Las elecciones en Italia dan la victoria al Movimiento 5 Estrellas y siembran la incertidumbre y confusión.
http://www.elmundo.es/internacional/2018/03/04/5a9c61b2ca47410c6c8b466b.html
El escenario de incertidumbre que se abre en Italia inevitablemente tendrá un impacto en la Unión Europea
El Movimiento 5 Estrellas (M5S) se ha erigido como la fuerza política más votada en el marco de las elecciones generales celebradas este domingo en Italia, según los datos recabados por el Ministerio del Interior italiano, que señalan que la formación habría obtenido un 32,20 % de los apoyos con el 94% de los votos escrutados, lo que la deja sin mayoría para gobernar.
Sin embargo, la coalición de centro-derecha se ha hecho con un 37% de los votos, lo que podría convertirla en la primera fuerza parlamentaria del país. La sorpresa electoral ha venido de la mano de Liga, el partido de Matteo Salvini, que se ha hecho con el 17,71% de las papeletas y ha adelantado así a Forza Italia, que ha quedado a casi 4 puntos porcentuales (13,94%) en un duro revés para el ex primer ministro Silvio Berlusconi, que lidera el partido. Unos resultados que llenan de incertidumbre a la tercera potencia de la Unión Europea.
Son dos palabras que ya constituyen un clásico, que a fuerza de repetirlas se han convertido en gastadas, en lugares comunes. Pero los vocablos "confusión" e "inestabilidad" son, una vez más, los que mejor se ajustan para describir el panorama que se abre en Italia después de las elecciones generales que el país celebró ayer. Un escenario que, a pesar de sus particularidades y de ser un poco el pan nuestro de cada día de la política italiana, inevitablemente tendrá un impacto en la Unión Europea.
No en vano, casi la mitad de los italianos habrían dado un voto de protesta contra el 'establishment' político. Casi uno de cada dos electores habría marcado en su papeleta la casilla de Cinco Estrellas o la de La Liga del Norte, dos partidos considerados ambos antisistema, euroescépticos y con un discurso duro respecto a la inmigración. Y no sólo eso: por primera vez en la historia, La Liga se habría convertido en la primera fuerza de la derecha italiana, superando en un par de puntos a Forza Italia, el partido del octagenario Silvio Berlusconi.
¿Abocados a la ingobernabilidad?
La situación, a decir por los datos oficiales, arrojaría una vez más el resultado de ingobernabilidad, pero declinado en un modo absolutamente desconocido hasta ahora en Italia. La aritmética mostraba que ningún partido ni coalición tendría por sí mismo los escaños necesarios para formar Gobierno, por lo que serían necesarias alianzas y pactos con otras formaciones para lograr constituir un Ejecutivo.
El panorama que se perfilaba anoche era bastante complicado, de bloqueo político. Por un lado, Cinco Estrellas, el movimiento antipolítica fundado por el cómico Beppe Grillo, habría cosechado una gran victoria anotándose por encima del 30% de los votos, confirmándose de ese modo como el primer partido de Italia. Pero no tendría, sin embargo, la mayoría suficiente para poder poner en pie un Gobierno por sí solo.
La coalición de centro derecha que aglutina a tres formaciones -Forza Italia, Liga del Norte y Hermanos de Italia- habría logrado uniendo sus fuerzas más votos (y por tanto más escaños) que Cinco Estrellas, alrededor del 37% en total. Pero tampoco al centroderecha le saldrían las cuentas: no tendría los números suficiente para tener la mayoría en el Parlamento y poder formar un Ejecutivo.
Y con un detalle añadido: la xenófoba Liga del Norte de Matteo Salvini, que ha basado buena parte de su campaña en la promesa de expulsar a medio millón de inmigrantes, podría estar a la par e inclusos haber superado a Forza Italia, el partido de Silvio Berluconi. Algunas encuestas a pie de urna y los primeros datos de escrutinio, daban de hecho al partido de Salvini un par de puntos por delante de Forza Italia, protagonizando un' sorpasso' histórico que cambiaría por completo los equilibrios de fuerzas dentro del centro derecha y daría a La Lega Norte de Salvini un poder hasta ahora desconocido.
Lo que sin embargo anoche ya parecía meridianamente claro es que para poder constituir un Gobierno en Italia será impepinable tener que recurrir a pactos y apaños. La gran pregunta es qué pactos y, sobre todo, entre quiénes. "Es un resultado extraordinario. Por primera vez todas las fuerza políticas tendrán que venir a hablar con nosotros", aseguraba exultante Alessandro Di Battista, uno de los pesos pesados de Cinco Estrellas.
Cinco Estrellas, un partido nacido al grito "que se vayan a tomar por culo" contra la casta política tradicional, había renunciado hasta ahora a hacer pactos con otras formaciones. Ya en las elecciones generales de 2013, cuando fue el partido más votado, rechazó ofendido el ofrecimiento que entonces le dirigió Pier Luigi Bersani, el entonces líder del centro izquierda, de gobernar juntos, prefiriendo autorelegarse a la oposición antes que 'ensuciarse'las manos en n Ejecutivo con el 'enemigo'. Pero los de Beppe Grillo, con el treinteañero Luigi Di Maio a la cabeza, han cambiado. Según señalan muchos analistas, y tal y como el propio Di Maio ha dejado caer en varias ocasiones durante la campaña, Cinco Estrellas estaría esta vez dispuesto a sellar acuerdos de Gobierno.
Los resultados obtenidos por el M5S no tardaron en ser calificados de "apoteósicos" por su diputado Alessandro di Battista, uno de los pocos políticos que comparecieron ante los medios durante la madrugada. "Los datos demuestran que todos deberán venir a hablar con nosotros. Es la mayor garantía para el pueblo italiano. Deberán utilizar nuestros métodos de transparencia, corrección, credibilidad, basado en las propuestas", afirmó en una breve intervención ante los medios en Roma.
Ronda de consultas
No se excluye la posibilidad, aunque parece muy remota, de un pacto entre Cinco Estrellas y la Liga Norte. Al fin y al cabo ambos son partidos euroescépticos, con un discurso anti inmigración ("Menos y más turistas" es por ejemplo el lema de la candidata de Cinco Estrellas a la región Lazio, cuya capital es Roma) y claramente anti política tradicional.
Pero la mayoría de los politólogos ven más probable un acuerdo para formar Ejecutivo entre Cinco Estrellas y el Partido Democrático, que tal como pronosticaban las encuestas electorales habría sufrido un duro castigo. La formación que lidera Matteo Renzi, quien hace sólo tres años gozaba de una popularidad del 40%, naufraga ahora en torno al 23%, en su peor resultado desde 1948.
También podría ocurrir que el PD opte por dar su apoyo al centroderecha para formar un Gobierno. La pelota en cualquier caso pasa ahora a Sergio Mattarella, que en calidad de presidente de la República será quien dirija las rondas de consultas para tratar de formar Gobierno.
En cualquier caso, Italia entra ahora en un terreno desconocido pero dominado por la misma inestabilidad de siempre. Desde luego parece claro que el sueño de Bruselas de un gobierno estable de "larga duración" se desvanece, y que lo que habrá sin embargo será unas negociaciones muy largas y complicadas para tratar de poner en pie un Ejecutivo previsiblemente frágil. Si Alemania ha tardado seis meses en poner en pie un Ejecutivo, quién sabe lo que podría tardar Italia. Si es que lo consigue.
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