Argentina
tendrá una gran devaluación gane quien gane; además el déficit fiscal está en 7% eso significa despidos y alza de impuestos
inminentes. ¡Compre dólares ahorita!, que el ajuste no lo coja desprevenido
Argentina
dispara el déficit, pero Scioli y Macri hablan de menos impuestos
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/11/12/argentina/1447345648_963845.html
El
desequilibrio llega al 7%, mientras la campaña vive una ficción con promesas de
gasto
"Todos
los países latinoamericanos tenemos el virus del populismo"
CARLOS
E. CUÉ
Buenos
Aires
12 NOV 2015 –
Militantes
de la coalición Cambiemos invitan a votar por el candidato opositor Mauricio
Macri este miércoles en el centro de Buenos Aires. / DAVID FERNÁNDEZ (EFE)
Argentina
vive metida en la burbuja de la campaña electoral
en una especie de realidad paralela. Nadie quiere dar malas noticias y los dos
candidatos han entrado en una guerra para ver quién promete más bajadas de impuestos y garantiza mejor las ayudas
sociales y el gasto público. Mientras, la Auditoría General de la
Nación, el organismo del Congreso que supervisa el gasto, acaba de señalar que
según sus cálculos el déficit público de este año
electoral llegará al 7%, uno de los más altos
del mundo. España, por ejemplo, llegó al 9% en 2012 y fue forzada a un
durísimo ajuste, aunque tenía más deuda que Argentina.
Nadie quiere
hablar de ajuste en Argentina. Al menos ninguno de los que se presentan a las
elecciones. Pero cuando se baja de la campaña política, la mayoría de los expertos coinciden en que eso es lo que viene,
aunque probablemente no tan fuerte como el de Brasil.
El mal
resultado político y económico de los recortes en Brasil está haciendo
reflexionar a muchos en Argentina sobre el error de seguir esa estrategia. Por
eso entre los economistas argentinos se discute el “gradualismo”, esto es hacer
las cosas poco a poco para evitar un hundimiento a la brasileña. Pero en el
mundo de los candidatos ni siquiera llega eso. Ambos, últimamente con más
fuerza el peronista Daniel Scioli, que necesita darle la vuelta a las
encuestas, prometen medidas como si Argentina estuviera en época de vacas
gordas y no llevara cuatro años estancada.
Scioli
y Macri prometen una
fuerte subida de las pensiones –el llamado 82% móvil,
que implica que la gente cobrará el 82% de su último
sueldo antes de jubilarse con una actualización automática por la
inflación- una fuerte bajada de impuestos –eliminación
del impuesto a las ganancias, el IRPF argentino y bajada del impuesto a las
exportaciones agrícolas- y Scioli incluso dice ahora que no va a
eliminar los subsidios a la energía y el transporte, que suponen buena parte
del déficit público y hacen que en Argentina, en especial en Buenos Aires, la luz sea de las más baratas del mundo. Esto
beneficia según los expertos a la clase alta, la que más pagaría con una
factura no subsidiada. Macri sí quiere tocarlos aunque no dice cuánto y Scioli
le critica y dice que él va a mantener los subsidios.
Macri
promete que revisará las últimas contrataciones de empleados públicos
Los dos
aseguran también que no van a tocar los planes sociales. Y la vez prometen un
gran desarrollo de obra pública. ¿De dónde van a sacar el dinero? Endeudándose,
aseguran –Argentina bajó mucho sus niveles de deuda- y sobre todo con
“confianza” y crecimiento. Gustavo Marangoni, hombre de máxima confianza de
Scioli, asegura que los argentinos tienen 200.000 millones de dólares
escondidos, dentro o fuera del país. “Solo con generar confianza para que una
pequeña parte de ese dinero volviera al circuito tendríamos muchas
oportunidades”, señala. Además, los propietarios de
campos tienen 10.900 millones de dólares en soja ya declarados al fisco pero aún no vendidos, guardados en
las llamadas silobolsas a la espera de que cambie el
Gobierno y el tipo de cambio. El país vive así en vilo ante las
elecciones.
Scioli
asegura que no van a hacer ningún recorte de empleados públicos. Macri tampoco
anuncia grandes recortes aunque sí revisará las contrataciones masivas a
militantes de los últimos tiempos. "Vamos a revisar contratos. El Estado
tiene que estar al servicio de la gente. No puede ser un 'aguantadero' (refugio
de delincuentes) de la política ni de La Cámpora", sostiene.
Los dos
evitan las malas noticias, pero los datos del informe de la Auditoría General
de la Nación son elocuentes. El texto señala que los ingresos públicos están
aumentando a un ritmo del 25% interanual –sobre todo por la inflación, que casi
llega a esa cifra- mientras los gastos lo hicieron a un 40% interanual. Para 2015, el Congreso había aprobado un déficit de casi
$50.000 millones de pesos (5.200 millones dólares), pero en los primeros
seis meses del año ya ha llegado a 100.000 millones.
Y además en la segunda parte del año se suele gasta más, dice el informe. 2015,
dice el texto, sería el séptimo año consecutivo con déficit público, ya que en
los primeros años del kirchnerismo hubo superávit. Como ejemplo señala que en
los primeros seis meses ya se ha gastado en publicidad y propaganda el dinero
previsto para todo el año. Argentina vive así dos realidades, una de los
números y otra la de los discursos electorales. Ambas se cruzarán después del
10 de diciembre, cuando tome posesión el nuevo Gobierno.
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