Ideas
de negocio ; Se necesitaran 570,000 toneladas de litio para las baterías de los
millones de autos eléctricos que producirán Tesla y competidores en 2025 (el
litio, una sal soluble se encuentra en los desiertos mas, mas, más secos del mundo donde casi nunca llueve (si no se
hubiera disuelto) como Atacama en Chile y Oyuni en Bolivia y en un lugar de
Afganistán que no recuerdo) Para fabricar medio millón de unidades al año (…)
necesitaríamos básicamente absorber toda la producción mundial de iones de
litio. Otra idea es transmutar el platino
por bombardeo neutrónico en oro (el oro está subiendo de precio y el platino
dice que se requerirá menos en los convertidores catalíticos de los autos) vaya
bombardeando tantalio desde ahorita pues
solo un isotopo de oro es estable.
El
efecto Tesla impulsa la demanda de litio
http://lat.wsj.com/articles/SB11985417870832073416704582054891870477860?tesla=y
Vista de la
mina de litio de Soquimich en el Salar de Atacama, en el norte de Chile. PHOTO:
IVÁN ALVARADO/REUTERS
Por Stephanie Yang y Biman Mukherji
domingo,
8 de mayo de 2016 19:47
EDT
Los
vehículos eléctricos de Tesla Motors Inc. no sólo han sacudido la industria
automotriz, sino que también están reconfigurando los mercados de metales.
La
automotriz del empresario Elon Musk y otros
fabricantes de autos eléctricos están demandando grandes cantidades de este
material liviano, apodado “petróleo blanco” por
su uso en las baterías de iones de litio
con las que funcionan los vehículos eléctricos.
Los precios
del carbonato de litio subieron 47% en el primer
trimestre frente a la cotización promedio de 2015, según los datos más
recientes de Benchmark Mineral Intelligence. El
año pasado, los precios del litio avanzaron 28% pese a que la mayoría de los
metales y las materias primas estaba por los suelos, según Benchmark.
Un informe
del banco de inversión neoyorquino Goldman Sachs Group
Inc. estima que la demanda de litio podría
triplicarse hasta 2025, a 570.000 toneladas, impulsada fundamentalmente
por su uso en los autos eléctricos y los teléfonos inteligentes.
Tesla
proyectó la semana pasada ventas de 500.000 automóviles para 2018 y la
producción de un millón de unidades para 2020, gracias en parte al lanzamiento de su Model 3, que
valdría en Estados Unidos unos US$35.000,
alrededor de la mitad del precio de su sedán Model S. La compañía informó que
los pedidos de su Model 3 se acercan a 400.000.
Esos
vehículos requerirán grandes cantidades de litio. “Para fabricar medio millón de
unidades al año (…) necesitaríamos básicamente absorber toda la producción
mundial de iones de litio”, dijo Musk el 31 de marzo, cuando presentó
el Tesla Model 3. Goldman Sachs calcula que una batería
del Model S contiene más litio que 10.000 smartphones.
Aunque la
corteza terrestre contiene enormes cantidades de este metal —el más liviano de
la tabla períodica—, es difícil extraerlo. La
mayoría de los yacimientos se encuentran en lugares remotos y plantean desafíos
técnicos y logísticos importantes. En todo el mundo hay alrededor de media
docena de grandes depósitos de litio en producción, distribuidos entre Chile, Argentina y Australia.
A diferencia
de otras materias primas, el litio carece de un mercado al contado y no se
negocia en ninguna bolsa. Los precios se acuerdan directamente entre
compradores y vendedores.
Buena parte
de la demanda proviene de China, donde el gobierno está usando baterías de
litio en buses eléctricos y otros vehículos. NextEV, un fabricante chino que
planea presentar su primer auto eléctrico el próximo año, podría aumentar el
consumo de litio.
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Cinco cosas
que hay que saber sobre el litio
En poco más
de un año, el precio del equivalente a una tonelada de carbonato
de litio se disparó de US$6.000 a principios de 2015 hasta un máximo de US$20.000, dice Anthony Tse, director gerente
de Galaxy Resources Ltd., una compañía que opera depósitos de litio, con
activos en Argentina, Australia, Canadá y China.
Galaxy
posee en Argentina Sal de Vida, un depósito ubicado entre las provincias de Salta
y Catamarca que se halla dentro del denominado “triángulo del litio”, un área que
comprende partes del norte de Chile, el sudoeste de
Bolivia y el noroeste de Argentina.
China
y el resto de Asia están impulsando la demanda. De acuerdo con un informe de
Nomura, China representó
68% del consumo mundial de baterías de litio en 2015. Se prevé que esa cuota
crezca debido a que el país se está volcando cada vez más a las baterías de
litio para alimentar su sector de transporte. Beijing ha dicho que para 2020
quiere tener en las carreteras cinco millones de vehículos con nuevas fuentes
de energía y 200.000 autobuses eléctricos. “Eso implicará un fuerte crecimiento
continuo de la demanda de litio en ese país”, señala Tse,
de Galaxy.
El litio, en
todo caso, no es el único beneficiario de lo que algunos han pasado a llamar
“el efecto Tesla”. La demanda de aluminio, que
se usa para fabricar autos más livianos, y de cobre, un
conductor de electricidad, también podría crecer. Un auto eléctrico, por
ejemplo, usa 60 kilos de cobre, cuatro veces más que
uno con motor diésel, según el productor cuprífero Mantos Copper. Por
otra parte, los analistas advierten que la demanda de platino y paladio podría
disminuir. Estos metales se usan principalmente en convertidores catalíticos,
pero no en las baterías de los vehículos eléctricos.
A pesar de
la voraz demanda de litio de parte de los fabricantes de autos eléctricos,
algunos advierten que el metal podría más adelante ser víctima de un exceso de
suministro, como suele suceder con otras materias primas. Algunos ejecutivos
del sector sostienen que la demanda podría ser robusta durante tres a cinco
años. Después, sin embargo, la oferta podría exceder la demanda.
Graham Kerr,
presidente ejecutivo de South32 Ltd., se muestra cauteloso a la hora de
invertir en un mercado basado en una tecnología de
baterías de rápida evolución. “(El litio) es uno de esos típicos
commodities de nicho que pueden ser la sensación del momento, pero si la
tecnología se mueve en otra dirección, no tiene usos [alternativos] múltiples”,
enfatiza.
Algunas
grandes mineras mundiales miran con atención el alza de los precios del litio,
pero no han decidido si es hora de ingresar. “Vamos a observarlo (...) pero incluso en
algunas de las proyecciones más optimistas, es un mercado relativamente
pequeño”, dice Andrew Mackenzie, presidente ejecutivo de BHP
Billiton Ltd. Agrega, no obstante, que es un mercado que la mayor minera del
mundo probablemente no explotará.
—Rhiannon Hoyle y Yifan Xie contribuyeron a este
artículo.
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