Los talibanes mataron o hirieron a más de 400 miembros del personal de seguridad afgano durante la semana pasada, dijo el ministerio del interior, acusando al grupo de aumentar los ataques en el período previo a las conversaciones de paz esperadas.
La violencia cayó en gran parte de Afganistán desde que los talibanes anunciaron un alto el fuego de tres días el 24 de mayo para conmemorar la celebración musulmana de Eid al-Fitr, pero las autoridades acusaron al grupo de intensificar los ataques en los últimos días.
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"En la última semana, los talibanes llevaron a cabo 222 ataques contra las fuerzas de seguridad afganas, resultando en la muerte y lesiones de 422 personas", dijo el vocero del Ministerio del Interior, Tariq Arian, en una conferencia de prensa el domingo.
También acusó a los talibanes de atacar a los eruditos religiosos en un intento por ejercer "presión psicológica" sobre el gobierno afgano.
Los ataques con bomba contra las mezquitas de Kabul que mataron a dos líderes de oración este mes fueron obra de los talibanes, afirmó Arian.
"Este ha sido el objetivo de los talibanes para atacar a los eruditos religiosos, especialmente en las últimas dos semanas", dijo, acusando a los combatientes armados de ser un "grupo paraguas para otras redes terroristas".
Cuatro personas, incluido un líder de oración, murieron cuando una explosión arrasó una mezquita en Kabul durante las oraciones semanales de los viernes.
Ningún grupo se atribuyó la responsabilidad del ataque que ocurrió poco más de una semana después de que un ataque de ISIL (o ISIS) en una mezquita en el borde de la zona verde fuertemente fortificada de Kabul mató a un destacado líder de oración.
Los talibanes condenaron ambos ataques.
Después de informar inicialmente una caída en la violencia general después del alto el fuego, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Javid Faisal, dijo el domingo que los talibanes "no han reducido, sino que han aumentado sus ataques en todo el país".
El consejo también acusó el sábado de que el grupo había matado a 89 civiles e hirió a 150 en las últimas dos semanas.
Las acusaciones se producen después de que el gobierno y los talibanes señalaron que se estaban acercando a iniciar conversaciones de paz muy demoradas.
El presidente Ashraf Ghani ha prometido completar una liberación de prisioneros talibanes que es una condición clave para comenzar las negociaciones con el grupo destinadas a poner fin a casi dos décadas de guerra.
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