Datos
de la OCDE apuntan a una desaceleración del crecimiento mundial (por ejemplo Estados
Unidos, Reino Unido, Canadá y Rusia) por lo que el Banco central de Suecia y el
BCE harán mucho más negativas las tasas de interés para que saquen su dinero del banco y lo gasten.
Datos
de la OCDE apuntan a una desaceleración del crecimiento mundial
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Por PAUL HANNON
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PHOTO: BLOOMBERG NEWS
Por PAUL HANNON
martes,
8 de marzo de 2016 17:11
EDT
LONDRES (EFE Dow Jones)--La economía mundial va camino de
desacelerarse en los próximos meses, en los que el crecimiento se
ralentizará en la mayoría de economías desarrolladas, aunque se estabilizará en
China, según los indicadores adelantados publicados el martes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
El indicador
adelantado compuesto de los 34 miembros de la OCDE bajó en enero al nivel de
99,6 desde 99,7 en diciembre. Un dato por debajo de 100 apunta a un crecimiento
inferior al normal.
El organismo
con sede en París señaló que sus barómetros de actividad económica futura --que
se basan en la información disponible para enero-- siguen apuntando a
desaceleraciones en Estados Unidos, Reino Unido, Canadá
y Rusia, pero ahora también apuntan a una relajación del crecimiento en Alemania y Brasil.
Los
indicadores adelantados también reflejan una estabilización en Francia e India, dos países que anteriormente parecían
camino de un crecimiento más rápido. De hecho, ninguna de las nueve grandes
economías para las que la OCDE publica indicadores adelantados se acelerará.
Estos
indicadores de la OCDE que dibujan un panorama aún más
pesimista para la economía mundial no sorprenden tras el difícil
comienzo de 2016, en el que los mercados financieros se desplomaron en todo el
mundo por las renovadas incertidumbres sobre las perspectivas de China y otros
países. Pero indican que la inestabilidad de los mercados financieros por sí
misma podría haber pasado factura al crecimiento en 2016.
Los responsables
de las políticas monetarias ya han comenzado a responder a las menores
perspectivas de crecimiento. A finales de enero, el Banco
de Japón impuso un tipo de interés a corto plazo negativo en un intento
de revitalizar la economía y la floja inflación. El
banco central sueco, el Riksbank, estableció un interés aún más negativo
y se espera que el Banco Central Europeo haga lo
propio en su reunión del jueves.
Pero cada
vez se teme más que los bancos centrales por sí solos no logren frenar el menor
crecimiento de la economía mundial. A finales de febrero, tanto el Fondo Monetario Internacional como la OCDE pidieron
un nuevo enfoque de los estímulos que dependa más de un aumento coordinado de
la inversión y reformas económicas por parte de los países.
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