Vuelve
la guerra de divisas: El Bundesbank se asusta ante la crisis económica inminente
(¿deflación con recesión?) en Europa y adopta una política económica más
agresiva que la FED del WSJ
Nota del autor del blog: el
Bundesbank insta al BCE a adoptar una tasa negativa sobre los depósitos bancarios
tema y rumbo desconocido en economía para bancos centrales gigantes como el BCE
http://es.wikipedia.org/wiki/Deutsche_Bundesbank#mediaviewer/Archivo:Deutschebundesbank001.jpg
El
Bundesbank se ablanda y Europa espera nuevos estímulos a la economía
http://online.wsj.com/news/articles/SB10001424052702303627504579560523046606060?tesla=y&tesla=y&mg=reno64-wsj&url=http://online.wsj.com/article/SB10001424052702303627504579560523046606060.html
By :
BRIAN BLACKSTONE
May 14, 2014
12:02 a.m. ET
FRÁNCFORT—El banco central de Alemania está
dispuesto a respaldar un arsenal de medidas de estímulo que el Banco Central Europeo anunciaría el próximo mes para combatir una inflación demasiado
baja, una decisión que subraya el cambio que ha experimentado el Bundesbank en
el último año dónde ha dejado de ser el rebelde de la zona euro.
El
Bundesbank está abierto a apoyar pasos
enérgicos y, en algunas instancias, sin precedentes de parte del BCE, como el cobro de una tasa de interés negativa sobre los
depósitos bancarios, límites para los créditos de largo plazo a los
bancos y adquisiciones de paquetes de préstamos bancarios, indicó a The Wall Street Journal una fuente bien informada.
La noticia
provocó una brusca caída del euro y
se suma a las crecientes expectativas en los mercados de que el BCE actuará en forma
decisiva, y unida, al anunciar recortes de tasas y otras políticas de
estímulo cuando se reúna el 5 de junio.
Las
proyecciones del BCE para la inflación en 2016,
que los funcionarios de la entidad tendrán a su disposición cuando se reúnan,
jugarán un papel clave en el apetito del banco central alemán para respaldar
políticas adicionales de estímulo, agregó la fuente.
El apoyo constituye, de todos modos, la señal
más clara de que el Bundesbank, una institución que durante años se caracterizó
por su oposición a las medidas de emergencia del BCE para combatir la crisis de
la deuda, está plenamente comprometido con la
lucha contra una tasa demasiado baja de inflación de la zona euro.
La postura
del Bundesbank representa un giro importante
para su presidente, Jens Weidmann, cuyos tres
años al frente de la entidad han estado marcados por su férrea y aislada
oposición a la principal política del BCE para afrontar la crisis: un plan de compra de bonos orientado a
estabilizar los mercados de deuda.
El
Bundesbank considera que el programa de compra de bonos, creado en septiembre
de 2012, es una peligrosa combinación de políticas monetarias y fiscales, si
bien su mera existencia logró restaurar la calma en los mercados y alivió los
temores de un desmantelamiento de la zona euro. El programa jamás se ha usado.
No obstante,
el banco central alemán parece dispuesto a emplear en forma agresiva las
herramientas monetarias del BCE para ayudar a cumplir su meta de que la inflación no supere 2% en el mediano plazo.
La
flexibilización de su postura beneficia tácticamente al Bundesbank al hacer que
sus puntos de vista adquieran mayor relevancia en los mercados y al fortalecer
su posición cuando se opone a medidas como la compra de activos a gran escala.
El
Bundesbank podría brindar un respaldo crucial para el presidente del BCE, Mario Draghi, en especial con la opinión pública de
Alemania, cuando el BCE se reúna el próximo mes.
Draghi alertó a los mercados
financieros la semana pasada de que podría haber nuevas medidas de estímulo
ante el descenso de la inflación en la zona euro, que llega a 0,7% y está muy
por debajo de la meta de 2% en el mediano plazo.
Los bancos
centrales buscan una inflación baja, que mantiene a raya los costos de
financiamiento y provee un entorno estable para que las empresas y familias
gasten.
Sin embargo,
cuando los precios al consumidor son muy bajos, es más difícil pagar las deudas
y los consumidores aplazan las compras ante la esperanza de que los precios
bajen.
El BCE también ha dejado en claro su
preocupación por la alta cotización del euro, que debilita la inflación.
"El Consejo de
Gobierno no tiene reparos para actuar la próxima vez", dijo Draghi el jueves pasado,
después que el BCE no modificara las tasas de interés, que están en los niveles
más bajos de la historia. Destacó que la entidad analizaría las últimas
proyecciones de inflación antes de tomar una decisión.
El cambio de
postura del banco central alemán empezó a notarse hace casi un año, cuando Weidmann aprobó el compromiso del BCE de mantener las
tasas de interés en los niveles actuales o menores durante "un período
prolongado".
Sin embargo,
el respaldo del Bundesbank a nuevas medidas de estímulo tiene sus límites.
La entidad sigue resistiendo la
compra a gran escala de deuda pública y privada, un proceso conocido en la
jerga financiera como relajamiento cuantitativo, dijo la fuente.
El banco
central alemán, no obstante, está abierto a un paquete importante de medidas,
agregó la fuente.
Estas
incluyen reducciones en las tasas de créditos y depósitos, préstamos sin límites a los bancos comerciales entre mediados
de 2015 y mediados de 2016, créditos de largo plazo de tasa fija a los
bancos y algunos compras de valores respaldados por activos.
La lista es
significativa.
Ningún banco central de la envergadura del BCE ha
experimentado con una tasa de interés negativa sobre los depósitos.
La actual
tasa del BCE es de cero, que en la práctica castiga a los bancos por depositar
fondos en el BCE. Esto podría debilitar el euro conforme los inversionistas
internacionales miran con mayor recelo los activos denominados en euros.
De todos
modos, los pasos que el Bundesbank está dispuesto a apoyar podrían cambiar y
dependen mucho de los próximos pronósticos del BCE sobre la inflación hasta
2016.
En
la actualidad, el banco central prevé que la inflación promedie 1% este año,
1,3% el siguiente y 1,5% en 2016.
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