El
mayor grupo cementero del mundo Lafarge Holcim tenía negocios lucrativos con el
Estado Islámico en Siria, les pagaba impuestos y el Estado islámico les vendía petróleo
barato .
El
presidente de Holcim, Rolf Soiron (izquierda), y el primer ejecutivo de
Lafarge, Bruno Lafont (derecha), ofrecieron una rueda de prensa en París. Los
máximos dirigentes de Holcim y Lafarge, que anunciaron su fusión para crear el
mayor grupo mundial de la construcción, aseguraron que las desinversiones
previstas para que la operación sea aprobada por las autoridades reguladoras no
implican el cierre de ninguna fábrica. (EFE)
Lafarge
Holcim reconoce acuerdos con el ISIS para mantener su actividad en Siria
http://www.elconfidencial.com/mundo/2017-03-02/lafarge-estado-islamico-siria-grupos-armados-cemento_1341295/
La
multinacional cementera admite que su personal pagó a grupos armados en Siria,
sin especificar de qué milicias se trata. El ISIS controlaba la zona donde
estaba su planta
Un
combatiente del Estado Islámico durante una desfile militar del ISIS en Raqqa,
Siria, en junio de 2014 (Reuters).
ÁNGEL
MARTÍNEZ
02.03.2017
– 12:05 H.
La
multinacional cementera LafargeHolcim ha admitido que cerró acuerdos
“inaceptables” con grupos armados, entre ellos el Estado Islámico, para
mantener su actividad en el norte de Siria en 2013 y
2014. En un comunicado difundido este jueves, el grupo franco-suizo
indica que una investigación interna ha verificado que su filial siria pagó a
grupos armados a través de intermediarios para garantizar el paso de sus
empleados y mantener operativa unas de sus plantas. La multinacional responde
así a las revelaciones difundidas por varios medios de comunicación en 2016.
“En aquel momento,
varios grupos armados controlaban o intentaban tomar el control de zonas
alrededor de la planta”, indica un comunicado de LafargeHolcim, sin especificar el
nombre de dichos grupos.
La 'milicia' que desde
la primavera de 2013 se fue apoderando progresivamente de las ciudades en torno
a la planta de Jalabiya, a 150 kilómetros al norte de Alepo, no es otra que el
Estado Islámico.
“Según la
investigación, la filial local entregó dinero a terceros para asegurar que se
cerraban acuerdos con varios grupos armados, incluidos aquellos afectados por
sanciones”, añade el gigante de materiales de construcción.
Resultado de
la fusión de la francesa Lafarge con la suiza Holcim
en 2015, LafargeHolcim es la mayor cementera del mundo, con un valor de 36.500 millones de euros. Actualmente se encuentra
en su nivel más alto en bolsa desde mediados de 2015, tras
haber ganado un 12% en 2017.
El grupo aparece en la lista de compañías que
optan a construir el muro en la frontera con México que
promete el presidente Donald Trump.
Al reconocer
que el mantenimiento de su planta de Jalabiya ha
contribuido a la financiación de grupos armados, la multinacional
confirma las revelaciones publicadas por el diario 'Le Monde', que destapó el
caso el pasado junio. La francesa Lafarge adquirió la
planta en 2007, cuatro años antes de que estallara la guerra civil en Siria.
A partir de 2013, la presencia del Estado Islámico en la zona requirió negociar
el derecho de transito de sus camiones en los puestos de control que los
yihadistas instalaron en las carreteras. La compañía también recurrió a
“intermediarios que comercializaban petróleo refinado con el ISIS”, según 'Le
Monde'.
Por lo
tanto, Lafarge, cuya “prioridad absoluta siempre ha sido asegurar la seguridad
y protección de su personal”, financió indirectamente
al grupo yihadista durante más de un año y no puso fin a sus actividades hasta
el 19 de septiembre de 2014, cuando el ISIS implantó su dominio en la
zona y se hizo con el control de la planta. La investigación interna, que ha
sido supervisada por el comité financiero de la compañía, solo revela que
Lafarge Syria pagó a intermediarios para garantizar la seguridad en la planta,
sin identificar a los grupos armados que acabaron recibiendo dinero de la
multinacional.
Entre las
pruebas de estos contactos que difundió 'Le Monde' se incluye un permiso de libre circulación con el sello del Estado Islámico y
aprobado por el responsable de finanzas del ISIS en la región de Alepo, con
fecha del 11 de septiembre de 2014. El pase permitía el transporte de
materiales de Lafarge por las carreteras controladas por los yihadistas.
Las
autoridades francesas lanzaron una investigación en 2016 después de que el Ministerio de
Economía emitiera una denuncia contra Lafarge. La ONG francesa Sherpa también
denunció a la compañía por financiación de grupos
terroristas, a la que acusa de mantener relaciones comerciales con el Estados
Islámico en 2013 y 2014. Es más, mensajes electrónicos enviados por la
dirección de la filial en Siria, y que fueron examinados por Le Monde “permiten
afirmar que la dirección de Lafarge en París estaba al tanto de estas
actividades".
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