Se
desploman las bolsas mundiales sobre todo las acciones de las energéticas y
grandes bancos globales; por ejemplo las acciones del Deutsche Bank cayeron
9,5% (hace 2 años estaban en 50 y ahora están en 15); los bancos
estadounidenses Goldman Sachs Group y Morgan Stanley bajaron 4,6% y 6,9%,
respectivamente (en un día) ; los grandes bancos italianos y españoles también se encaminan a
la bancarrota.
Con
el regreso de la aversión al riesgo, caen las bolsas y suben los bonos y el oro
http://lat.wsj.com/articles/SB10115672432880254164304581529292786141656?tesla=y
Operadores
en la Bolsa de Nueva York. PHOTO: REUTERS
Por DAN STRUMPF
lunes,
8 de febrero de 2016
19:53 EDT
La fuga de
los activos de mayor riesgo se aceleró el lunes, castigando las bolsas globales
y produciendo el mayor avance del oro en más de un año.
El
Promedio Industrial Dow Jones llegó a perder 401 puntos en una jornada volátil antes de
recuperar terreno y cerrar con un descenso de 178 unidades, o 1,1%, y quedar en
16.027 puntos.
Las pérdidas
en las bolsas fueron acompañadas de un escape hacia los activos considerados
seguros: el rendimiento de los bonos del Tesoro
estadounidense a 10 años cayó a su menor nivel en un año (el rendimiento
baja cuando el precio sube) mientras que los precios del oro subieron más de
3,5%, a US$1.197,90 la onza, y acumulan un alza de 13% este año.
George Gero,
estratega de metales preciosos de RBC Capital Markets, dice que el aumento de
la demanda es impulsado por “el temor a lo desconocido”. La demanda ha crecido
en India y China, dos de los mayores consumidores del metal dorado, lo que ha
sustentado el alza de los precios.
Los
movimientos son parte de una aversión al riesgo generalizada que ha castigado
con particular dureza a las empresas más sujetas a los vaivenes de la economía
mundial y los precios de la energía. “Existe la percepción de que no hay
crecimiento”, señala Brett Mock, director gerente de la corredora
institucional JonesTrading. “Por ende, los precios tienen que ajustarse para
reflejar la desaceleración del crecimiento en adelante”.
Los
grandes bancos globales fueron vapuleados, al igual que los mercados europeos
que tienen vínculos más estrechos con China. Las
acciones de Deutsche Bank cayeron 9,5% mientras que el DAX cedió 3,3%. Ese índice de acciones líderes de la Bolsa de Fráncfort,
donde abundan los grandes exportadores a China, acumula un descenso de 21% desde su máximo de noviembre, lo que
lo deja en territorio bajista.
Las acciones
de los bancos estadounidenses Goldman Sachs Group y
Morgan Stanley bajaron 4,6% y 6,9%, respectivamente.
“Crece la preocupación
de que los bancos tienen exposiciones que aún desconocemos”, agrega Mock. “No se ha comprobado
nada, pero el precio del mercado refleja el riesgo y eso es lo que está
haciendo”.
Uno de los
mercados afectados fue México, donde el banco central
tuvo que intervenir y vender unos US$400 millones
para apuntalar la cotización del peso. La divisa cerró en cerca de 18,6810
unidades por dólar, un descenso de 1,15%. El Índice de Precios y Cotizaciones,
que agrupa a las empresas líderes de la Bolsa Mexicana de Valores, cerró con un
retroceso de 1,1%, en 42.775 puntos.
En
EE.UU., el índice S&P 500 retrocedió 1,4% y el Compuesto Nasdaq, donde predominan las empresas de
tecnología, cedió 1,8%.
Las mayores
pérdidas del S&P 500 correspondieron a dos empresas de energía. Las
acciones de Chesapeake Energy Corp. cayeron 35% y la compañía se vio obligada a difundir
un comunicado aclarando que “no planea acogerse a la bancarrota”. William Cos., una empresa especializada en oleoductos
y gasoductos que hace negocios con Chesapeake, descendió 35%.
“El mensaje de fondo es
que esto no tiene visos de terminar”, dice Bill Costello, analista de energía de la gestora
de inversiones Westwood Holdings Group Inc., en alusión al derrumbe de las
acciones de las compañías de hidrocarburos. “Mientras más dure la caída de
los precios, peor la pasarán estas empresas”.
Chesapeake,
que en un momento fue la predilecta de los mercados, tiene un alto nivel de
endeudamiento, en el que incurrió en su campaña para financiar las adquisiciones
de empresas de petróleo y gas bajo la batuta de su fundador y ex presidente
ejecutivo, Aubrey McClendon. Un grupo de inversionistas activistas orquestó la
salida de McClendon en 2013 e instaló en su lugar a Doug Lawler, quien ha
tratado de enderezar el rumbo en un momento en que los precios de los
hidrocarburos están por los suelos.
El
Dow Jones y el S&P 500 registran declives de 8% y 9,3%, respectivamente, en lo que va del
año ante el derrumbe de los precios del petróleo y el enfriamiento de la economía
global.
La otra cara
de la moneda es que los inversionistas acudieron en masa a los bonos del Tesoro
estadounidense, lo que ha disparado los precios y reducido los rendimientos. El
rendimiento del bono del Tesoro a 10 años cayó a 1,736%
el lunes, su menor nivel desde febrero de 2015.
La
cotización del petróleo, a su vez, prosiguió su descenso. El precio de
referencia en EE.UU. bajó 3,9% en la Bolsa Mercantil de Nueva York para
ubicarse en US$29,69 el barril. En tanto, el
precio Brent, la referencia global, cayó 3,5%, a US$32,88 el barril, en el
mercado ICE Futures Europe.
Los
operadores dijeron que otros factores también influyeron en los mercados. Las
cifras divulgadas el fin de semana sobre las reservas chinas en moneda
extranjera generaron dudas en torno a la capacidad del banco central de seguir
interviniendo en los mercados de divisas. Las reservas del gobierno en moneda
extranjera alcanzaron su menor nivel en más de tres años, aunque muchos
analistas proyectaban un descenso incluso mayor.
Los
contradictorios datos de la economía estadounidense también han perturbado a
los inversionistas. El decepcionante informe de empleo dado a conocer el
viernes acentuó la incertidumbre que impera en los mercados, dice Philippe
Gijsels, estratega jefe de BNP Paribas Fortis. “Hay mucha incertidumbre en los
mercados”, asevera. “A la gente le empieza a preocupar que el menor
precio del petróleo y la situación en China comiencen a tener un impacto en las
economías de EE.UU. y Europa”.
El
índice Stoxx Europe 600,
que reúne a las principales compañías europeas, cayó 3,5%. Después de cinco
sesiones consecutivas de pérdidas, el indicador paneuropeo está en su nivel más
bajo desde 2014.
Aunque la
caída de los precios del crudo beneficia a los consumidores, un ascenso o la
estabilización de los precios “aliviaría las tensiones provenientes del sistema
financiero global”, manifiesta Mark Heppenstall, director de inversión de Penn
Mutual Asset Management, que administra activos del orden de los US$20.000
millones.
El dólar
cayó 0,9% frente al yen y avanzó 0,2% ante el euro. Los contratos a futuro del
cobre, en tanto, retrocedieron 0,5%, a US$4.592,50 la tonelada, en la Bolsa de
Metales de Londres.
—Riva Gold, Corrie Driebusch, Carolyn Cui y Amy Guthrie
contribuyeron a este artículo.
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