Se
está produciendo mucho más petróleo del que se consume, pero se almacena en
secreto, previendo que en algún momento suba el precio, la mentira saldrá a la luz cuando pidan transportar
petróleo a través de un súper carguero y todos digan; no, pues están llenos y
estacionados en algún lugar. Los países desarrollados como EEUU o Europa
indican sus inventarios pero Nigeria, China, Rusia, Brasil, Angola, etc. no dan nunca datos.
La
falta de datos sobre los inventarios deja a ciegas al mercado petrolero
http://lat.wsj.com/articles/SB12000659621042253353104582211573544423362?tesla=y
Una imagen
satelital de la terminal de almacenaje de crudo en el puerto de Houston, Texas,
cuyas existencias son reportadas al mercado con precisión. PHOTO: DIGITALGLOBE
Por Dan Strumpf y Nicole Friedam
Actualizado
lunes, 25 de julio de 2016 19:09 EDT
SINGAPUR—La histórica caída de los precios
del crudo ha creado una acumulación de inventarios,
gran parte de los cuales están guardados en tanques en
Estados Unidos y otros países industrializados que informan regularmente
sobre sus últimos niveles de existencias. No obstante, millones de barriles
también van a parar a destinos donde son más difíciles de contabilizar.
Algunos
países, como Rusia y China, ni siquiera informan
los niveles de almacenamiento de crudo. Además, los operadores y las petroleras que estacionan supercargueros flotantes no
tienen ninguna obligación de hacer público su suministro.
Esto
contribuye a que el mercado del petróleo sea más críptico y volátil, dicen los
analistas. La cantidad de crudo
almacenada en estos sitios y la rapidez con que la que puede ser sacada al
mercado es clave para los operadores, los inversionistas y los analistas
que tratan de anticipar el próximo movimiento del mercado petrolero.
“Los datos mismos son
inconsistentes”,
manifestó Harish Sundaresh, estratega de materias primas de Loomis, Sayles
& Co., que gestiona US$240.000 millones. “En países
como Nigeria, Brasil, Angola, [esa información] no es confiable”.
Seguir el
rastro de los inventarios se ha vuelto más complicado a medida que los países
en desarrollo almacenan y consumen más crudo.
Singapur, uno de los puertos más activos del
mundo y la sede asiática de muchas grandes comercializadoras de petróleo, es
uno de los países que confunde a los analistas. Los canales que rodean la
nación isleña se han convertido en uno
de los mayores centros mundiales de almacenamiento de petróleo, pero hay muy
poca claridad sobre la cantidad de crudo guardado allí.
A principios
de julio, según el servicio de seguimiento de embarcaciones de Thomson Reuters,
había 23 superbuques cisterna anclados desde hacía un
mes o más en el estrecho de Singapur, frente a 15 a comienzos de año. Esas
embarcaciones tienen una capacidad de almacenamiento de 43 millones de barriles de petróleo; si estuvieran a plena
capacidad, sería suficiente para satisfacer las necesidades de EE.UU. durante
más de dos días.
Sin embargo,
no existe un registro oficial de la cantidad de crudo. Thomson Reuters y otros
proveedores de datos ofrecen estimaciones basadas en el nivel reportado de la
cota de agua del buque, pero algunas embarcaciones podrían transportar fuel
oil, un producto refinado que se utiliza en el transporte marítimo, según los
analistas. Otros podrían estar cargados con agua de mar, lo que complica aún
más las estimaciones.
“Hay muchas
cifras diferentes que se mencionan en términos de la cantidad de buques que
efectivamente están siendo utilizados para el almacenamiento y la cantidad de
petróleo que hay en ellos”, reconoció Tom Bonehill, director general de Norstar
Shipping, una firma propietaria de buques petroleros.
Los
inventarios también están asumiendo un papel cada más importante conforme la
Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP, deja de lado su
tradicional función de influir los precios, agregan los analistas. Desde
noviembre de 2014, la OPEP ha estado produciendo crudo
casi a toda máquina, lo que reduce su capacidad ociosa y aumenta la
importancia de los inventarios cuando los suministros de otros lugares sufren
interrupciones.
“Dada la incertidumbre
acerca de si la producción de petróleo de esquisto en EE.UU. puede asumir ese
rol, [la tarea de influir sobre los precios] recae sobre los inventarios”, dijo Antoine Halff, investigador
principal del Centro de Política Energética Global de la Universidad de
Columbia.
La incertidumbre en torno del
almacenamiento quedó
en evidencia después de los atentados contra
instalaciones petroleras de Nigeria en mayo y
junio. Luego de los ataques, algunos analistas previeron una caída de la
producción del país, y esas proyecciones impulsaron la cotización
del petróleo a más de US$50 el barril. Sin embargo, las exportaciones de Nigeria se mantuvieron estables por encima
de 1,5 millones de barriles al día, según el proveedor de datos Windward.
¿De
dónde vienen esas exportaciones? “Esa es la gran pregunta”, dijo Omry Hochberg, gerente de
productos de finanzas de Windward. “¿Están usando barriles almacenados o la producción es más
alta de lo que la gente piensa?”
Nigeria
finalmente publicó los datos de almacenamiento en julio. La Nigerian National
Petroleum Corp. no respondió a solicitudes de comentarios.
Una
organización llamada Joint Oil Database Initiative compila datos globales de
almacenamiento, pero no tiene cifras de Rusia, China y
otros países. Algunas naciones en desarrollo carecen de los recursos
para reunir estos datos y no consideran que dar a conocer sus inventarios sea
una alta prioridad, según los expertos. Esos lugares
están absorbiendo más petróleo. Los países fuera de la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, una entidad intergubernamental
de 34 democracias con economías de mercado, representan la mitad de la demanda
mundial, frente a 41% de hace una década.
Este
crecimiento, sin embargo, “no ha sido acompañado por aumentos equivalentes en
la presentación de informes de inventario”, indicó David Fyfe, jefe de
investigación y análisis de mercado en Gunvor Group, una operadora de crudo.
“Eso añade otra capa de opacidad al mercado”.
Los países no brindan información sobre su “almacenamiento
flotante”, es decir, lo buques cisterna estacionados frente a sus
costas, como ocurre en el caso de Singapur. La Agencia Internacional de Energía
estimó en junio que el almacenamiento flotante llegó a
95 millones de barriles, el nivel más alto desde 2009.
En
China, mientras tanto,
hay otro misterio de almacenamiento. Los datos
oficiales muestran que las importaciones de petróleo están aumentando más
rápido que el ritmo con el que el crudo es procesado por las refinerías. Las
cifras indican que el país acumuló un superávit de 160
millones de barriles durante el primer semestre del año, lo suficiente
para satisfacer sus necesidades de crudo durante unas dos semanas. Los
analistas creen que esos barriles están guardados en buques cisternas
comerciales o en reservas estratégicas del gobierno.
La
distinción es crucial. Si hay más crudo en las reservas
estratégicas, una vez que los buques cisterna alcancen su capacidad, la demanda
podría reducirse. Algunos analistas vaticinan que esto podría suceder
este año. “La realidad es que no hay ningún número definitivo que inspire gran
confianza en uno u otro sentido”, aseveró Doug King, presidente de inversiones
de RCMA Asset Management.
—Benoit Faucon contribuyó a este artículo.
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