El cruel crimen de Ericka Hernández en Ica: la enfermera que acabó muerta tras pelea con meretrices extranjeras
La joven defendió a su amiga cuando dos mujeres de nacionalidad venezolana intentaron robarle su celular. Horas después del suceso su cuerpo apareció sin vida y con un balazo en la cabeza
El crimen de la enfermera peruana Ericka Elizabeth Hernández Olivares, de 28 años, viene generando conmoción en la población de Ica. Su vida se apagó, según informó la Policía, luego de estar envuelta en un enfrentamiento con un grupo de trabajadoras sexuales venezolanas que intentaron arrebatarle el celular a una de sus amigas.
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La indignación de la ciudadanía motivó que se movilicen durante las últimas horas en los exteriores de una sede judicial a cargo de evaluar el pedido fiscal de prisión preventiva por nueve meses contra las venezolanas Braysmary Michelle Lugo Martínez, de 19 años, y Eidelyn del Valle Berrío Gonzales, también de 19, quiene son las presuntas coautoras del crimen.
De acuerdo al informe policial, el cadáver de Hernández Olivares fue hallado, el pasado 22 de septiembre, en un descampado del exfundo El Arrabal, en el distrito de Subtanjalla, en la región Ica. La joven presentaba un orificio de bala en la cabeza. Esto fue confirmado en los exámenes de necropsia.
Tras una dramática jornada judicial, el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Ica dictó seis meses de prisión preventiva para las extranjeras investigadas. La mañana del miércoles 27 de setiembre, ellas fueron trasladadas a un centro penitenciario local, bajo estrictas medidas seguridad.
Se temió en algún momento que la familia de la enfermera, sus amistades y conocidos, así como la población organizada, pueda hacer justicia con sus propias manos, por la manera cruel en la que partió.
Una menor de 16 años involucrada
En las últimas horas, el caso tomó un giró adicional con la revelación de las autoridades de que una menor de 16 años, de iniciales I. Y. B. R., también de nacionalidad venezolana, estaría envuelta en el crimen como tercera coautora. Para ella, la justicia determinó su internamiento en un centro de menores de Santa Margarita, por un periodo de cuatro meses.
Las primeras investigaciones policiales apuntan a que Hernández Olivares fue secuestrada por una sujetos extranjeros, quienes serían los dueños de la plaza en la que trabajaban las mujeres ofreciendo sus servicios sexuales a los transeúntes. Estos la habrían llevado hasta el descampado, donde acabaron con su vida de un disparo, por perdido de las tres mujeres hoy procesadas.
El día del hecho, la enfermera y su amiga caminaban por la calle Bolívar, un punto de localidad iqueña que ya se convertido en zona rosa. En un video difudido en redes sociales se observa el enfrentamiento entre las mujeres. Luego del incidente, las meretrices habría amenazado de muerte a Ericka.
Se supo que la captura de las presuntas autoras y las investigaciones estuvieron a cargo del personal de la División de Investigación Criminal (Divincri) del Frente Policial Ica, quienes trabajaron en conjunto con un fiscal penal para reunir pruebas sólidas que llevaron al caso hasta esta etapa jurisdiccional.
Aún falta capturar al pistolero
El general PNP Aldo Ulises Muñoz Ygal, jefe del Frente Policial Ica, instó a que se continúe con las investigaciones para capturar al autor del ilícito penal, quien ya habría sido identificado por los detectives policiales, y se espera que en las próximas hora sea detenido.
Las autoridades creen que el pistolero, un ciudadano venezolano con antecedentes policiales, sería la pareja de la menor involucrada. Para la Policía, ella lo habría contacto por telefóno, tras la pelea con la enfermera, para pedirle que acabe con la vida de esta. El secuestro de Ericka, según la declaración de testigos, se produjo con una mototaxi.
Durante la movilización por la cruel muerte, la madre de la enfermera pidió justicia a las autoridades en medio un desgarrador llanto. “Quiero justicia para mi hija ¡Justicia para mi hija! Esto no se puede quedar así”, dijo. El caso motivó que se produzcan algunas expresiones xenofobas y pedidos de expulsar a la comunidad migrante venezolana de Ica.
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