martes, 9 de febrero de 2016

Se desploman las bolsas mundiales sobre todo las acciones de las energéticas y grandes bancos globales; por ejemplo las acciones del Deutsche Bank cayeron 9,5% (hace 2 años estaban en 50 y ahora están en 15); los bancos estadounidenses Goldman Sachs Group y Morgan Stanley bajaron 4,6% y 6,9%, respectivamente (en un día) ; los grandes bancos italianos y españoles también se encaminan a la bancarrota.Por DAN STRUMPF encontrado en el WSJ

Se desploman las bolsas mundiales sobre todo las acciones de las energéticas y grandes bancos globales; por ejemplo las acciones del Deutsche Bank cayeron 9,5% (hace 2 años estaban en 50 y ahora están en 15); los bancos estadounidenses Goldman Sachs Group y Morgan Stanley bajaron 4,6% y 6,9%, respectivamente (en un día) ; los grandes bancos  italianos y españoles también se encaminan a la bancarrota.

Con el regreso de la aversión al riesgo, caen las bolsas y suben los bonos y el oro


http://lat.wsj.com/articles/SB10115672432880254164304581529292786141656?tesla=y

 Operadores en la Bolsa de Nueva York.


Operadores en la Bolsa de Nueva York. PHOTO: REUTERS

Por DAN STRUMPF

lunes, 8 de febrero de 2016 19:53 EDT


La fuga de los activos de mayor riesgo se aceleró el lunes, castigando las bolsas globales y produciendo el mayor avance del oro en más de un año.

El Promedio Industrial Dow Jones llegó a perder 401 puntos en una jornada volátil antes de recuperar terreno y cerrar con un descenso de 178 unidades, o 1,1%, y quedar en 16.027 puntos.

Las pérdidas en las bolsas fueron acompañadas de un escape hacia los activos considerados seguros: el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años cayó a su menor nivel en un año (el rendimiento baja cuando el precio sube) mientras que los precios del oro subieron más de 3,5%, a US$1.197,90 la onza, y acumulan un alza de 13% este año.


George Gero, estratega de metales preciosos de RBC Capital Markets, dice que el aumento de la demanda es impulsado por “el temor a lo desconocido”. La demanda ha crecido en India y China, dos de los mayores consumidores del metal dorado, lo que ha sustentado el alza de los precios.

Los movimientos son parte de una aversión al riesgo generalizada que ha castigado con particular dureza a las empresas más sujetas a los vaivenes de la economía mundial y los precios de la energía. “Existe la percepción de que no hay crecimiento”, señala Brett Mock, director gerente de la corredora institucional JonesTrading. “Por ende, los precios tienen que ajustarse para reflejar la desaceleración del crecimiento en adelante”.

Los grandes bancos globales fueron vapuleados, al igual que los mercados europeos que tienen vínculos más estrechos con China. Las acciones de Deutsche Bank cayeron 9,5% mientras que el DAX cedió 3,3%. Ese índice de acciones líderes de la Bolsa de Fráncfort, donde abundan los grandes exportadores a China, acumula un descenso de 21% desde su máximo de noviembre, lo que lo deja en territorio bajista.



Las acciones de los bancos estadounidenses Goldman Sachs Group y Morgan Stanley bajaron 4,6% y 6,9%, respectivamente.  
“Crece la preocupación de que los bancos tienen exposiciones que aún desconocemos”, agrega Mock. “No se ha comprobado nada, pero el precio del mercado refleja el riesgo y eso es lo que está haciendo”.


Uno de los mercados afectados fue México, donde el banco central tuvo que intervenir y vender unos US$400 millones para apuntalar la cotización del peso. La divisa cerró en cerca de 18,6810 unidades por dólar, un descenso de 1,15%. El Índice de Precios y Cotizaciones, que agrupa a las empresas líderes de la Bolsa Mexicana de Valores, cerró con un retroceso de 1,1%, en 42.775 puntos.

En EE.UU., el índice S&P 500 retrocedió 1,4% y el Compuesto Nasdaq, donde predominan las empresas de tecnología, cedió 1,8%.

Las mayores pérdidas del S&P 500 correspondieron a dos empresas de energía. Las acciones de Chesapeake Energy Corp. cayeron 35% y la compañía se vio obligada a difundir un comunicado aclarando que “no planea acogerse a la bancarrota”. William Cos., una empresa especializada en oleoductos y gasoductos que hace negocios con Chesapeake, descendió 35%.


“El mensaje de fondo es que esto no tiene visos de terminar”, dice Bill Costello, analista de energía de la gestora de inversiones Westwood Holdings Group Inc., en alusión al derrumbe de las acciones de las compañías de hidrocarburos. “Mientras más dure la caída de los precios, peor la pasarán estas empresas”.


Chesapeake, que en un momento fue la predilecta de los mercados, tiene un alto nivel de endeudamiento, en el que incurrió en su campaña para financiar las adquisiciones de empresas de petróleo y gas bajo la batuta de su fundador y ex presidente ejecutivo, Aubrey McClendon. Un grupo de inversionistas activistas orquestó la salida de McClendon en 2013 e instaló en su lugar a Doug Lawler, quien ha tratado de enderezar el rumbo en un momento en que los precios de los hidrocarburos están por los suelos.

El Dow Jones y el S&P 500 registran declives de 8% y 9,3%, respectivamente, en lo que va del año ante el derrumbe de los precios del petróleo y el enfriamiento de la economía global.

La otra cara de la moneda es que los inversionistas acudieron en masa a los bonos del Tesoro estadounidense, lo que ha disparado los precios y reducido los rendimientos. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años cayó a 1,736% el lunes, su menor nivel desde febrero de 2015.

La cotización del petróleo, a su vez, prosiguió su descenso. El precio de referencia en EE.UU. bajó 3,9% en la Bolsa Mercantil de Nueva York para ubicarse en US$29,69 el barril. En tanto, el precio Brent, la referencia global, cayó 3,5%, a US$32,88 el barril, en el mercado ICE Futures Europe.

Los operadores dijeron que otros factores también influyeron en los mercados. Las cifras divulgadas el fin de semana sobre las reservas chinas en moneda extranjera generaron dudas en torno a la capacidad del banco central de seguir interviniendo en los mercados de divisas. Las reservas del gobierno en moneda extranjera alcanzaron su menor nivel en más de tres años, aunque muchos analistas proyectaban un descenso incluso mayor.

Los contradictorios datos de la economía estadounidense también han perturbado a los inversionistas. El decepcionante informe de empleo dado a conocer el viernes acentuó la incertidumbre que impera en los mercados, dice Philippe Gijsels, estratega jefe de BNP Paribas Fortis. “Hay mucha incertidumbre en los mercados”, asevera. “A la gente le empieza a preocupar que el menor precio del petróleo y la situación en China comiencen a tener un impacto en las economías de EE.UU. y Europa”.

El índice Stoxx Europe 600, que reúne a las principales compañías europeas, cayó 3,5%. Después de cinco sesiones consecutivas de pérdidas, el indicador paneuropeo está en su nivel más bajo desde 2014.

Aunque la caída de los precios del crudo beneficia a los consumidores, un ascenso o la estabilización de los precios “aliviaría las tensiones provenientes del sistema financiero global”, manifiesta Mark Heppenstall, director de inversión de Penn Mutual Asset Management, que administra activos del orden de los US$20.000 millones.

El dólar cayó 0,9% frente al yen y avanzó 0,2% ante el euro. Los contratos a futuro del cobre, en tanto, retrocedieron 0,5%, a US$4.592,50 la tonelada, en la Bolsa de Metales de Londres.


Riva Gold, Corrie Driebusch, Carolyn Cui y Amy Guthrie contribuyeron a este artículo.

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