Nota del autor del blog: Apropósito a
Perú lo iban a pasar a Mercado de Frontera, pero luego dijeron que no, pues sería
la sede del conclave mundial de economía que comienza mañana creo y que siga por el momento
considerado emergente.
La
deuda corporativa en dólares, el nuevo fantasma de los mercados emergentes
http://lat.wsj.com/articles/SB11265897223925794094804581273721662695588?tesla=y
La sede de
Petrobras en São Paulo. PHOTO: PAULO WHITAKER/REUTERS
Carolyn
Cui y Julie Wernau
Lunes,
5 de Octubre de 2015 0:02
EDT
Uno de los
últimos refugios en los mercados emergentes está mostrando algunas grietas.
Durante el
auge de las materias primas, las empresas de los países
emergentes emitieron billones de dólares en bonos en moneda extranjera para
aprovechar las bajas tasas de interés en el mundo desarrollado después de la
crisis financiera de 2008.
Ahora,
numerosos inversionistas temen que el desplome de los commodities dé paso a un alza en las cesaciones de pagos corporativas, lo que
agravaría los problemas económicos de muchos de estos mercados.
Hasta hace
unos meses, los bonos de las empresas de los mercados emergentes eran
considerados como un refugio en medio de las pérdidas que habían generado las
acciones y las divisas en muchos países en desarrollo, debido a que los bonos son usualmente emitidos en dólares estadounidenses
y por compañías con crecimiento y
perfiles crediticios sólidos.
No obstante,
la aguda depreciación de las monedas emergentes y el declive en los precios de
las materias primas registrados en semanas recientes han provocado un éxodo de dichas economías y alimentado temores entre los inversionistas sobre la capacidad de estas
empresas de pagar sus deudas en dólares, especialmente cuando la Reserva
Federal de Estados Unidos empiece a elevar las tasas de interés.
El
Índice J.P. Morgan de Bonos Corporativos de Mercados Emergentes —un indicador de referencia de la
deuda en moneda extranjera emitida por las empresas de unos 50 países
emergentes— subió 4% durante el primer semestre, pero los avances se han
evaporado en los últimos meses. Hasta el 1 de octubre, el índice acumulaba un
alza de 1% en lo que va del año. En comparación, el Índice
Barclays de Bonos Agregados Estadounidenses
—referencia para los bonos estadounidenses con grado de inversión—, ha ascendido
1,2% este año.
El
Fondo Monetario Internacional informó la semana pasada que la
deuda corporativa de firmas no financieras de las economías emergentes se
había más que cuadruplicado entre 2004 y 2014
para llegar a US$18
billones (millones de millones).
“A medida que las economías avanzadas normalizan su política
monetaria, los mercados emergentes se deberían preparar para un alza en las
quiebras corporativas”, advirtió el FMI.
La deuda de
empresas de mercados emergentes como proporción del Producto Interno Bruto
creció 26 puntos porcentuales entre 2004 y fines de
2014, a 74%. Los mayores aumentos tuvieron lugar en China, Turquía, Chile, Brasil, India y Perú,
según el FMI.
Algunos
gestores de fondos ya están pisando el freno. UBS Wealth Management, que administra US$1 billón en activos, recomendó a
sus clientes en una nota difundida la semana pasada reducir su exposición a bonos corporativos de
alto rendimiento en mercados emergentes, aludiendo a un mayor riesgo
de un deterioro del crecimiento, los bajos precios de los commodities, el
debilitamiento de las divisas y mayores impagos de las empresas.
Goldman
Sachs Asset Management
acaba de disminuir su exposición a bonos
corporativos de alto rendimiento en mercados emergentes y aumentar sus posiciones
en bonos con una alta calificación, según Yacov Arnopolin, gestor de deuda de
mercados emergentes del banco de inversión neoyorquino.
La calidad
del crédito entre los emisores de deuda de mercados emergentes se está
deteriorando, según J.P. Morgan, que prevé que
la tasa de cesaciones de pagos entre los emisores de bonos corporativos de alto
rendimiento de economías emergentes ascienda de 3,2% en
2014 a 5,4% este año.
Moody’s
Investors Service espera
que la tasa global de defaults llegue a 2,7% a
fines de este año.
“Si está altamente
apalancado y en un entorno de precios bajos de los commodities, no hay lugar
donde esconderse”,
dijo Shamaila Khan, gestora de portafolio de
deuda corporativa de mercados emergentes en AllianceBernstein, que tiene US$471.000
millones bajo administración.
A Kahn le
preocupan particularmente mercados como Ucrania, donde la potencial inestabilidad política
podría conducir a una salida masiva de
depósitos de los bancos. En lugar de eso, está seleccionando bonos en empresas de carne y celulosa en América
Latina con finanzas sólidas que se han beneficiado de las depreciaciones de las
divisas, que abaratan sus exportaciones.
Ruggero
de’Rossi, gestor de
deuda de mercados emergentes en Federated Investors, que administra unos US$350.000
millones en activos, manifestó que los bonos
corporativos son “el eslabón más débil” entre todos los tipos de instrumentos
de deuda de los mercados emergentes. El declive de las monedas y las
materias primas ha “ido mucho más allá” de lo que esperaba la mayoría de los
inversionistas, recalcó. “No muchas empresas estarían preparada para un
movimiento de tal magnitud”, añadió.
El gestor de
fondos empezó a reducir sus posiciones en bonos corporativos después del primer
trimestre con el argumento de que la caída de los precios de las materias
primas dificultaría el servicio de la deuda.
Entre los
bonos que el gestor vendió estuvieron los de Pacific Rubiales Energy Corp., una
petrolera colombo-canadiense, y Metalsa SA de C.V., un proveedor mexicano de
metales para la industria automotriz.
La
liquidez es otra preocupación. Aunque los operadores de bonos están por lo general luchando con la
menor liquidez desde la crisis financiera, los
gestores han tenido más dificultad para comprar o vender bonos de mercados
emergentes debido a su mayor riesgo.
De todas
formas, algunos inversionistas dicen que las dudas son exageradas. Apenas 10% de los emisores de mercados
emergentes tiene un descalce de monedas, es decir son empresas que reciben
ingresos en moneda local pero tienen obligaciones significativas en dólares,
según UBS. “Creemos que todo el panorama del
descalce en las divisas es exagerado”, dijo Esty Dwek, estratega global
de Loomis Sayles Investments, que supervisa US$242.000 millones en activos.
Muchos de los emisores de mercados emergentes son exportadores, cuyos ingresos
en dólares proporcionan una protección natural frente a las fluctuaciones de
las divisas.
Además,
apenas una fracción de los bonos corporativos de los mercados emergentes es
susceptible a los movimientos cambiarios. Los bonos
denominados en moneda extranjera equivalen a 5% de toda la deuda corporativa de
mercados emergentes circulante, dijo Samy Muaddi, gestor de cartera de
bonos corporativos de mercados emergentes de T. Rowe Price, que tiene más de
US$5.000 millones en activos.
Nota del autor del blog: ¿no dijeron que la gran mayoría de
bonos corporativos es en dólares incluso del grafico?
Aunque la
desaceleración del crecimiento de China ha sido fuente de preocupación para muchos
inversionistas, algunos gestores han estado comprando bonos de empresas chinas,
especialmente las respaldadas por el gobierno y atadas al consumo interno.
Los
problemas se concentran
en un puñado de mercados, especialmente Brasil, dicen
inversionistas. Durante los últimos dos meses, el spread o diferencial entre
los rendimientos de los bonos corporativos brasileños y los bonos del Tesoro de
EE.UU. se ha ampliado desde cinco puntos porcentuales a nueve puntos porcentuales, a medida
que los inversionistas extranjeros huyen del país en medio de señales de
deterioro de las condiciones políticas y económicas, así como un escándalo de
corrupción de la estatal Petróleo Brasileiro SA.
Sin embargo,
los rendimientos en Brasil parecen cada vez más atractivos para los
inversionistas en bonos, dicen gestores de fondos. Luego de vender deuda de
Petrobras en el segundo trimestre, De’ Rossi, de Federated Investors, ha vuelto
a comprar bonos de la empresa debido a los precios bajos y a la posibilidad de
apoyo gubernamental.
Albano
Franco, director de inversiones en deuda corporativa latinoamericana de BTG Pactual, un grupo de inversión brasileño, cuyo
equipo de crédito administra unos US$4.000 millones, ha estado comprando bonos corporativos en Brasil de exportadores de
carne, incluyendo JBS SA, Marfrig Global Foods
SA y Minerva SA, que se han beneficiado de la depreciación del real. En
los últimos 12 meses, el real ha perdido 37% frente al
dólar.
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