Los
satélites reflejan limitados efectos tras el ataque a la base siria, solo
impactaron 23 Tomahawk, de los 59 que dispararon , y destruyeron 6 aviones
malogrados, las pistas están intactas.
El bombardeo
de EE UU en Shayrat destruyó aviones y hangares, pero no afectó gravemente a
las pistas
JUAN
CARLOS SANZ
Corresponsal
en Oriente Próximo
Jerusalén
8 ABR 2017 - 21:22 CEST
Las imágenes
de alta resolución captadas por satélites de la compañía israelí Image Sat
International (ISI), diez horas después del ataque lanzado el viernes por
Estados Unidos contra la base área siria de Shayrat,
reflejan la destrucción de depósitos de armas y de combustible y de una batería
de defensa antiaérea SA6 de fabricación rusa. Las fotografías,
difundidas por Ynet, la edición digital de Yedioth
Ahronoth, apuntan a que el bombardeo con 59 misiles de crucero desde
dos destructores en el Mediterráneo causó grandes daños en puntos de las
instalaciones militares, pero tuvo un efecto limitado sobre la operatividad del
aeródromo.
Imagen
captada por un satélite de DigitalGlobe tras el ataque a la base siria de
Shayrat. AP
Fuentes
militares sirias revelaron a France Presse que
habían sido alertadas de la intervención estadounidense horas antes de que se
llevara a cabo. Aunque no mencionaron quién les informó, aseguraron que el aviso
les permitió trasladar varios aviones de combate a otras bases. Rusia fue
notificada con antelación por EE UU a través de sistema de comunicación
establecido por ambas partes para evitar incidentes en Siria, un mecanismo de
distensión que fue desactivado precisamente el viernes por el Kremlin.
Los satélites de la compañía norteamericana DigitalGlobe disponían
también de imágenes anteriores al impacto los Tomahawk en las instalaciones
áreas sirias. Han sido reproducidas ahora junto con otras posteriores al
ataque, lo que permite comparar visualmente la entidad de los daños causados.
Tanto los informadores del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos como
los testigos contactados por la BBC dieron cuenta en un primer momento de la
destrucción casi completa de la base, a la vista de las explosiones e incendios
registrados.
El Pentágono
había declarado que la base de Shayrat fue atacada porque de sus pistas partió
un avión sirio para bombardear con gas sarín la ciudad de Jan Sheijun, donde causó más de 80 muertos. Además de
los Mig-23, en esas instalaciones están destacados los Su-22 de la Fuerza Aérea
de Siria. Ambos modelos fueron retirados del servicio hace dos décadas en
Rusia. Tras su intervención en el conflicto sirio, las fuerzas rusas comenzaron
a utilizar este aeródromo como puesto avanzado para sus helicópteros de ataque,
informó la BBC.
El
Departamento de Defensa de EE UU aseguró que tras el bombardeo
habían sido destruidos o gravemente dañados varios aviones, búnkeres para
aeronaves, almacenes de munición y depósitos de combustible, así como
sistemas de defensa y radares. La operación fue lanzada con el objetivo de
“reducir la capacidad del Gobierno sirio de utilizar armas químicas”.
Shayrat fue
precisamente uno de los principales centros de concentración de este arsenal
prohibido en Siria hasta 2013, cuando un ataque masivo con gas causó más de un
millar de muertos en la provincia de Damasco. El régimen aceptó entonces
entregar todas sus armas químicas para que fueran destruidas por la
Organización para la Prohibición de Armas Químicas, un organismo de la ONU.
El
Ministerio de Defensa ruso fue más parco a la hora de dar un parte de daños en
el aeródromo sirio: un almacén, un edificio auxiliar,
una cantina, un radar y seis Mig-23 que se hallaban en talleres. Las
pistas y el resto de las plataformas
para los aviones no sufrieron apenas desperfectos. El recuento militar ruso
también sostuvo que solo 23 de los 59 misiles
disparados impactaron en Shayrat.
El
Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó la noche del viernes de
que aviones del régimen sirio habían vuelto a despegar de la base atacada en la
madrugada anterior.
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