Venezuela,
según China
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/03/24/actualidad/1395625126_255465.html
El dragón
asiático observa a Venezuela con una estrategia de largo plazo que antepone la
estabilidad a otros factores
ARIEL ARMONY 24 MAR 2014 - 02:38 CET
“En la era Chávez, el péndulo se colocó en un
extremo y ahora se quiere colocar en la posición correcta”. Esta fue la respuesta de un colega
chino cuando le pregunté su opinión sobre la crisis en Venezuela. Nada más.
Si aprendí
algo durante el tiempo que viví en China fue a
no darme por vencido con las frases que parecen impenetrables.
Un primer
elemento importante para tener en cuenta es que, en China, casi no se utiliza el término “crisis” para definir la
situación actual en Venezuela.
La
perspectiva desde la cual se leen los eventos en Venezuela no es coyuntural.
Cuando el
sector público chino habla de Venezuela como un “aliado estratégico” está
pensando en una relación que se construye sedimentariamente a través del
tiempo.
La
perspectiva china armoniza con una lectura de la situación venezolana que ve al
país sudamericano inmerso en una crisis de gobernabilidad que no se
solucionaría simplemente con un cambio de gobierno.
China
enfatiza una visión de largo plazo, la cual se enmarca en una filosofía con
miras al futuro.
Esta perspectiva es coherente con la estrategia china de inversión en Venezuela,
concentrada en el sector petrolero.
La
relación energética de China con Venezuela ha logrado un profundo grado de
madurez.
Se basa en
un modelo que, usando la cooperación energética como eje, se extiende a infraestructura, tecnología de punta, agricultura y otros
sectores, bajo un marco de cooperación altamente institucionalizado.
China es el segundo socio comercial
de Venezuela y tiene un fuerte programa de préstamos que se pagan con petróleo.
Si bien algunos
comentaristas mencionan que los socios chinos se han mostrado reacios a prestar
el dinero que Nicolás Maduro les pidió durante su visita a Beijing en
septiembre de 2013, la realidad es que a fines del año
pasado Caracas recibió un crédito por $5.000 millones. El flujo de dinero no se ha detenido.
No cabe duda
de que las compañías petroleras chinas están preocupadas por sus inversiones en
Venezuela, especialmente con respecto a la seguridad pública y jurídica.
Pero esta preocupación está presente desde que
la salud de Hugo Chávez comenzó a deteriorarse.
Altos
ejecutivos de las compañías petroleras estatales chinas vienen confesando en
privado su inquietud por el futuro en la región, no sólo en función de la
situación en Venezuela sino también por los nuevos
rumbos geopolíticos que un fuerte cambio de timón en Caracas pudiera
generar.
Juzgando por
las preguntas que he recibido en las últimas semanas por parte de revistas de
negocios en China, existe un palpable
interés por parte del sector empresarial en comprender la naturaleza de la
convulsión social y las serias dificultades económicas en Venezuela.
En particular, se procura entender cómo China
puede ayudar a Venezuela y, a su vez, proteger sus intereses en aquel país.
Pese a estos
nerviosismos, es necesario mencionar que la presencia china en Venezuela se
caracteriza por una diversidad de estructuras contractuales, desde la exploración y el desarrollo de
yacimientos a contratos de servicios e importación de petróleo crudo.
Esta variedad protege los intereses chinos.
Según uno de
los investigadores que más conoce la relación entre China y Venezuela, Sun Hongbo de la Academia China de Ciencias Sociales,
las compañías chinas no sólo continuarán sino que profundizarán su cooperación
con Venezuela. No olvidemos que un importante proverbio chino hace hincapié en
que los verdaderos amigos se conocen en la adversidad.
Una mirada a
la cobertura sobre Venezuela en los principales portales chinos revela algunas
tendencias interesantes.
No se
especula sobre un posible cambio de régimen.
Existe un
consenso sobre la capacidad del gobierno de Maduro de mantenerse en el poder,
no sólo porque controla los recursos del Estado y tiene el sostén de las
fuerzas armadas, sino también porque cuenta con el apoyo de una parte significativa
de la población.
Por otra
parte, se enfatiza la debilidad y fragmentación de la
oposición y se habla de su oportunismo, especialmente por parte de
líderes como Leopoldo López.
Los términos más usados para definir la
situación social son “protestas”, “disturbios políticos” y, en algunos casos,
se habla de “golpe de Estado”.
Desde una
mirada que parece hablar de las disyuntivas que enfrenta el gobierno chino con
respecto a la protesta social, algunos ponen el acento en el dilema que la
movilización ciudadana presenta al gobierno del PSUV, ya que una acción firme
podría resultar en más protestas y una respuesta débil debilitaría el poder del
Presidente Maduro.
China
comparte con Brasil y
otros países latinoamericanos la posición que defiende la no injerencia en los
asuntos internos de Venezuela.
El principio
del respeto a la soberanía es un componente central de la política exterior
china, o al menos de su retórica en el plano internacional. Aquellos que
piensan que una mayor presencia china en Venezuela enfurecería a Estados
Unidos, pecan de ingenuos. La diplomacia
china siempre tiene en cuenta el factor norteamericano en sus decisiones, pero
entiende muy bien que la estabilidad política venezolana puede beneficiar a
todas las partes.
Por eso
Beijing sabe que el apoyo económico chino a Venezuela es en el interés
estratégico de los Estados Unidos.
A nadie le conviene, empezando por Estados Unidos y China, que la situación venezolana
empeore y se torne inmanejable.
Ariel
Armony es Director del Centro de Estudios
Latinoamericanos de la Universidad de Miami. Twitter
@arielarmony
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