¿Se
frena la globalización?
http://economia.elpais.com/economia/2017/03/30/actualidad/1490888790_177678.html
GUILLERMO
DE LA DEHESA
2
ABR 2017 - 00:00 CEST
Barcos de
carga en el puerto de Hamburgo (Alemania). M. M. M. REUTERS
Según la
Organización Mundial del Comercio (OMC), el crecimiento en volumen del comercio
mundial de bienes ha venido cayendo desde la Gran Recesión de 2008-2009. Cayó casi un 13%, en 2009, pero rebotó casi un 12% a finales
de 2010, después, ha estado creciendo por debajo del 3% hasta 2016 y ha caído al 1,7% en 2016.
Las exportaciones de los países en desarrollo han superado
el 3% anual en dichos años, pero han caído al 1,2% en
2016. Las de Norteamérica han crecido sólo el
0,7%, las de Asia sólo el 0,3%, pero las de Europa han alcanzado el
2,8%.
Para 2017,
las exportaciones de los países desarrollados crecerán de media el 1,3% y las
de los países en desarrollo superarán el 2%. La OMC ha
informado que, desde 2008, sus Estados miembros han introducido 2.978 medidas
restrictivas al comercio y que a finales de 2016 había 2.238 en vigor.
Las cifras
de la OMC muestran que Asia es la que más mercancías ha
exportado, partiendo de un índice 100 en 2012 ha llegado al 117 en 2016.
Norteamérica es el que
más mercancías ha importado, alcanzando un índice 11 en 2016, seguida de
Asia y de Europa.
La
caída del dólar en 2015 ha afectado también al comercio en este periodo,
especialmente por la caída del precio del petróleo, que está denominado en dólares. De
continuar esta depreciación, los importadores netos de
petróleo aumentarán su PIB y los exportadores netos lo reducirán, salvo
aquellos países que ya han alcanzado unos niveles de desarrollo elevados y
tengan grandes reservas para el futuro, como Canadá,
o los que tienen grandes reservas, como Venezuela,
Arabia Saudí, Irán, Irak, Kuwait, Emiratos y Rusia. También se ven
afectados los países que utilizan métodos de extracción de gas y petróleo de
arenas o rocas bituminosas. Ahora bien, mientras que los primeros tienen pozos
abiertos y no pueden cerrarlos, los segundos pueden parar cuando quieran y
reanudar la producción cuando los precios mejoren.
Asimismo,
surgen manifestaciones crecientes en contra del comercio internacional pidiendo
aumentos de las trabas al comercio mundial, lo que es un contrasentido cuando
lo hacen países desarrollados y de tradición liberal, como EE UU y Reino Unido. Por un lado, el presidente Donald
Trump ha mostrado enormes reticencias a firmar el TTIP
(Trade and Investment Partnership) que iba a conseguir que las
exportaciones de bienes y servicios entre EE UU y la UE crecieran un 28% y que
las ganancias netas para la UE sean de 119.000 millones de euros por año y para
EE UU de 95.000 millones de dólares al año, según el estudio realizado por Jean
Francois (2013), que es un gran experto en comercio internacional. También ha
descartado entrar en el acuerdo TPP (Trans Pacific
Partnership) entre los países de ambos lados del Pacífico, con excepción
de China, que representan el 40% del PIB mundial (Japón,
Australia, Nueva Zelanda, Indonesia, Malasia, Brunei, Singapur, Japón, Chile,
Perú y Canadá). Finalmente, Trump ha dicho que va a renegociar y
desmantelar el TLCAN (EE UU, Canadá y México)
por ser el “peor acuerdo de la historia de EE UU”.
Felizmente,
su propio Partido Republicano, el Grand Old Party (GOP),
ha sido tradicionalmente un decidido defensor del comercio internacional e
intentará limitarle o recortarle, tanto en el Congreso como en el Senado,
algunas de las decisiones que piensa o que intenta tomar. Un ejemplo diferente
ha sido que, con el apoyo de los demócratas, la Cámara de Representantes haya
rechazado su pretendida eliminación de parte de Medicare y Medicaid, del
programa Obamacare, aun cuando había expresado en Twitter durante las
elecciones que nunca retocaría ambos programas.
La mayoría
de los inmigrantes vienen de los países en desarrollo por el hecho de que son
mayoría en población
El
Gobierno de Reino Unido,
que siempre ha sido favorable al comercio internacional, ha tomado la decisión de salirse de la UE tras un referendo en el que fueron
a votar la mayoría de los ciudadanos que estaban sin trabajo, retirados o
enfadados y, lamentablemente, pocos de los jóvenes que tenían trabajo. La
primera ministra, Theresa May, acaba de invocar al artículo 50 del Tratado de
la UE, pero la negociación del Brexit va a ser larga y
dura por ambas partes. Aunque todavía no se sabe bien cómo terminará su
salida final, todo apunta a que Reino Unido saldrá
perdiendo frente al resto de los 27 Estados miembros. Primero, porque
implicará una decisión del Tribunal de Justicia Europeo
(TJUE), que establecerá que Reino Unido deberá seguir bajo su
jurisdicción durante dos años y, probablemente, la transición posterior.
Segundo, porque el Brexit tendrá que resolver su interferencia con la Corte
Europea de Protección de los Derechos Humanos y
Libertades Fundamentales.
De momento,
la libra ha caído desde 1,47 dólares el 23 de junio a
1,24 dólares, el PIB crece al 0,7%, el Banco de Inglaterra ha bajado su tipo de
interés al 0,25% y el saldo de entradas y salidas ha sido de menos
323.000 personas, de los que 128.000 eran ciudadanos británicos. La OCDE (2017)
ha previsto una caída del PIB de Reino Unido del 3,3%
hasta 2020 y del 5,2% hasta 2030. Por otro lado, hay que tener en cuenta
que el comercio mundial ha cambiado en las últimas décadas. En 1960, el contenido promedio de inputs importados en
cada producto final era del 20% y hoy es de más del 40%
y, en 2030, será del 60%. Es decir, el comercio mundial, salvo el de las
materias primas, estará dominado por las cadenas globales de valor, ya que su
participación en el total del comercio mundial ha alcanzado el 40% y aumenta
cada año. Esta tendencia hace que los servicios tengan ya tanta importancia
relativa como los productos en el total del comercio mundial, que es lo que se
mide hoy, al crecer, con mayor rapidez, los procesos de I+D, de IT, de ensamblado,
de control de calidad, de factorización, de marca, de distribución, de
financiación y de servicio posventa en el valor final de cada producto
manufacturado.
Este nuevo
modelo de producción global de manufacturas reduce los movimientos migratorios
internacionales de personas (salvo en buena parte del sector agrícola y del
sector de los servicios) hacia los países desarrollados, que todavía siguen
necesitando inmigrantes, reduciendo, en buena parte, el rechazo que la
inmigración había desatado en muchos de ellos. Además, la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (2015) ha demostrado que gran parte
del comercio mundial no está contabilizada por las
estadísticas actuales, llegando, en algunos casos, hasta un 67%. Es
decir, que la globalización del comercio es mucho mayor de lo que actualmente
se contabiliza. En parte es debida a errores estadísticos en el tránsito de
mercancías en los puertos, aeropuertos y depósitos, y también a los mercados de
futuros de dichos productos.
Todas estas tendencias muestran que el mundo está crecientemente
globalizado, pero también que están creciendo tendencias proteccionistas
en algunos países desarrollados, fundamentalmente por el auge de movimientos
populistas surgidos tras la Gran Recesión. Buena parte del nuevo rechazo a la
globalización se debe a las entradas de inmigrantes provenientes de países en
desarrollo, pero es porque son la gran mayoría de la población mundial.
Pese al auge
proteccionista, la internacionalización del comercio es
mayor de lo que se contabiliza en las estadísticas
Las proyecciones de la población mundial de Naciones Unidas para
2015, 2050 y 2100 muestran que pasará de 7.349 millones
hoy a 9.725 millones en 2050 y alcanzaría 11.213 millones en 2100.
La población
de Europa caería de 738 millones a 707 millones
en 2050, y a 646 millones en 2100.
África
aumentaría de 1.186 millones a 2.478 millones en 2050, y a 4.387 millones en
2100, es decir, África
llegaría a tener casi 6,8 veces más habitantes que
Europa. Además, la población europea cae y envejece, mientras que la
africana aumenta y es joven, por lo que lo lógico es que haya una creciente
migración de África a Europa. Sólo la población de
Nigeria superará los 752 millones, más que los 646 millones de toda Europa,
incluida Rusia.
Asia alcanzaría 4.889
millones, 7,5 veces más que Europa. La población española ha pasado de
28 millones en 1950 a más de 46 millones en 2015, pero caerá a 44.800.000 en
2050 y a 38.300.000 en 2100. Sin más
inmigrantes que coticen, los sistemas de pensiones y de Seguridad Social serían
inviables.
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