El
próximo gran proyecto de Alphabet: ciudades inteligentes
http://lat.wsj.com/articles/SB11223869946966424246404582030593845708990?tesla=y
Según
fuentes, Sidewalk Labs trabaja en un plan para desarrollar ciudades
inteligentes. En la foto, su proyecto LinkNYC en Nueva York. PHOTO: CITYBRIDGE
Por ELIOT BROWN
martes,
26 de abril de 2016
19:49 EDT
Alphabet
Inc., la empresa matriz
de Google Inc., emplea legiones de desarrolladores web, pero pronto podría
tener que contratar también desarrolladores de bienes raíces.
Se espera
que en las próximas semanas altos ejecutivos del gigante de tecnología de Mountain View, California, escuchen la
propuesta de negocio de su subsidiaria enfocada en tecnología urbana, Sidewalk Labs.
Se trata de un plan para incursionar en un nuevo y ambicioso escenario: la construcción de
ciudades.
De acuerdo
con personas familiarizadas con los planes, Sidewalk está dando los toques
finales a una propuesta de desarrollo de distritos
gigantes de viviendas, oficinas y tiendas minoristas dentro de ciudades
existentes.
La compañía
estaría buscando ciudades con grandes extensiones de tierra
que necesiten ser reurbanizadas, como municipios con problemas
económicos que enfrentan deterioro urbano, tal vez a través de un proceso de
licitación, dijeron las personas. Sidewalk se asociaría con una o más de esas
ciudades para construir esos distritos, que se prevé cuenten con decenas de miles de residentes y empleados
y estén fuertemente integrados con tecnología.
El objetivo
es crear un campo de pruebas para las ciudades del
futuro, proporcionando un área de demostración para ideas que van desde automóviles autoconducidos a infraestructura más eficiente de
servicios eléctricos y suministro de agua, según las fuentes.
Los detalles
sobre esta iniciativa, que fue dada a conocer a principios de este mes por el
sitio web de tecnología The Information, son escasos. Más importante
aún, no está claro quién cubriría el costo de semejante esfuerzo, estimado en decenas de miles de millones de dólares, ya que el
desarrollo urbano a gran escala por lo general requiere la participación de
otros inversionistas durante un período de años o décadas.
Sin embargo,
un elemento clave es que Sidewalk estaría buscando tener
autonomía respecto de muchas regulaciones municipales para poder construir sin
las limitaciones habituales que conllevan los espacios públicos, como
estacionamientos, el trazado de las calles o los servicios públicos, dijeron
las personas.
Si Alphabet
aprueba el proyecto, éste pasaría a ser una más de las poco probables pero
prometedoras inversiones de la compañía, como su división de vehículos
autoconducidos.
Sidewalk, que se formó el año pasado, fue una
idea original del presidente ejecutivo de Alphabet,
Larry Page, y el presidente ejecutivo, Daniel
Doctoroff, zar de desarrollo económico de la ciudad de Nueva York durante
los primeros seis años de la administración del alcalde
Michael Bloomberg. Durante su gestión, Doctoroff fue reconocido por
tener un enfoque tecnocrático del
gobierno y por sus grandes ambiciones en materia de desarrollo urbano,
convirtiendo antiguas áreas industriales de Manhattan y Brooklyn en barrios
donde las torres de oficinas y apartamentos han brotado como hongos en la
última década.
Doctoroff
pasó a dirigir Bloomberg LP, la compañía de medios del ex alcalde, y el año pasado comenzó Sidewalk,
que describe como una empresa que utiliza la tecnología para ayudar a
transformar las ciudades.
En los
últimos meses, Doctoroff y una bandada de consultores y personal, incluyendo
varios de sus antiguos subordinados en la municipalidad, han trabajado
contrarreloj para armar el plan maestro para la iniciativa de desarrollo
urbano, dicen personas que han hablado con Doctoroff.
Este dio un
anticipo de sus ambiciones en un discurso pronunciado en febrero en la
Universidad de Nueva York.
“¿Qué harías si
realmente pudieras crear una ciudad desde cero?”, dijo. “¿Cómo concebirías los
fundamentos tecnológicos?”
Los
esfuerzos anteriores para construir ciudades “inteligentes” o distritos
integrados con la tecnología han fracasado porque normalmente los planificadores urbanos y ejecutivos de tecnología no se
entienden entre sí, aseveró.
“Esa es la razón para
la combinación entre Google, que se centra en la tecnología, y yo, que estoy
enfocado en la calidad de vida, el urbanismo, etc. Creemos que es una
combinación relativamente única”, dijo.
Uno de los
retos de la empresa es que la historia de los proyectos de desarrollo urbano y
construcción de ciudades a gran escala está llena de fracasos y decepciones.
Las ciudades construidas desde cero, como Brasília o
Canberra, son consideradas urbes antisépticas, carentes de la vitalidad
de las ciudades más orgánicas.
“Se puede construir una
ciudad desde cero y se puede copiar y emular las grandes cualidades de las
ciudades”
orgánicas, afirma Glen Kuecker, profesor de historia de la Universidad de
DePauw que ha estudiado el distrito Songdo City, cerca de Seúl, y otras ciudades
inteligentes. “Sigue siendo un lugar muy artificial y estéril”.
Los
proyectos de desarrollo a gran escala dentro de las ciudades a menudo se
caracterizan por frecuentes demoras y fracasos. Battery Park City, un
desarrollo del Bajo Manhattan, tomó cuatro décadas y una cuasiquiebra para ser
completado, al igual que el distrito Playa Vista de Los Ángeles, al norte del
aeropuerto.
Esto se debe
a que los desarrolladores se enfrentan no sólo a los cambios del mercado, sino también a la dinámica política, que también
cambia con frecuencia.
“Tienes barreras
políticas, tienes barreras económicas, a veces tienes barreras ambientales”, dice Eugenie Birch, profesora de
planificación urbana de la Universidad de Pensilvania.
Doctoroff se
topó con muchos de estos vientos en contra en su paso por Nueva York, donde
trató de poner práctica un sinnúmero de proyectos que habían estado acumulando
polvo en los estantes de los planificadores.
“Él se atreve a soñar
en grande, está siempre empujando para hacer la próxima gran cosa”, señala Robert Lieber, que trabajó
con Doctoroff en el gobierno de la ciudad de Nueva York antes de sucederlo como
vicealcalde.
Muchas de
estas ideas tuvieron éxito, incluyendo la rezonificación del lado oeste de
Manhattan, que hoy en día se está convirtiendo en una zona de oficinas atendida
por una nueva extensión del metro, así como múltiples cambios de zonificación
en Brooklyn que han generado miles de unidades de viviendas nuevas.
Uno de sus
puntos débiles, dicen las personas que lo conocen, fue su relación con los
legisladores, especialmente los del estado de Nueva
York. Sus dos proyectos más ambiciosos —un estadio para la candidatura
de la ciudad a los Juegos Olímpicos de 2012 y una tarifa de congestión para los
conductores de autos en Manhattan— fueron derrotados por la legislatura
estatal.
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