La tecnología
revoluciona el cultivo de granos.
http://online.wsj.com/news/articles/SB10001424052702304587704579584581802637484?tesla=y&tesla=y&mg=reno64-wsj&url=http://online.wsj.com/article/SB10001424052702304587704579584581802637484.html
Reduce
drásticamente el tiempo que toma sembrar las tierras, aunque la mayor
productividad tiene un efecto adverso
Por Tony C. Dreibus
May 26, 2014
12:02 a.m. ET
El
agricultor Jim Walter invirtió US$15.000 para
modernizar su tractor John Deere. Tony C.
Dreibus/The Wall Street Journal.
DEKALB,
Illinois, EE.UU.—El
tractor de Jim Walter se movía por sí solo mientras el agricultor miraba una
pantalla de computadora que mostraba las semillas de maíz que sembraba en su
tierra. Para cuando terminó su jornada de 16 horas, había plantado 125
hectáreas, el equivalente a casi 200 canchas de fútbol.
Se trata de
algo que era imposible hace una década, y ni hablar de cuando Walter, de 66
años, empezó a cultivar en 1970. Hoy en día, sin embargo, la escena se repite a
lo largo de la región central de Estados Unidos, conforme los agricultores
invierten en maquinaria más sofisticada para sembrar cultivos rápidamente
durante cortos períodos de buen clima.
Walter gastó
US$15.000 para modernizar su tractor John Deere
DE -0.01% 8300 con un Sistema de Posicionamiento Global (GPS) que usa
satélites para conducir de forma automática, monitorea el número de semillas
plantadas por hectárea y recopila y registra información sobre las
plantaciones. Es una de las nuevas herramientas de alta tecnología que ayudaron
a los agricultores a sembrar 30% de los cultivos de
este año en EE.UU. en una sola semana, según el Departamento de
Agricultura (USDA, por sus siglas en inglés).
"Esto
hace prácticamente todo menos succionar huevos", dijo Walter mientras
recorría su tierra en una noche totalmente oscura.
Fuertes
lluvias y temperaturas inusualmente bajas en abril y mayo de este año y el
anterior retrasaron la temporada de plantación en gran parte del cinturón
agrícola de EE.UU., lo que redujo aún más el período para sembrar y aumentó la
necesidad de nuevas tecnologías. El año pasado, los agricultores sembraron 43%,
o 16,6 millones de hectáreas, de la cosecha en una semana, la mayor superficie
desde que el gobierno estadounidense empezó a llevar un registro en 1980. En
promedio, los agricultores han plantado cerca de 12% de la cosecha cada semana
desde 1980, según datos oficiales.
Un auge de
varios años en el sector agrícola, impulsado por mayores ingresos del sector
gracias al alza en los precios de los cultivos —que subieron debido al
creciente consumo global y problemas de producción relacionados al clima—,
elevó el atractivo de tecnologías de plantación de Deere
& Co. y rivales como Agco Corp. AGCO +0.20% entre los agricultores.
Los fabricantes
de maquinaria vendieron 44.183 nuevos tractores grandes en EE.UU. en 2013, el
quinto año consecutivo de incrementos para equipos que cuestan hasta US$400.000 cada uno, según la Asociación de
Fabricantes de Equipos. Las ventas de tractores y cosechadoras autopropulsadas
en EE.UU. alcanzaron un récord de US$19.100 millones el
año pasado, según datos del USDA.
Ahora, sin
embargo, los agricultores y fabricantes de maquinaria se podrían convertir en
víctimas del éxito de las nuevas tecnologías.
La
cosecha récord de maíz
estadounidense el año pasado provocó una caída de 40%
en los precios del grano.
En tanto,
los ingresos del sector agrícola se
enfrían, mientras que Deere y otros fabricantes indican que la demanda de
nuevos tractores se debilita.
Los ingresos
netos del sector en EE.UU. bajarán 27% este año a
US$95.800 millones, el menor nivel desde 2010, proyectó el USDA en
febrero. La reducción podría resultar en la primera caída en las compras de
tractores en el país desde 2009, dicen los analistas.
Deere señaló en su informe de ganancias
más reciente que las ventas mundiales
de sus equipos de agricultura y jardinería disminuirán
7% en el año fiscal que cierra el 31 de octubre, de US$29.100 millones
el año previo. La empresa prevé que la facturación
en EE.UU. caiga entre 5% y 10%. Los menores
ingresos del sector ejercen "presión sobre los equipos agrícolas,
especialmente los modelos más grandes", afirmó Deere.
En Sudamérica, se puede observar la misma tendencia. Los
fabricantes de maquinaria vendieron 65.089 tractores en Brasil en 2013, frente
a 28.577 una década atrás, según datos de Vertical Research Partners y la
Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores de Brasil.
Este año, en
cambio, las ventas en América del Sur
descenderán alrededor de 10%, señaló Deere en su
informe, frente a la estimación de una caída de hasta un mínimo de 5% realizada
en febrero.
Los
agricultores todavía están comprando nuevos equipos, incluyendo modificaciones
a sus tractores actuales, aunque no a un ritmo tan rápido, dice Jeff Sloan,
quien trabaja en administración y ventas en Sloan Implement Co., que tiene 17
concesionarios de John Deere. No obstante, explica que los agricultores suelen
actualizar su maquinaria "cada tres a cinco años", más allá de las
condiciones económicas.
Deere empezó
a ofrecer maquinaria de conducción automática hace unos 15 años. Los
agricultores al principio se mostraron escépticos, pero con el tiempo se
percataron de sus beneficios, dice Sloan. Ahora, los productores agrícolas
pueden instalar software que mueve el vehículo con una
precisión de un par de centímetros, indicar a las sembradoras cuántas
semillas colocar en la tierra y transmitir la información usando tecnología en
la nube.
Nota del autor del blog : el GPS no
permite que se desvíen 2 centímetros pero no sirvió para rastrear un avión más
grande que un barco de guerra de Perú el vuelo 370 de la aerolínea Malasia
Pese a que
las ventas de equipos se han desacelerado, los agricultores seguirán
actualizando su tecnología porque "encuentran valor en una mayor
precisión", afirma Jeff Kaprelian, un operador de la corredora de
commodities The Hueber Report.
Jamie
Walter, hijo de Jim y copropietario del cultivo, dice que gastan entre US$2.000 y US$4.000 al año en
actualizaciones de software y servicios de suscripción. Cuenta que antes se
demoraban casi dos semanas para sembrar las 810 hectáreas que posee su familia.
"La meta solía ser de 10 días", dice Jamie Walter. "Ahora
podemos plantar todo nuestro maíz en cinco días".
— Bob Tita contribuyó a este artículo.
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