Moody´s
calcula un precio promedio del barril de petróleo en US$ 33 todo el 2016 y por
lo tanto le bajo la calificación crediticia desde el grado de inversión a
chatarra a 19 empresas energéticas y de
manera general al sector energético; cuando otra calificadora le baja la nota a la misma empresa esta colapsa pues según el
índice de bonos con grado de inversión de Barclays sugiere no darle dinero
Las
rebajas de calificación de Moody’s ponen más presión sobre las petroleras
http://lat.wsj.com/articles/SB12788185586982363811004582014692391019950?tesla=y
Una
instalación de Anadarko cerca de Fort Lupton, estado de Colorado. PHOTO: RJ
SANGOSTI/THE DENVER POST/GETTY IMAGES
Por SAM GOLDFARB
lunes,
18 de abril de 2016
20:30 EDT
Moody’s
Investors Service se está transformando en el nuevo azote de las empresas de
energía.
En lo que va
del año, la calificadora de riesgo ha privado a 19
compañías de energía de su grado de inversión, ubicando a muchas de
ellas en las profundidades de la deuda especulativa conocida como chatarra o de
alto rendimiento.
Las
rebajas generalizadas de la deuda de las empresas del sector realizadas por Moody’s
Investors Service, una filial de Moody’s Corp.,
reflejan su proyección de que los precios de las materias primas repuntarán
poco en los años siguientes así como su renovado énfasis en indicadores
financieros como el flujo de caja libre sobre factores como la escala y la
calidad de los activos. Moody’s ha señalado que el derrumbe de los precios de
los commodities ha motivado su cambio de parecer.
Aunque no
todos concuerdan con el análisis de Moody’s, las rebajas de las calificaciones
ponen de manifiesto lo mucho que la caída de las cotizaciones del petróleo ha
reconfigurado el sector energético, dejando a algunas empresas con reputaciones
estelares en riesgo de afrontar los mismos problemas de financiamiento que sus
competidores de menor envergadura.
“Tomamos las
decisiones que nos parecen adecuadas”, dijo en una entrevista Steve Wood, director
ejecutivo del equipo de petróleo y gas de Moody’s. Aunque la firma no ha
modificado oficialmente su metodología para evaluar a las energéticas y sigue
tomando en cuentas indicadores no financieros, su estrategia de larga data “no
estaba contemplada para asimilar una caída de 70% en los precios del petróleo”,
añadió.
En cambio, Standard & Poor’s Ratings Services, la rival
tradicional de Moody’s, sólo califica por debajo de grado de inversión a cuatro de las 19 compañías de energía que sigue. Fitch
Ratings, otro rival, sólo ubica a dos energéticas en la categoría de deuda
especulativa. Mientras tanto, sólo dos energéticas rebajadas a la categoría de
deuda de alto rendimiento por S&P o Fitch
desde comienzos de año conservan la calificación de grado de inversión de
Moody’s.
Aunque
S&P y Fitch han considerado el derrumbe de los precios de las materias
primas en sus decisiones, ambas firmas tienen perspectivas un poco menos
pesimistas que Moody’s y no se han apartado mucho de sus estrategias
tradicionales hacia las empresas del sector asignando, entre otros factores,
una gran importancia al tamaño y la escala de las compañías, señalan
inversionistas y analistas.
El mayor pesimismo de Moody’s sobre los precios del
petróleo podría servirle. Las conversaciones, entre los principales países
productores de crudo colapsaron el domingo en Doha, Qatar, sin que se llegara a
un acuerdo para congelar la producción. Se espera que el desenlace negativo
arrastre los precios del petróleo al menos a corto plazo.
Hasta ahora,
el mercado ha ignorado la evaluación de Moody’s del sector, lo que refleja el
persistente debate sobre la dirección de los precios del petróleo. Los bonos de las compañías energéticas se
transan a niveles más bajos que hace un año. Los precios, no obstante, han
repuntado después de sufrir un drástico descenso junto a otra deuda considerada
riesgosa a inicios de año.
Moody’s
redujo recientemente a nivel de chatarra la deuda de Anadarko
Petroleum Corp. La empresa, no obstante, recaudó grandes sumas en el
mercado de bonos a tasas favorables, comparado con lo que habría tenido que
pagar un mes antes.
En una
conferencia telefónica con analistas realizada el 1 de marzo, el presidente
ejecutivo de Anadarko, Al Walker, reconoció estar “muy
decepcionado” con Moody’s por la rebaja de la deuda en dos peldaños para
dejarla en la parte más de la calificación de alto rendimiento. El ejecutivo
subrayó que S&P acababa de confirmar la calificación de grado de inversión
de Anadarko de Tiple B y sostuvo que el nuevo
enfoque de las calificaciones de Moody’s no tomó en cuenta el “carácter” que la
empresa demostró al sobrevivir previos bajones de la industria.
Anadarko
colocó US$3.000 millones en bonos, que generaron una sólida demanda de parte de los
inversionistas. Sus nuevos bonos a 10 años rinden 3,6
puntos porcentuales por sobre los bonos del Tesoro estadounidense, un
alza de 0,9 puntos porcentuales sobre los bonos a 10 años emitidos en 2014,
según S&P Global Market Intelligence, pero unos dos puntos porcentuales
menos que el nivel en que esa deuda se negociaba en febrero, según MarketAxess Holdings Inc. Una brecha más amplia en el
rendimiento significa que los inversionistas están exigiendo una compensación
adicional por poseer los bonos de la firma.
Las empresas
cuya deuda Moody’s redujo a la categoría de chatarra están en una posición
particularmente vulnerable porque necesitan la calificación de grado de
inversión de dos de las tres grandes calificadoras de riesgo para seguir siendo
parte del índice de bonos con grado de inversión de
Barclays y, por ende, conservar el acceso a un amplio grupo de fondos
que tienen prohibido invertir en bonos que no figuran en el índice.
Las empresas
que pierden la calificación de grado de inversión no sólo enfrentan un alza de sus costos de financiamiento, sino que tienen
más inconvenientes para hacer transacciones con contrapartes
como gobiernos de otros países, un dolor de cabeza mayúsculo para las
grandes compañías de recursos naturales con operaciones globales, dijo Brian Gibbons, analista sénior de petróleo y gas de la
firma de análisis de crédito CreditSights.
Dos empresas
que Moody’s rebajó al territorio de deuda chatarra, EnLink Midstream Partners
LP y Encana Corp. buscaron y recibieron grados de inversión de Fitch, que se
sumaron a los que ya habían logrado de S&P, lo que demuestra la importancia
de permanecer en el índice de Barclays para las compañías.
Moody’s
prevé que los precios del petróleo promedien US$33 el barril
este año y US$43 el barril para 2018. Una reciente encuesta
realizada entre 13 bancos de inversión por The Wall Street Journal predijo que el
precio Brent, la referencia global del petróleo, promediará US$69 el barril y
la cotización West Texas Intermediate (WTI), la referencia de EE.UU., US$66 el
barril en 2018.
Más de allá
de que concuerden o no con las decisiones de Moody’s, los inversionistas
reconocen su importancia.
“Nuestra
filosofía es que no dependemos de las calificadoras de riesgo, que hacemos
nuestro trabajo interno e invertimos con una perspectiva de largo plazo… pero
hay que reconocer el hecho de que las
calificadoras de riesgo tienen un impacto en los mercados”, manifestó Troy
Johnson, gestor de portafolio de Westcore Funds, que administra unos US$1.500
millones en activos de renta fija.
— Georgi Kantchev contribuyó a este artículo.
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