Tras
cuatro años, Venezuela se prepara para un mercado de divisas más flexible.
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SPANISH March 24, 2014, 12:02 a.m. ET
Por KEJAL
VYAS
ZUMAPRESS.com
Para un
analista, las reformas al mercado de divisas son la solución más pragmática a
corto plazo para el presidente Nicolás Maduro (arriba).
CARACAS—Tras semanas de protestas
callejeras, el gobierno socialista de Venezuela decidió flexibilizar las
regulaciones monetarias en un intento por reactivar una economía plagada por
escasez de alimentos y bienes de consumo.
Funcionarios
venezolanos afirman que hoy lunes se lanzará un nuevo mercado cambiario con una
tasa flexible determinada por la oferta y la demanda, una medida poco habitual
sacada de los manuales del libre mercado. El cambio marca la primera vez en
cuatro años que empresas e individuos tendrán un canal legal para comprar
dólares fuera de las agencias del gobierno.
Desde 2010,
sólo el gobierno decidía quién podría comprar dólares con un gran descuento en
un complicado sistema de divisas extranjeras que según los analistas estaba plagado de fraudes y
drenaba las finanzas públicas.
Ese año,
funcionarios cerraron un mercado de canje de bonos que se usaba para acceder a
moneda dura luego de acusarlo de ser un refugio para la especulación
capitalista.
La medida
redujo la oferta de dólares y llevó al bolívar a perder en cierto momento 90%
de su valor en las transacciones en el mercado negro.
Aunque aún
hay grandes interrogantes sobre el nuevo mercado —como cuántos dólares estarán
disponibles y a qué precio— analistas indican que es un paso en la dirección
correcta.
"Es la primera vez
que vemos a las autoridades suavizar explícitamente los controles luego de
incrementos ininterrumpidos durante los últimos 15 años", sostuvo Hernán
Yellati, director de investigación y estrategia del banco de inversión BancTrust & Co.
La medida
abre el camino a una fuerte devaluación del bolívar —la segunda este
año— a medida que más gente cambia la moneda por dólares a tasas fijadas por el
mercado, no por el gobierno.
Eso podría
alimentar la inflación en un país que ya
enfrenta la mayor tasa del mundo, que se estima en 60%.
Pero
potencialmente es un paso importante para nivelar desequilibrios que provienen
de controles de divisas extranjeras impuestos por el fallecido líder
izquierdista Hugo Chávez, quien buscó impedir la fuga de capitales.
Permitir que
el valor del bolívar caiga podría tener como consecuencia que el ingreso del
gobierno en dólares proveniente de exportaciones petroleras rinda más en
bolívares, y reduzca un déficit fiscal estimado en 15%
del PIB anual.
También
podría aliviar la escasez extendida de productos al permitir que más empresas
accedan a dólares para importar bienes. Una falta de dólares es un motivo
importante para la escasez, ya que casi 75% de
lo que consume Venezuela es importado.
Yellati
indicó que las reformas al mercado de divisas son la
solución más pragmática a corto plazo para el presidente Nicolás Maduro.
El mandatario busca responder a la frustración de los venezolanos que culpan a
su gobierno por no gestionar bien la economía.
Más de 30
personas han muertos en las manifestaciones callejeras que comenzaron a
principio de febrero cuando estudiantes protestaron contra la delincuencia
rampante. Desde entonces, las protestas se han extendido para expresar también
el descontento por los problemas económicos del país.
El nuevo
mercado, llamado Sicad II, agregará una cuarta
tasa de cambio en Venezuela. El gobierno mantiene una tasa fija de 6,3 bolívares por dólar para importaciones de bienes
prioritarios como alimentos, y subasta dólares a unos 11 bolívares para ciertas
industrias, como el turismo.
También
existe el ascendente mercado negro, donde las expectativas de un mayor
suministro de dólares en las últimas semanas apuntalaron al bolívar. Un dólar
se cotizaba a 58 bolívares el domingo, según DolarToday.com, un sitio que sigue el desempeño del
mercado.
Eso sigue
representando un marcado en descenso frente a los 88
bolívares que costaba un dólar a fines de febrero.
Aunque
funcionarios del gobierno afirman que sólo intervendrán en el Sicad II para
impedir movimientos de precios erráticos, inevitablemente tendrán control sobre
el mercado ya que entidades como la petrolera estatal del país, Petróleos de
Venezuela S.A., y el banco central serán los principales proveedores de
dólares, en efectivo o bonos.
Un director
de una corredora privada, que operará en el nuevo mercado, indicó que los
dólares podrían venderse por más de 40 bolívares.
El Sicad II
ya ha generado críticas y cautela tanto entre amigos como enemigos de Maduro,
lo que deja de manifiesto los desafíos que enfrenta al intentar revivir la
economía del país sin abandonar los principios populistas de su mentor, Chávez.
Observadores
y participantes del mercado afirman que ya antes se vieron perjudicados por
mecanismos de divisas que no lograron satisfacer la demanda de dólares y
restringieron el acceso.
En tanto,
algunos comentadores partidarios del gobierno lo llamaron un camino hacia
políticas de libre mercado. "El Sicad no es socialismo", advirtió
José Requena, columnista del popular sitio de noticias pro socialista Aporrea.
Pero Rafael
Ramírez, ministro de Petróleo y alto asesor económico de Maduro, afirma que el
nuevo mercado será transparente y que confía en que reducirá la tasa del
mercado negro.
Nota del autor del blog: los peruanos
sabemos cómo es eso de tener dólares paralelos y control de cambios, es un asco, los dólares subsidiados se
los dan a los amigotes del gobierno y a todo aquel que pague una coima para que
les den, si yo fuera un amigo del gobierno y el solo hecho de saber que se
viene una devaluación por un dato confidencial, me hace adinerado, pues
hipoteco mi casa y todos mis bienes para comprar dólares baratos, esperando la devaluación,
los alimentos tampoco llegan baratos, pues si a mí me regalan los alimentos (comprarlos
con dólares a 6 cuando en la calle está en 90 es como si me regalaran), yo no tendría
porque regalarlos sino que los vendo como crea conveniente, eso es el capitalismo
¿ no?, así pasaba en Perú entre 1985 y 1990
Lo más sensato es sincerar el
mercado cambiario y subsidiar directamente al pobre. Tal vez el gobierno tiene
miedo de que se produzca un brusco incremento de la inflación y que pierda el
apoyo de los sectores pobres.
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