Idea para salvar a la industria petrolera de
EEUU , Rusia y Venezuela y hacer que los inversionistas ganen:
Que EEUU de carta blanca a Irán para que
ataque a Arabia Saudita a través de Yemen
. (Los bombardeos de EEUU en Siria contra la infraestructura petrolera del
Estado Islámico son para subir los precios y no se desplome la industria petrolera
de EEUU )
El
crudo sigue en caída, pero los inversionistas apuestan a las petroleras
http://lat.wsj.com/articles/SB10293018507074483808704581362262119479024?tesla=y
PHOTO: ZUMA
PRESS
Por
CHRISTOPHER WHITTALL
Miércoles,
18 de Noviembre de 2015
0:04 EDT
Los inversionistas siguen siendo pesimistas
sobre el crudo, pero
algunos empiezan a comprar las acciones de las empresas que lo extraen del
subsuelo.
Desde
principios de octubre, el precio del Brent, el contrato de referencia mundial, ha bajado 8% y pocos vaticinan una
recuperación importante este año o el próximo. De todos modos, las acciones de las compañías de hidrocarburos han
subido casi 8%, según el Índice Global de Petróleo de
S&P.
El renovado
interés en este asediado sector tiene poco que ver con visiones optimistas
sobre el crudo y refleja, en cambio, los intentos de la industria de adaptarse a un precio más barato mediante
la reducción de gastos, las desinversiones y la presión sobre los proveedores para obtener condiciones más
ventajosas.
Desde luego,
no todos los inversionistas son entusiastas y numerosas
petroleras registran pérdidas cuantiosas y recortan presupuestos, lo que
podría obstaculizar su crecimiento futuro. No obstante, un número creciente de
gestores de fondos apuestan a que estas compañías van en camino de convertirse
en inversiones más rentables.
“Existe el potencial de
que estas empresas se conviertan en máquinas de ganar dinero”, dice James
Sym, gestor de portafolio de Schroders,
que supervisa un portafolio de 295.000 millones de
libras esterlinas (US$449.000 millones). Sym ha comprado en los últimos
meses acciones de empresas como el gigante energético italiano
ENI SpA y la francesa Total SA.
El precio
del petróleo ha caído 61% desde junio de 2014, conforme la nueva producción de
los yacimientos de esquisto de Estados Unidos llevó a una sobreoferta de
suministro en los precios momentos en que la demanda global perdía bríos ante
la desaceleración de la economía china. Las acciones de algunas de las mayores
empresas del sector han recibido una paliza.
BP
PLC, por ejemplo, acumula una caída de 30%,
Exxon
Mobil Corp. ha perdido 24% y
Total
ha bajado 21% en el mismo período.
Varias
empresas han reaccionado con drásticos recortes de costos. BP informó en
octubre que prevé lograr para 2017 una reducción anual de costos de más de
US$6.000 millones. La energética británica también se comprometió a vender
entre US$3.000 millones y US$5.000 millones en activos en 2016 y entre US$2.000
millones y US$3.000 millones en 2017.
Para muchos
inversionistas, el eje de sus apuestas es la capacidad de las petroleras de reducir costos operativos al obligar a las
empresas de servicios a aceptar precios más bajos por suministros como equipos
de perforación y refinación y sistemas tecnológicos.
Ya
está sucediendo.
Amec
Foster Wheeler PLC, una
importante empresa de servicios petroleros del Reino Unido, indicó hace unos
días que debido a la “presión sobre los precios por parte de los clientes” no
tendrá más remedio que eliminar su
dividendo. Es un paso que las grandes petroleras del sector privado no han
dado. En los primeros nueve meses del año, Royal Dutch
Shell PLC, Exxon Mobil Corp., Chevron Corp. y BP han repartido casi US$28.000
millones a sus accionistas, un alza de cerca de 10% frente a igual lapso
del año anterior.
Se trata de
una reversión de las tendencias de los años de auge, cuando la alta demanda
permitió a las compañías de servicios amentar sus precios a costa de los
productores. Por ejemplo, el costo operativo por barril
de ENI pasó de US$4,99 en 2007 a US$8,40 en 2014.
“Es cada vez más
evidente que las acciones de petróleo y gas podrían beneficiarse,
perversamente, del bajo precio del petróleo”, asevera Sym.
Las
petroleras han atravesado malas rachas en los precios del crudo y han
sobrevivido. Entre 1987 y 1997, la industria sufrió un largo período de precios
bajos y respondió con rondas de
reducciones de costos que aseguraron “un fuerte crecimiento de las
ganancias”, según una investigación de Bernstein.
Matthew
Tillett, gestor de
cartera de Allianz Global Investors, ha estado
comprando acciones de BP y Shell, así como de
algunas empresas de exploración y producción más pequeñas.
Tillett
opina que la capacidad de estas empresas para cumplir con sus planes de
recortes de costos es “a partir de ahora probablemente tan importante como el
precio del petróleo”.
“Se ha
producido un gran cambio en la forma en que estas empresas son gestionadas”,
afirma el estratega, cuya firma supervisa activos del orden de los 412.000
millones de euros (unos US$626.500 millones).
Hervé
Samour-Cachian, gestor de cartera sénior de Natixis Asset Management, cuenta que ha estado comprando
acciones de las grandes petroleras desde mediados de año, apostando a una
atenuación del desequilibrio entre la oferta y la demanda en los mercados de
crudo.
Los recortes
en los gastos de capital de las petroleras deberían reducir la producción,
dice, en tanto que la demanda debería remontar conforme la economía mundial se
recupera.
Las medidas
de “autoayuda” adoptadas por las petroleras serían suficientes para cubrir sus
dividendos y “restaurar la confianza de los inversionistas”, manifiesta Samour-Cachian, cuya firma administra alrededor de US$324.000
millones en activos.
No todo el
mundo comparte su opinión. Algunos analistas argumentan que los profundos
recortes de gastos no serán suficientes si la cotización del petróleo no
repunta a US$60 el barril, el precio que la mayoría de las petroleras y los
bancos de inversión proyectan para el Brent el próximo año. Con las reducciones
de gastos, las empresas también corren el riesgo de sacrificar su capacidad de
agregar barriles a través de la exploración y la producción.
Una de las
razones para el optimismo de algunos inversionistas pueden ser las renovadas
promesas de las petroleras de no disminuir los dividendos.
“Los únicos elementos
que tienen para atraer a los inversionistas es una predecible y creciente
distribución de dividendos”, señala Fadel Gheit, analista de Oppenheimer & Co. Si no
se mantienen los dividendos, entonces “el cuchillo cortará con mucha fuerza”,
predice.
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