México:
Pemex casi en la quiebra ; pierde en 9
meses US$ 20,000 millones aun así debe otros US$
190,000 millones ,tiene 150,000 empleados y 100,000 jubilados, su petróleo
vale menos , y también hay devaluación lo cual incrementa la deuda.
Pemex
y sus 20.000 millones de problemas
http://economia.elpais.com/economia/2015/11/22/actualidad/1448210967_978191.html
La caída del precio del crudo y la depreciación del peso
hunden a la petrolera mexicana en su peor crisis
Pemex
registra las peores pérdidas de su historia
JAN
MARTÍNEZ AHRENS
México
23
NOV 2015 –
Una planta
de gas de Pemex, en Tabsaco. / SAÚL RUIZ
Pemex no sale del pozo. La petrolera que un día simbolizó
la prosperidad mexicana ha acumulado sólo en los
primeros nueve meses de 2015 pérdidas por valor de 20.000 millones de dólares
(18.700 millones de euros). El doble que todo el año anterior. El peor
resultado de su historia. Y no se ve luz al final del túnel. Vapuleada por la
crisis del crudo, con una producción en declive y sometida a la presión de un
dólar alcista, la compañía estatal se enfrenta, después de décadas de
privilegio monopolístico a su mayor reto: transformarse en una empresa
competitiva.
Las alarmas
se encendieron a finales de octubre. Pemex hizo públicas sus cuentas del tercer trimestre. Las pérdidas en ese
periodo alcanzaron casi los 10.000 millones de dólares.
Más que en todo 2014. Fue el peor resultado después de 12 trimestres
consecutivos de números rojos, y la confirmación de que la reforma energética,
tras poner fin a 76 años de monopolio estatal, había topado con un escollo
profundo.
Sobre la
mesa volvió a plantearse públicamente el modelo elegido para Pemex. La reforma
la ha dotado de un consejo de
administración más autónomo y le ha abierto las puertas a las alianzas con el
capital privado. Pero no la ha liberado de su mayor carga.
La
compañía arrastra un pasivo de 190.000 millones de dólares (177.600 millones de
euros), la mitad de origen laboral. A diferencia
de las grandes multinacionales con las que ha empezado a competir, la
estructura de Pemex sigue anclada en el pasado, en el recuerdo de una empresa
paternalista y asistencial. Tiene 150.000 empleados y
otros 100.000 jubilados.
El Gobierno
estudia inyectar fondos en la petrolera
Este cuadro
lo remata una intensa dependencia estatal. Una herencia de la época aúrea que
ya no tiene correlato en la economía real. El país ha ido cediendo terreno en
las dos últimas décadas en favor de otros sectores, como las manufacturas, y la
industria del crudo representa ya menos del 3% del PIB.
Pese a ello, un 30% de los ingresos públicos aún
proceden de Pemex.
Ese es uno
de sus mayores lastres. Y en un año de fuerte recorte del gasto público, el
Gobierno no parece dispuesto a abandonar esta inmensa fuente de dinero.
Tormenta
perfecta
Bajo estas
condiciones, tanto el abrupto descenso de los precios del barril, con caídas
del 60% en un año, como el paulatino declive de la producción (3,3 millones de barriles en 2004 a 2,26 millones en 2015) no
hacen sino echar más leña al fuego. No sólo se genera menos petróleo sino que cada día vale menos. Es la tormenta
perfecta. Y en el tablero ha entrado un nuevo enemigo. “Estamos sufriendo una fuerte
depreciación del peso. Pemex es una empresa altamente dolarizada y casi la
mitad de las pérdidas del último trimestre se deben a esta causa”,
indica Rodolfo Campos, responsable de la Dirección Corporativa de Finanzas de
Pemex. Campos reconoció, en una conferencia con analistas, que el Gobierno
Federal de México estudia recapitalizar Pemex con bonos y otros activos para
paliar la fuerte crisis financiera a la que se enfrenta la petrolera.
En este
horizonte no se atisba una mejoría rápida. “La solución pasa por reinventar a
Pemex. Tiene que resurgir de sus cenizas. Con la reforma energética se perdió
la oportunidad de inyectar capital externo. Una privatización parcial habría
mejorado el control y favorecido al bien público. Ahora no tiene la autonomía
suficiente, su consejo depende del Gobierno y la presión competitiva ya es
demasiado alta”, señala la experta Miriam Grunstein.
El camino a
la privatización parece muy lejano. El petróleo, aparte de ser el mayor
contribuyente a las maltrechas arcas estatales, aun se vive en México como un
emblema de la soberanía nacional. Su enajenación supondría un enorme desafío
político. Y ninguno de los grandes partidos está dispuesto, de momento, a
asumirlo.
“No hay
solución fácil. Una posibilidad sería que el Estado absorbiese la deuda e
impusiese una reforma profunda de las finanzas y un programa de despido del
personal no productivo”, indica el analista David Shields.
Ninguna de
estas opciones figura en el mapa de lo inmediato. La senda tomada por Pemex,
bajo intensa vigilancia gubernamental, ha consistido en abandonar
paulatinamente las áreas menos rentables y buscar alianzas con socios que
compensen sus lagunas. En esta estrategia también ha intentado sanear la
estructura de capital. Para ello ha ajustado el presupuesto, reducido el gasto
de operación y renegociado con los proveedores. Un paso importante en esta
línea ha sido el acuerdo cerrado para retrasar las
jubilaciones a los 60 años o 30 años de servicio (estaban en los 55 años o 25 años de trabajo).
Todo ello ha
permitido alivios parciales pero no ha reducido las inmensas pérdidas ni
atacado su principal problema: la escasa producción. Un agujero negro que ni
siquiera el hallazgo de nuevos campos en el litoral de Tabasco, con una
capacidad equivalente a 350 millones de barriles de
crudo, ha servido para paliar.
“El sector
entero, como demuestra el caso de Petrobras, registra sus peores resultados. Se
puede pensar que la reforma llegó en mal momento. Pero nosotros creemos que no
hay futuro mejor. Hemos trabajado sobre el pasivo laboral y la carga fiscal se va a reducir del 70% al
65% en 2019. Además, ahora tenemos capacidad para asociarnos y decidir
dónde operar, y vamos a monetizar activos”, afirma Campos.
Estas
medidas mejorarán la estructura de capital y posiblemente los resultados. Pero,
a juicio de los analistas, no supondrán ningún cambio radical. La recuperación,
si llega, será lenta. Pemex tardará en salir del pozo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario