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miércoles, 30 de mayo de 2018

¿Por qué Italia se revuelve contra Europa?

¿Por qué Italia se revuelve contra Europa?

Los nuevos partidos han propuesto líderes políticos que representan, para bien o para mal, un punto de ruptura y discontinuidad con el pasado

Estos días he leído muchos artículos en la prensa internacional que describen la situación política italiana de forma muy superficial, y en algunos casos incluso de forma errónea. Por ello, me gustaría compartir algunas consideraciones en torno a esta crisis política italiana pues detrás hay cuestiones éticas de calado.
Las fuerzas políticas emergentes, el Movimiento 5 Stelle, la Lega y Fratelli d’Italia, de hecho reúnen las posturas éticas del pueblo italiano, tanto a nivel interno como externo. Internamente, los italianos reclaman una clase política más joven y, sobre todo, más honesta. Por ello, los nuevos partidos han propuesto líderes políticos que representan, para bien o para mal, un punto de ruptura y discontinuidad con el pasado.
La figura del político italiano, distante del pueblo, corrupto y que corrompe, está en claro declive. Recientemente, por razones profesionales, tuve que contactar con algunos de estos jóvenes políticos y sólo enviando un correo electrónico a sus secretarías respectivas, fui recibido con cortesía y profesionalidad a pesar de no conocerlos de nada. Me encontré de frente con interlocutores disponibles y atentos a mis peticiones. Me pregunto si sucede hoy lo mismo en muchos otros países europeos que critican con tanta facilidad a la nueva clase política italiana.
Estos nuevos partidos también están llevando a cabo cambios en temas de igualdad y justicia social. Por ejemplo, los italianos están muy sensibilizados con los privilegios adquiridos por los políticos (en cuanto a salario o pensiones de jubilación). Desde un punto de vista puramente económico, el impacto de estas acciones es insignificante en el presupuesto estatal, pero a nivel moral y cultural estas reformas representan un punto de inflexión con respecto al pasado.
Por otro lado considero que Europa no se está comportando correctamente en muchas situaciones críticas, que está padeciendo Italia, teniendo en cuenta el peso que tiene en la economía europea, no en vano Italia es la segunda potencia industrial en Europa.
La primera de estas situaciones se refiere a la emigración. Hay políticos europeos que critican y emiten juicios de valor sobre cómo Italia está manejando el problema de los inmigrantes. Pero la ayuda europea frente a esta crisis es mínima, casi nula si tenemos en cuenta el alcance de esta tragedia humanitaria. A los italianos se les pide que gestionen la inmigración con responsabilidad mientras países como Francia y Austria cierran sus fronteras. ¿Por qué la prensa internacional no condena la incoherencia de estos países, que se erigen en baluartes de la civilización europea?
El segundo ejemplo tiene que ver con el sector alimentario. Italia tiene una de las legislaciones más desarrolladas en Europa en este sector. Durante años ha estado luchando para que Europa imponga medidas más restrictivas y concretas sobre la calificación del origen de los productos alimenticios, y en particular de los productos vegetales. No se trata solo de proteger la cadena de suministro de alimentos italiana, se trata de proteger a los consumidores europeos, que a menudo compran tomates y melones que creen que se han cultivado en Europa, pero en realidad no es así. He estado lidiando con estos problemas durante años en nombre de una importante asociación europea, y puedo decir que las instituciones europeas son insensibles a estos problemas. Italia está luchando y Europa no está escuchando.
Por último, me gustaría concluir con unos datos económicos: ¿Saben que en 2017 las exportaciones italianas aumentaron en un 5,4%, el empleo creció en 284,000 personas y la producción industrial creció en un 3,6%? La prensa europea y sus políticos no reflejan nunca esos datos, por ello es natural que los italianos se sientan hoy más distantes de Europa que en 2000.
Cada vez que un periódico se permite publicar viñetas ofensivas y falsas contra los italianos, cada vez que un país le exige responsabilidad a Italia sobre la inmigración, pero luego cierra sus fronteras, cada vez se insiste en este esquema de incoherencia irresponsable y de falsedad, se está contribuyendo a la destrucción progresiva del sueño y del proyecto europeo.

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