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miércoles, 20 de abril de 2016

La ciencia de hacer amigos con la yihad de Medio Oriente en territorios de América latina usando las redes sociales, además utilice Scuba Girls para mujeres y Meetup.com, un sitio de grupos creados en torno a actividades o intereses específicos; con informes de la British Journal of Psychology y de Evolutionary Behavioral Sciences.// Por ELIZABETH BERNSTEIN encontrado en el WSJ

La ciencia de hacer amigos con la yihad de Medio Oriente en territorios de América latina usando las redes sociales,  además utilice Scuba Girls para mujeres y  Meetup.com, un sitio de grupos creados en torno a actividades o intereses específicos; con informes de la British Journal of Psychology y de Evolutionary Behavioral Sciences.



La ciencia de hacer amigos

http://lat.wsj.com/articles/SB11674580490993444606104582018552060255544?tesla=y


 


PHOTO: GETTY IMAGES

Por ELIZABETH BERNSTEIN

miércoles, 20 de abril de 2016 19:37 EDT







He tenido una serie de citas últimamente.

Intercambié números de teléfono con la persona sentada a mi lado en una degustación de vinos Cabernet organizada por mi bar favorito y tomé un café con otra que conocí mientras paseaba a mi perro. Retomé el contacto con personas que no había visto en años.

Estoy tratando de hacer nuevas amistades.

Un número importante de estudios muestran que las personas que disfrutan de amistades sólidas tienen vidas más largas y saludables que las que no las tienen. La amistad disminuye la presión arterial y el estrés, reduce el riesgo de caer en depresión y aumenta la longevidad, en gran parte porque alguien está pendiente de nosotros.


Una investigación publicada en febrero por la revista especializada British Journal of Psychology analizó 15.000 casos y encontró que las personas que tenían más interacciones sociales con amigos cercanos reportaban ser más felices, a menos que fueran muy inteligentes. Las personas con coeficientes intelectuales más altos eran menos felices cuando pasaban más tiempo con amigos. En teoría, dicen los expertos, estas personas se mantienen intelectualmente estimuladas sin necesidad de tener mucha interacción social y a menudo siguen un objetivo a largo plazo.


A partir del momento en que entramos en la adultez, nuestra cantidad de amigos comienza a disminuir en forma constante. Los cambios de amistades suelen ocurrir en momentos de transición de la vida, como graduarse de la universidad, tener hijos, perder un empleo, divorciarse o sufrir la muerte de un cónyuge. Un estudio publicado en 2015 por Evolutionary Behavioral Sciences analizó 540 hombres y mujeres y mostró que cuando ganamos una pareja perdemos en promedio dos amigos.


“Estamos permanentemente desprendiéndonos de nuestros amigos”, dice Irene S. Levine, profesora de psiquiatría clínica de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York y autora de Best Friends Forever: Surviving a Breakup with Your Best Friend (algo así como “Mejores amigos para siempre: cómo sobrevivir a una ruptura con su mejor amigo”). “Nos dirigimos en una dirección, nuestros amigos van en otra, y no hay mucho más en común”, explica.


A medida que pasan los años se vuelve más difícil hacer amigos: tenemos menos tiempo para dedicarles. Al mismo tiempo, es más difícil encontrar personas con intereses y estilos semejantes a los nuestros cuando ya no podemos contar con el grupo de compañeros de escuela para facilitarnos la vida a hora de elegir amigos. Con sus rutinas constantes, la escuela es además un ámbito que favorece de manera natural el desarrollo paulatino de la intimidad entre las personas.

Con el tiempo también nos volvemos más inhibidos. La mayoría de los niños no tiene problemas para atravesar el patio para preguntarle a otro niño si quiere ser su amigo. Imagínese hacer eso en una cafetería.


¿Cómo se hacen amigos en esta etapa de la vida?
 Levine sugiere que el primer paso es superar el estigma de que si no tiene suficientes amigos o está buscando hacer más, tiene un problema. Los adultos, dice la experta, tienden a pensar que todo el mundo tiene amigos y que nosotros somos los que los estamos buscando. “Nada podría estar más lejos de la verdad”, asevera. En especial las mujeres se sienten juzgadas si no tienen amigos, ya que se supone que la amistad es algo en lo que aquellas sobresalen.


A los hombres les podría costar más entablar una amistad.
Las mujeres se sienten más cómodas haciendo contacto con desconocidas, dice Geoffrey Greif, profesor de la Universidad de Maryland y autor de Buddy System: Understanding Male Friendships (algo así como “Compinches: Cómo entender las amistades masculinas”).
 Grief dice que a los hombres a menudo les preocupa que si buscan acercarse a otro hombre esto pueda ser interpretado como un avance sexual. En general, además, los varones “están menos dispuestos a mostrarse vulnerables”, observa.


Si desea hacer nuevos amigos, debe saber dónde apuntar. Al igual que cuando busca pareja, tiene que buscar gente con la que tenga algo en común y que esté emocionalmente disponible.


Tara Massan ha hecho amigos invitando a salir a otra voluntaria de un banco de alimentos, asistiendo a la misma cafetería a la misma hora todos los y ubicándose en su clase de gimnasia al lado de una mujer cuyas destrezas atléticas admiraba.

Hace algunos años, mientras trabajaba como asistente legal, advirtió que una compañera de oficina venía a trabajar todos los días en zapatillas. Massan mencionó que a ella también le gustaba correr y le pidió consejos para una carrera de 10 kilómetros en la que tenía que participar pronto. Al poco tiempo, las dos empezaron a charlar todos los días sobre el tema y la compañera invitó a Massan a su grupo de corredores. Ahora ambas se reúnen todas las semanas para ir a correr o ponerse al día.

“Si siente química con otra persona, preséntese”, recomienda Massan, una profesora de violín de Blaine, Minnesota, de 33 años. “Nunca se sabe qué tipo de amistad florecerá”.

Cuando está buscando hacer amigos, no espere lograr demasiado en poco tiempo. Comience por conocer a las personas. Nunca se sabe quién se convertirá en un amigo cercano.


Busque con amplitud. Cuando ensancha sus horizontes, multiplica sus opciones.


Comparta algo personal. “Es como un baile”, señala Levine. “Usted comparte algo, luego le da a la otra persona la oportunidad de compartir” algo con usted, asevera. “Debe ser un despliegue mutuo de información sobre el otro”.


Siga sus intereses. Involúcrese con grupos o actividades que le gusten. De esa forma se encontrará con personas de gustos similares y se volverá más interesante. Eche un vistazo a Meetup.com, un sitio de grupos creados en torno a actividades o intereses específicos y que siempre están buscando conectar gente nueva.

Sea constante. Participar regularmente en una actividad permite conocer a alguien de manera natural, a lo largo del tiempo. “Cuesta llevar [la amistad] al siguiente nivel si usted no se ve con esa persona con regularidad”, dice Carlin Flora, autora de “Friendfluence: The Surprising Ways Friends Make Us Who We Are” (algo así como “Aminfluencia: Las sorprendentes maneras en que los amigos nos hacen ser quienes somos”).

Considere la posibilidad de reanudar una vieja amistad. Las circunstancias de las personas cambian y alguien que estaba demasiado ocupado en el pasado puede ahora tener más tiempo.

Ofrezca su amistad cuando alguien la necesite. Ofrezca dejarle una sopa al vecino enfermo o invite a tomar un café a un compañero de trabajo estresado.

He hecho amigos charlando con extraños en aviones, trabajando como voluntaria para una organización benéfica que ayuda a veteranos de guerra y participando en regatas de veleros los miércoles por la noche.

Recientemente, he decidido que no tengo suficientes amigas en Miami, donde me mudé hace varios años. Un conocido me informó que existía un grupo de Facebook llamado Scuba Girls para mujeres a las que les gusta bucear, que es una de mis pasiones. Mandé un mensaje al grupo presentándome y dije que estaba buscando amigos. A los 15 minutos tenía 11 respuestas. Tres eran de mujeres que ya conocía, que me saludaban.


Hice planes para juntarme con varias de las mujeres que no conocía. Todas eran interesantes y divertidas y estoy segura de que, con el tiempo, saldré a bucear con ellas.


Hubo un caso fue especial. Tan pronto como nos vimos hicimos una buena conexión a partir del hecho de que las dos tenemos el cabello rizado. Al final, nos quedamos charlando unas tres horas sobre nuestros trabajos, libros favoritos, relaciones y el Medio Oeste de EE.UU., donde ambas crecimos. A mitad de la conversación la interrumpí para informarle que estaba en una “cita entre amigas”.


“¡Lo sé!”, respondió con entusiasmo. “Va muy bien, ¿no te parece?”

5 pasos para comenzar una amistad

Encontrar un amigo se parece mucho a las citas.

Los amigos conducen a nuevos amigos; bienvenidos a estos amigos “puente”.

No se limite a conocer personas que sean iguales que usted.

No hay que esperar mucho en poco tiempo.

Sea abierta y comparta sobre usted.


Haga el seguimiento. Una llamada o una salida no son suficientes para cimentar una amistad. Es necesario alimentar la relación con alguien con un buen potencial.

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