Los inversores se enfrentan a un mundo donde las acciones ya no reinan
El viejo mantra de 'no hay alternativa' a las acciones se pone a prueba a medida que aumentan las pérdidas del mercado, se acelera la inflación y aumentan las tasas de interés.
Durante los años posteriores a la crisis financiera de 2008-2009, las tasas de interés eran tan bajas que muchos inversionistas argumentaron que para obtener un rendimiento decente, tenía que poner una parte considerable de su cartera en el mercado de valores. Esa convicción fue tan popular que Wall Street le dio un nombre: TINA, abreviatura de "no hay alternativa" a las acciones. Claro, el mercado de valores era más riesgoso que, digamos, los bonos del gobierno que están garantizados para pagar cupones cada año. Pero los rendimientos de las acciones fueron mucho mejores que prácticamente todo lo demás en los mercados que los inversores vieron pocas alternativas viables sobre dónde poner su dinero.
La Reserva Federal le ha dado la vuelta a esa dinámica. El banco central, decidido a frenar la inflación, ha iniciado lo que podría ser su campaña más agresiva de subidas de tipos de interés desde la década de 1980. Los inversores esperan que la Fed lleve las tasas a alrededor del 3% a principios de 2023 desde casi cero a principios de 2022. Como resultado, las acciones que alguna vez fueron amadas, han caído a mínimos de varios años.
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