Mossack
Fonseca desafía a la Securities and Exchange Commission de Estados Unidos, y a
todos los Organismos Reguladores Internacionales y dice que no cambiará su
modelo de negocios tras los ‘Panama Papers’,
Securities
and Exchange Commission de Estados Unidos, es la agencia federal encargada de
la supervisión de los mercados financieros;
Mossack
Fonseca no cambiará su modelo de negocios tras los ‘Panama Papers’, dice su
cofundador
http://lat.wsj.com/articles/SB11621860568791853504304581647770617612418?tesla=y
El edificio
donde se encuentran las oficinas de Mossack Fonseca en Ciudad de Panamá. PHOTO:
SUSANA GONZALEZ/BLOOMBERG NEWS
Por KEJAL VYAS
jueves,
7 de abril de 2016 19:47
EDT
PANAMÁ—Uno
de los fundadores de Mossack Fonseca, la firma de abogados en el centro de la
filtración de documentos llamada “Panama Papers”, defendió su firma y dijo que esperaba pocos cambios en su modelo de
negocios a pesar del escrutinio mundial.
En su
primera entrevista en profundidad desde que los documentos filtrados fueron
publicados, Jürgen Mossack afirmó que su bufete
de abogados no hizo nada inapropiado al vender 240.000 empresas de fachada
registradas en territorios alrededor del mundo con una baja o ninguna tasa
tributaria.
La firma de
abogados, agregó, trabaja a través de intermediarios y no puede hacer
seguimiento a la forma en que son usadas las entidades incorporadas en paraísos
fiscales que vende.
“No vamos a detener el
servicio e irnos a sembrar bananos o algo así”, señaló Mossack, de 68 años. “La
gente comete errores. Nosotros los cometemos, así como nuestro departamento de
cumplimiento. Pero esa no es la norma”.
Sentado en
un sillón en el segundo piso de las oficinas de Mossack Fonseca, ubicadas en el
distrito financiero de la ciudad de Panamá, Mossack habló apenas días después
de que un grupo de 400 periodistas de una decena de países publicaran
simultáneamente artículos basados en los documentos filtrados que mostraban
cómo el bufete creo empresas fachada y cuentas en paraísos fiscales donde los
ricos y poderosos podían ocultar su dinero.
Documentos
obtenidos por el grupo, el Consorcio Internacional de
Periodistas Investigativos (ICIJ, por sus siglas en inglés), mostró que
lo clientes de la firma incluían desde familiares de altos funcionarios chinos
hasta socios del presidente de Rusia, Vladimir Putin, pasando por el encargado
de administrar el dinero del dictador sirio Bashar
al-Assad.
La veta de
11,5 millones de archivos fue enviada a un periódico en Munich y luego
compartida con ICIJ. The Wall Stree Journal no ha verificado de forma
independiente los documentos.
El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, defendió el
miércoles por la noche reformas de transparencia que su gobierno aprobó el año
pasado y dijo que la tormenta mediática estaba proyectando una luz negativa
sobre el país.
“Los mal
llamados papeles de Panamá”, dijo, “no es un problema de nuestro país sino de
muchos países del mundo”.
Varela
señaló que Panamá conformaría un comité independiente de expertos nacionales e
internacionales para evaluar las regulaciones del país que rigen los servicios
financieros y legales. Días antes, la fiscalía general de Panamá había
anunciado el inicio de una investigación del bufete.
Mossack y la
directora de asuntos legales de su firma de abogados, Sara
Montenegro, dijeron en la entrevista de una hora que dan la bienvenida a
regulaciones y escrutinio adicionales de su negocio. Señalaron, sin embargo, que
aún no han sido contactados por las autoridades locales.
“En este momento, yo
diría que no debería haber repercusiones”, aseguró Mossack, “pero no diría que
no habrá ninguna”.
Desde que la
firma fue fundada en 1977, el negocio de vender empresas de papel de Mossack
Fonseca creció exponencialmente. Es principalmente un juego de volumen, dijeron
Mossack y Montenegro, porque el costo de registrar empresas en jurisdicciones
como las Islas Vírgenes Británicas es bajo. Empresas
fachada pueden ser adquiridas por unos pocos cientos de dólares. Las
firmas de abogados también cobran una tarifa anual de alrededor de US$1.000
para aparecer en los registros como agentes de sus clientes.
Las empresas
en paraísos fiscales tienen bastantes usos legítimos, señaló Mossack,
incluyendo evitar el pago doble de impuestos, y suministrar privacidad y
protección ante regímenes criminales y delincuentes.
Expertos en
paraísos fiscales señalan, sin embargo, que Panamá es
uno de los países con mayor nivel de hermetismo y ha sido renuente a
cooperar con los países que buscan mayor transparencia en el movimiento de
dinero.
El
miércoles, el ministro francés de Hacienda, Michel Sapin, dijo que le había
pedido a la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE) de volver a incluir a Panamá en la lista de
paraísos fiscales que no cooperan, señalando que el país no ha
progresado en el intercambio de información desde que fue sacado de dicha lista
en 2012. Las autoridades de Panamá prometieron luchar contra esa medida.
Mossack,
cuyo padre fue un soldado alemán durante la Segunda Guerra Mundial y
quien se mudó a Panamá con su familia cuando tenía 13 años, dijo que su firma
está realizando algunos ajustes, reduciendo sus franquicias en el exterior,
siendo más selectiva con los clientes e invirtiendo en una mejor seguridad
informática.
Los
documentos de su empresa, añadió, fueron robados por un pirata informático.
Mossack aseguró que solo en semanas recientes fue notificado de la violación de
seguridad, después de que clientes empezaron a recibir llamadas de los
periodistas que participaron en la investigación de los “Panama papers”.
Mossack
Fonseca afirmó que está mejorando las prácticas de diligencia debida y que
tiene un equipo de 26 abogados escarbando entre sus archivos para revisar
clientes que han trabajado con la firma por años. Montenegro agregó que
cualquier irregularidad en la información de registro puede llevar a la
terminación de la relación. La abogada dijo que en años recientes han cortado
lazos con cerca de 80 clientes al año gracias al mejoramiento de la diligencia
debida.
“El único delito que se
puede probar acá es el de la violación de la privacidad”, dijo Montenegro, en referencia a la
filtración.
Mossack afirmó que los bancos
intermediarios con los que trabaja su firma —y que representan a los
destinatarios finales de las empresas fantasma— deberían estar haciendo una
mejor revisión de sus clientes.
“Nuestra
marca necesita ser protegida”, dijo Mossack. “Sentimos que la mejor forma de
proteger nuestra marca es haciendo las cosas nosotros mismo y no depender de
otros”.
—José de Córdoba y Santiago Pérez en Ciudad de México
contribuyeron a este artículo.
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