaja en cables de electricidad en Lagos. ASSOCIATED PRESS
LAGOS—La campaña por volver a encender la
luz en Nigeria está enfrentando a algunos de los hombres más ricos del país
contra las oxidadas líneas eléctricas, los robos de electricidad y los
saboteadores.
Desde su independencia del Reino Unido en 1960, el gobierno
nigeriano ha construido sólo 12
centrales de generación eléctrica, hoy en día todas en mal estado.
Mientras
tanto, su población se ha triplicado a 174 millones de
habitantes.
El
resultado: Nigeria produce menos de la
mitad de electricidad que el estado de Dakota del
Norte, en Estados Unidos, cuya
población es 249 veces inferior a la nigeriana.
Hay
apagones 320 días al año,
según datos del Banco Mundial.
Ahora, la
primera economía de África ha pedido a sus empresarios más ricos que reactiven
las centrales.
En
noviembre, el gobierno nigeriano subastó seis centrales eléctricas, incluida
una destartalada instalación de 50 años ubicada cerca de un pantano.
Esa planta
pertenece ahora a Tony Elumelu, un
multimillonario nigeriano cuya compañía se hizo conocida por gestionar un
resort de la cadena de hoteles Hilton.
En los próximos meses, el hotelero espera
poder resucitar la central eléctrica y abastecer de energía a un país en el que
en las oficinas corporativas de las principales ciudades cargan sus portátiles
con baterías de auto y los pobres viven a la luz de las velas.
"Las cosas
cambiarán",
aseguró Elumelu, presidente del directorio de la
firma de inversión Heirs Holdings, el pasado
octubre, días antes de que el gobierno le diera las llaves de la central. "Verán lo que hace la electricidad".
Nigeria no
es el único país de África que está cediendo la gestión de infraestructuras
deterioradas a sus ciudadanos multimillonarios. Estados
africanos como Costa de Marfil o Etiopía están vendiendo sus activos, desde puertos hasta líneas
ferroviarias y refinerías.
No obstante,
las ventas de activos eléctricos en Nigeria constituyen el ejemplo más
significativo de este esfuerzo.
Lagos espera
que estos nuevos fondos y equipos, como turbinas,
contribuyan a generar 25.000 megavatios para 2020, 10 veces más de lo
que se produce actualmente en el país.
Es un
objetivo ambicioso.
Incluso
25.000 megavatios no bastarían para proveer luz todo el día, afirman las empresas y analistas.
Nigeria, según ellos, necesita hasta 170.000 megavatios para generar
electricidad las 24 horas del día para sus 174 millones de habitantes, una
población que, según las proyecciones de Naciones
Unidas, aumentará en otros 100 millones en los
próximos 15 años.
Y hay
múltiples dificultades. La mitad de la electricidad que se genera en Nigeria es
robada o se pierde en sus redes eléctricas, que tienen un cuarto de siglo de
antigüedad.
Las compañías han asumido la tarea de instalar
medidores y cobrarles a cientos de miles de hogares nigerianos que conectan
cables a postes de luz cercanos sin pagar por la electricidad.
Además,
Nigeria tendrá que desplegar nuevos gasoductos para
aprovechar sus reservas de gas —las octavas más grandes del mundo— para alimentar
esas turbinas.
Un problema
son los saboteadores que acechan los pantanos y que lanzan granadas a los pocos
gasoductos existentes en un intento por extorsionar al gobierno nigeriano a
cambio de seguridad.
No obstante,
nada de esto ha intimidado a los nuevos barones eléctricos nigerianos.
Elumelu pagó US$300
millones por una participación de 60% en la
central eléctrica.
El empresario tiene cierta experiencia: para alumbrar su
hotel de 10 pisos, ha instalado un generador enorme en la propiedad, que genera
cuatro megavatios, más de lo que producía hasta hace poco el país de Guinea-Bissau.
Su lógica es
simple, ya que, según él, debido a los apagones, los nigerianos consumen poca electricidad, menos
que Puerto Rico.
Sin embargo,
una vez que la electricidad fluya hacia
los hogares, decenas de millones de personas se apresurarán a comprar refrigeradores,
aires acondicionados o hervidores de agua eléctricos, que funcionarán con
energía de las turbinas.
De todos
modos, es una tarea monumental.
Cuando el
equipo de Elumelu tomó posesión de la central eléctrica en noviembre, descubrió
que los técnicos no usaban gafas de seguridad, ni siquiera zapatos. Algunos se
adentraban en las entrañas de las letales turbinas de gas con simples
sandalias.
Tampoco
habían mantenido en buenas condiciones los componentes de las turbinas, lo que
ha inutilizado a las enormes máquinas.
La planta
genera 160 megavatios, la mitad de lo que creía Elumelu cuando compró la
instalación.
"Quizás algunos de
nosotros no sabíamos que estaría tan mal", explica Adeoye
Fadeyibi, presidente ejecutivo de Transcorp
Ughelli Power Ltd., la filial de Heirs Holdings que gestiona la central.
Fadeyibi
espera que para fin de año haya capacitado a sus trabajadores y que las
turbinas estén funcionando.
Entonces, se instalarán nuevas turbinas y se aumentará
la producción a 3.000 megavatios en 2016.
El ejecutivo
anunció que está en conversaciones con el conglomerado estadounidense
General Electric Co. GE +0.15% y
el alemán Siemens AG SIE.XE +0.03% , mientras intenta decidir a cuál de los dos comprará turbinas.
Los préstamos con bajos intereses del
Banco de Exportaciones e Importaciones de EE.UU. inclinan la balanza hacia GE, añadió.
En los
próximos cinco años, a medida que las plantas que vende el gobierno instalan
nuevas turbinas, GE prevé registrar ingresos de US$1.000 millones en Nigeria.
Su rival Siemens estima
instalar cerca de 5.000 megavatios en el país para 2020.
"Todo el mundo se
está subiendo al tren", declaró Michael Lakota, presidente
ejecutivo de Siemens Limited Nigeria.
Mientras tanto,
Elumelu dice que tiene que convencer a Lagos para que venda o renueve las
decrépitas torres eléctricas, las líneas de alto voltaje y las subestaciones
responsables de transportar la electricidad a las grandes ciudades.
Si él y
otros tienen éxito, los economistas creen que las
fábricas de Nigeria podrán funcionar durante la noche y, a la larga, competir
globalmente.
Las
aerolíneas serán capaces de aterrizar después de que caiga el sol y los niños
podrán hacer sus deberes escolares cuando oscurezca.
"De una
forma u otra", dice Fadeyibi, "va a suceder".
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