Después de la pandemia, ¿puede utilizar la Argentina el ejemplo de Suiza para que la economía se recupere más rápido?
El gobierno del país europeo y los bancos formaron un grupo de cooperación estatal y privada clave para asistir a la población. No hubo aislamiento obligatorio y la actividad comercial se restableció en pocas semanas. El testimonio del embajador en Buenos Aires
¿Puede ser el caso de Suiza un espejo a mirar en la Argentina? Una economía abierta que, pese a la pandemia, se mantuvo sin aislamiento obligatorio y sin que la curva de contagios por el coronavirus se disparara.
¿Sufrió una caída el país con 8,5 millones de habitantes? Claro, como la mayoría en todo el mundo; en el primer bimestre la retracción fue del 2,6% y se espera una recesión del 6% en el año, según el pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero la clave fue el aporte del sector privado para que la recuperación de la economía fuera lo más sólida posible.
El gobierno recogió el guante e hizo su propio plan de subsidios para suavizar los efectos de la pandemia del COVID-19. Juntos, formaron una “task force”.
El otro eje fue que no hubo aislamiento social obligatorio y, así y todo, hasta ahora, la cantidad de casos de contagio se manejó con normalidad por parte de las autoridades sanitarias del país europeo. Hubo, hasta ayer, 31.243 casos y 1.680 fallecidos.
El 16 de marzo se decretó la “situación extraordinaria” y cerró todas las escuelas y establecimientos que ofrecen servicios comerciales durante cinco semanas, pero sin prohibirle salir a la gente de sus casas si mantenían los debidos cuidados preventivos del contagio.
De a poco, la actividad comercial volvió a la normalidad: el 6 de junio reabrieron los espacios de entretenimiento y locales gastronómicos y se autorizaron reuniones de hasta 300 personas. Este viernes terminó “la situación extraordinaria”, para pasar a una “especial”, más relajada.
Una cuestión central es que las empresas suizas también pudieron volver a contratar desde el 8 de junio a empleados del resto del continente, bajo ciertas condiciones, dado que muchos trabajadores viven en los países vecinos.
El embajador Heinrich Schellenberg explicó a Infobae los fundamentos de la estrategia de articulación entre lo público y privado:
- El impacto del coronavirus en la economía suiza: “Ha sido muy fuerte, se espera para 2020 una recesión entre 6% y 7%. El desempleo, que antes de la crisis estaba por debajo del 3%, podría alcanzar un 6%. Sin embargo, las medidas del Gobierno suizo han ayudado a atenuar los efectos. Gracias a que se ha logrado contener el virus, gran parte de la economía está volviendo a cierta normalidad, siempre con protocolos sanitarios”, dijo el diplomático.
A diferencia de otros países con un fuerte mercado interno, Suiza genera más de la mitad de su PBI gracias a las relaciones económicas y comerciales con el extranjero. “Dependemos de que nuestros socios económicos también vuelvan a la normalidad. Vemos que en general el panorama está mejorando, pero sigue habiendo mucha incertidumbre”, aclaró el diplomático basado en Buenos Aires.
Dependemos de que nuestros socios económicos también vuelvan a la normalidad. Vemos que en general el panorama está mejorando, pero sigue habiendo mucha incertidumbre (Heinrich Schellenberg)
- La alianza entre el Estado y el sector privado: “El Gobierno suizo actuó con celeridad para apoyar a la economía. Un instrumento principal fueron los créditos otorgados a través del sistema bancario, sobre todo a las pymes y garantizados por la Confederación Suiza. El dinero llegó rápidamente a las empresas e impidió muchos descalabros”.
Otro instrumento esencial fue el de “Kurzarbeit”, una suerte de desempleo parcial, con reducción de horas de trabajo, pero con cobertura por parte del seguro de desempleo. “El derecho laboral suizo es muy liberal y permite despedir a los empleados fácilmente. Con la modalidad de Kurzarbeit se ha logrado rescatar muchos puestos de trabajo sin que las empresas quiebren por un nivel de gastos insostenible”, explicó.
- El bajo nivel de casos fatales sin aislamiento obligatorio: “Por lo general, los ciudadanos suizos han seguido las recomendaciones del Gobierno de distanciamiento e higiene. Además, con la suspensión temporal de eventos, el cierre de restaurantes, comercios y otros, se erradicó la fuente principal de contagios”. “El retorno actual a cierta normalidad entraña riesgos, pero pienso que a estas alturas sabemos mejor cómo manejar este fenómeno, lo cual nos permite tomar medidas más precisas, quirúrgicas, locales y así contener el COVID-19. De todos modos, aún se desconoce mucho y no sabemos con precisión cómo va a evolucionar esta crisis”, admitió.
Relación bilateral
Aunque aparezca poco en las noticias, Suiza es un país importante en términos de inversión en la Argentina: el séptimo en cuanto a la inversión extranjera directa, con 80 empresas radicadas en el país y un intercambio comercial de 2000 millones de dólares anuales (superavitario para la Argentina).
Cabe recordar que en 2019 Mercosur y EFTA (un grupo de países que incluye Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein) cerraron las negociaciones para un Tratado de Libre Comercio. Este año se está desarrollando la revisión legal de los textos y el embajador dijo que espera poder firmar este acuerdo pronto.
En 2019 Mercosur y EFTA (un grupo de países que incluye Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein) cerraron las negociaciones para un Tratado de Libre Comercio
“El acuerdo daría un impulso importante a las relaciones bilaterales, pues no solamente fomentaría el comercio, sino también las inversiones y los servicios”, concluyó, optimista, pese a que, en estas tierras, los lazos con el mundo parecen estar más cerrados que abiertos.
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