El Banco Central de Venezuela admite que el PIB se ha hundido un 52% con Maduro
Tras cuatro años de silencio estadístico, la institución divulga los indicadores que confirman la recesión sostenida que vive el país petrolero desde mucho antes de las sanciones de EE UU
Caracas
El Banco Central de Venezuela llevaba desde 2015 sin publicar indicadores económicos. Hasta este martes, cuando los datos que se han ocultado de forma sistemática aparecieron inesperadamente reflejados en la página web de la institución. Las cifras ahora conocidas revelan una caída del PIB 52,3% desde 2013, cuando Nicolás Maduro fue elegido presidente. El Banco Central estima, además, que la inflación ha alcanzado la cifra más alta en la historia reciente del país al pasar del 180,9% en 2015 al 130.060% en 2018.
Los números, sin embargo, se encuentran muy por debajo de las estimaciones de la Asamblea Nacional, de firmas independientes y organismos multilaterales, que calcularon el alza de precios del año pasado por encima de 1.700.000% y que la situaron para el cierre de este 2019 sobre los 10.000.000%.
Aun así, es el primer reconocimiento explícito del régimen chavista del inmenso deterioro en el que está inmersa la economía venezolana. De hecho, para la inflación acumulada en los primeros cuatro meses de 2019, el régimen de Maduro tiene una estimación aún peor que la de la Asamblea Nacional, que lo calcula en el 666%. El banco central lo sitúa en más del 1.047% solo entre enero y abril.
La publicación de las cifras suscitó desconfianza. “Desconozco las razones por las cuales difunden estas cifras en este momento. Pero algunas de ellas están maquilladas, como la de la inflación, porque están calculando un índice de precios con una canasta que no es la que consumen los venezolanos, en la que incluyen productos subsidiados que están fuera del precio de mercado, lo que explica la amplia diferencia”, explicaba este miércoles el diputado Ángel Alvarado. Otros datos del Banco sí se acercan a las mediciones que ha hecho la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional. La Comisión ya había alertado de una contracción de 55,7% de la economía entre 2013 y 2018, en base al índice de actividad económica. “Hay una contracción del PIB que también incide en el índice de actividad económica y refleja un colapso de la economía superior al que vivió la Unión Soviética en su caída”, recalca Alvarado.
Según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, la economía venezolana caerá un 25% adicional este año, lo que se sumará al descenso del 52,3% estimada desde 2013, con datos del Banco Central y de la consultora Ecoanalítica. El organismo emisor reduce la caída acumulada desde 2013 al 47,7% porque no ofrece datos del PIB más allá del tercer trimestre de 2018.
Caída de importaciones
La información que se divulgó por sorpresa el martes incluye la balanza de pagos. Estos datos revelan que las importaciones. Estas últimas cayeron de 57.183 millones de dólares (millones de euros) en 2013 a 14.886 millones (millones de euros) en 2018, una caída en picado mucho antes de que Estados Unidos impusiera sanciones económicas y petroleras al país, lo que ha mermado aún más las arcas públicas.
Ese descenso en las compras del exterior explica a las claras el fuerte desabastecimiento de bienes que padecen los venezolanos, dado que es una economía que tiene que importar la práctica totalidad de los bienes que consume. Esa curva coincide con la de los ingresos por exportaciones de petróleo, que se redujeron a un tercio —de 85.603 millones de dólares en 2013 a 29.810 millones de dólares en 2018—, a causa de la abrupta caída de la producción de crudo por los malos manejos de la petrolera estatal y por la corrupción. Este año, la producción de petróleo en Venezuela ha caído a su mínimo histórico: 740.000 barriles diarios, por primera vez por debajo de Colombia, según ha señalado la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). El petróleo es la principal, y casi única (96%), fuente de ingresos del país caribeño.
Este año, la producción de petróleo en Venezuela ha caído a su mínimo histórico: 740.000 barriles diarios, por primera vez por debajo de Colombia, según la Organización de Países Exportadores de Petróleo. El petróleo es la principal, y casi única (96%), fuente de ingresos del país caribeño.
El informe del Banco Central dibuja una economía totalmente demolida. Según la institución, el sector de la construcción cayó un 95% entre el tercer trimestre de 2013 y mismo de 2018; el de manufactura, un 76%; el comercio, un 79%, y las instituciones financieras, un 79%. Según los datos difundidos el martes, hacia finales de 2018 el colapso se aceleró.
El reiterado argumento de Maduro para justificar la profunda crisis que se vive en Venezuela, que también tiene expresión en el aumento de la pobreza y el desempleo tras 18 meses en hiperinflación, ha sido la “guerra económica” que desde EE UU y otros países han emprendido contra el país y su mandato. En noviembre pasado, el Gobierno chavista iba a ser sancionado por el FMI con la pérdida de voto dentro del organismo por el incumplimiento en la rendición de cuentas sobre el manejo de la economía. El ultimátum que el organismo hizo que el Banco Central comenzara a enviar parte de los datos atrasados. Ningún portavoz del Gobierno ni del Banco reaccionó a la publicación de los datos.
En las últimas semanas, de manera silenciosa, la economía cotidiana ha dado un viraje. Una aparente liberación de los precios, que ha permitido que los anaqueles de los supermercados vuelvan a estar llenos, y del mercado cambiario, en el que ahora pueden participar los bancos privados, ha sorprendido a los venezolanos. No obstante, los cambios son insuficientes para mejorar la situación, pues en cualquier caso son pocos los que en la destruida economía venezolana pueden pagarlos.
SIN ACUERDOS EN OSLO
F. SINGER
Las conversaciones auspiciadas por el gobierno de Noruega entre representantes de Juan Guaido y Nicolás Maduro finalizaron este miércoles sin acuerdos, según un comunicado difundido por el despacho de Guaidó. En el texto se informa la conclusión del proceso de mediación en Oslo, donde ratificaron la ruta conocida: cese de usurpación, gobierno de transición y elecciones libres. En el texto señalan que están dispuestos a continuar, así como lo han hecho con el Grupo de Lima y el Grupo de Contacto, en la búsqueda de “la solución tantas veces expuesta”. “El proceso no detiene los esfuerzos en todos los ámbitos constitucionales”. Reiteran el llamado a la Fuerza Armada a restituir el orden constitucional que permita que “los venezolanos decidan su destino en el elecciones libres, observables y verificables”.
En representación de Guaidó asistieron al encuentro en Oslo Stalin González, segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional, el abogado y ex alcalde Gerardo Blyde, el ingeniero y ex ministro Fernando Martínez Mottola y el ex rector del Consejo Nacional Electoral Vicente Díaz. Por Maduro acudieron el gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez, el ministro de Información, Jorge Rodríguez -operador político en los intentos de diálogos pasados-, y el canciller Jorge Arreaza. La delegación chavista, hasta ahora, no ha fijado posición sobre el encuentro.
Antes, el gobierno de Noruega difundió una nota de balance del encuentro ocurrido entre representantes de los principales actores políticos de Venezuela. “Las partes han mostrado su disposición de avanzar en la búsqueda de una solución acordada y constitucional para el país, que incluye los temas políticos, económicos y electorales. A los fines de preservar el proceso que permita llegar a resultados, se solicita a las partes tomar la máxima precaución respecto a la reserva del mismo, tanto en sus comentarios como en sus declaraciones. Noruega reitera su reconocimiento a las partes por los esfuerzos realizados, afirma la ministra de asuntos exteriores Ine Eriksen Søreide”.
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