La
caída del dólar hace que fluya a los mercados emergentes, eso hace que suba el
precio de las materias primas, pero si
la Fed sube la tasa de interés de nuevo ,el dólar se apreciaría y correría a EEUU.
El
dólar es el eslabón débil del alza de los mercados emergentes
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REUTERS
Por Ira Iosebashvili, Chelsey Dulaney y Christopher Whittal
domingo,
8 de mayo de 2016 19:47
EDT
Las fuertes
alzas de las acciones, las materias primas y los mercados emergentes en los
últimos tres meses tienen un importante hilo en común: la
caída del dólar. Es un tema que genera creciente ansiedad entre los
inversionistas que creen que puede ser el eslabón más débil.
El dólar
acumula un descenso de 4,5% este año y se ubica
en sus niveles más bajos en un año frente a una canasta de monedas, mientras
otras inversiones se han disparado.
Los precios del crudo de referencia en Estados
Unidos, por ejemplo, han subido 69% desde los
mínimos de febrero.
La cotización del oro
creció 16,5% en el primer trimestre, su mejor desempeño en tres décadas.
Y las acciones, bonos y monedas de las economías emergentes han registrado
avances de dos dígitos en 2016.
Analistas de
Morgan Stanley que midieron la correlación entre
la debilidad del dólar y el índice que ese banco elabora sobre el apetito de
los inversionistas por el riesgo, hallaron que estaba en su mayor nivel de los últimos 20 años.
La
preocupación es que la relación podría revertirse fácilmente. El dólar es muy
dependiente de las percepciones sobre lo que la Reserva Federal hará con las
tasas de interés, las cuales podrían cambiar rápidamente. Los analistas advierten que los fundamentos del petróleo, los activos
de mercados emergentes y muchas acciones parecen demasiado débiles para
sostener por sí solos las recientes alzas de precios.
“La divisa
es el factor más influyente para los mercados este año”, asevera Graham Secker,
responsable de estrategia de renta variable europea de Morgan Stanley. “Si el dólar empieza
a subir, el apetito global por el riesgo caerá”.
Los datos
que el Departamento de Trabajo de EE.UU. difundió el viernes sobre una
desaceleración del crecimiento del empleo en ese país, mantuvo firmes las
apuestas de los mercados por los activos de mayor riesgo. Las cifras le dan a
la Fed buenas razones para no modificar las tasas de interés de corto plazo,
dicen los economistas.
A los
operadores del mercado les preocupa que nuevos datos económicos dejen a la Fed
más cerca de elevar las tasas —lo que apuntalaría el dólar— si las cifras
muestran un mayor dinamismo. Un alza de
tasas eleva el atractivo del dólar al aumentar su rentabilidad.
“Di un suspiro de
alivio ya que el actual repunte del riesgo seguirá”, reconoció Paresh Upadhyaya, director
de estrategia de divisas para Pioneer Investments, tras el anuncio de las cifras
de empleo.
El
estratega, cuya firma administra cerca de US$249.000 millones, cerró sus posiciones que en los últimos
meses apostaban a un alza del dólar y, en cambio, ha
invertido en monedas de países emergentes como la rupia india, el rublo ruso y
el peso argentino.
El repunte
de los mercados tendría pronto un nuevo examen.
Esta semana
se divulgarán los resultados de las ventas minoristas en EE.UU. y varios
miembros de la Fed harán presentaciones. La próxima semana el gobierno
anunciará las cifras de producción industrial.
Cuando
el dólar se debilita, los precios de las materias primas, que están denominados
en la moneda estadounidense, tienden a apreciarse, aunque en muchos de esos mercados haya un exceso de
suministro.
Al mismo
tiempo, las divisas de los mercados emergentes se
aprecian, lo que abarata el pago de su deuda externa. De todos modos,
numerosas economías emergentes han sido golpeadas por una menor demanda de
China, uno de los principales consumidores de commodities del mundo. Acciones y
otros activos podrían ser también víctima de una renovada alza del dólar.
El Índice de
Demanda de Riesgo Global de Morgan Stanley, que mide el apetito por el riesgo
al analizar los movimientos en mercados como los de renta variable, materias
primas y economías emergentes, se está moviendo en la dirección prácticamente opuesta a la fortaleza del dólar. La
correlación llegó a menos 86% a inicios de abril.
Una significativa correlación
negativa quiere decir que los activos tienden a caer cuando el dólar sube y a
apreciarse cuando el dólar desciende. Hasta el 5 de mayo, la correlación
era menos 76%.
La Fed
comenzó 2016 con planes para subir las tasas de interés cuatro veces durante
este año después del alza de un cuarto de punto porcentual en diciembre. En marzo,
sin embargo, la presidenta del banco central, Janet Yellen, indicó que no tenía
prisa en elevar las tasas y aludió como justificación el escuálido crecimiento
global.
Los futuros
de la tasa de referencia de fondos federales, la herramienta que usan los
inversionistas para apostar a la dirección de los intereses en EE.UU.,
asignaron el viernes una probabilidad de 13% a
que la entidad aumente las tasas en su reunión de junio, mientras que la
probabilidad de que subiera en diciembre era 61%,
según CME Group.
Los fondos
de cobertura y otros inversionistas especulativos no habían sido tan pesimistas
sobre la cotización del dólar desde febrero de 2013, según CFTC y Scotiabank.
La visión
negativa sobre el dólar creció con la adopción de la Fed de un tono más cauto
sobre el alza de tasas, mientras los bancos centrales
de Europa y Japón parecen renuentes a seguir relajando sus políticas de crédito
barato. Esa es una mala noticia para el dólar, que se había beneficiado
de las expectativas de una creciente brecha entre las tasas de interés de
EE.UU. y las de Europa y Japón.
Sin embargo,
esta disposición pesimista respecto del valor del dólar también significa que
el mínimo indicio de que la Fed adopte
un sesgo más restrictivo podría hacer que los inversionistas acudan en masa a
comprar dólares.
“El mercado
se ha vuelto complaciente”, señaló Steven Englander, director de estrategia
cambiaria de los G-10 para Citigroup Inc. “Existe el riesgo… de que la Fed haga
una indicación repentina que verdaderamente sorprenda a los mercados”, afirmó.
Algunos
analistas advierten que los inversionistas podrían subestimar las
probabilidades de un incremento de las tasas antes de lo previsto. Varios
representantes del banco central han sugerido que un alza en el corto plazo no
ha sido descartada. El presidente de la Reserva Federal de Dallas, Robert
Kaplan, dijo que apoyaría un aumento en junio o julio si mejoran las cifras de
la economía. Otros funcionarios del banco central han realizado comentarios
similares.
Un dólar fuerte no sería
necesariamente una mala noticia para todos los mercados. Las bolsas
de Japón y Europa han tenido un
mal desempeño este año en parte porque sus monedas se han apreciado contra el
dólar, lo que encarece las exportaciones. “No creo que un fortalecimiento
del dólar sea negativo para todas las clases de activos”, dijo Peter
Fitzgerald, director de activos múltiples de Aviva Investors. “Un alza del
dólar conduciría a un debilitamiento del yen y del euro, lo que beneficiaría a
esos mercados”.
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