El millonario imperio inmobiliario de Rifaat al-Assad, el tío del dictador sirio que fue derrocado
Una investigación reveló cómo el tío de Bashar al-Assad gestionó un patrimonio inmobiliario europeo valuado en cientos de millones de euros
Rifaat al-Assad, tío del recientemente derrocado dictador sirio Bashar al-Assad, utilizó una consultora en Guernsey para gestionar en secreto un imperio inmobiliario europeo valuado en cientos de millones de euros, adquirido, según fiscales, con fondos saqueados del Estado sirio. Así lo revela una investigación conjunta realizada por The Guardian y la Oficina de Periodismo de Investigación.
Rifaat, apodado el “Carnicero de Hama” por supervisar la violenta represión en esa ciudad siria en 1982, fue condenado en Francia en 2020 por malversación de fondos públicos y blanqueo de dinero, lo que llevó a la incautación de bienes valorados en 90 millones de euros.
La investigación ahora identifica a Ginette Louise Blondel, una consultora en Guernsey, como pieza clave en la administración del patrimonio del ex líder sirio a través de complejas estructuras financieras.
Blondel sancionada en Guernsey
La Comisión de Servicios Financieros de Guernsey prohibió en marzo a Blondel, de 40 años, ejercer como directiva durante nueve años y le impuso una multa de 210.000 libras.
Según el regulador, Blondel gestionó una estructura fiduciaria en nombre de Rifaat al-Assad, quien es descrito como “un presunto criminal de guerra y cleptócrata”.
En 2015, el asesor de Guernsey utilizó su cuenta bancaria personal para distribuir un millón de euros a terceros en representación de Rifaat después de que fracasara un intento de establecer una estructura corporativa. En total, efectuó más de 150 pagos, un hecho que para la Comisión representaba un “riesgo muy real” de facilitar actividades de blanqueo de dinero.
Además, la Comisión señaló que Blondel no realizó las evaluaciones formales de riesgo necesarias para prevenir el blanqueo de capitales y que ocupó 11 cargos directivos simultáneamente, superando el límite permitido de ocho.
Aunque la notificación oficial del regulador menciona a un “Cliente 1” sin identificarlo, The Guardian afirma que las pruebas recopiladas indican que se trata de Rifaat al-Assad. El ex comandante militar había sido previamente investigado por fiscales españoles y suizos por presuntas actividades ilícitas.
El imperio inmobiliario de Rifaat al-Assad
Rifaat al-Assad, de 86 años, hermano del ex presidente sirio Hafiz al-Assad, fue jefe de las Brigadas de Defensa durante los años ochenta. Expulsado de Siria en 1984 tras un intento fallido de golpe de Estado, se estableció en Francia, donde desarrolló una vasta cartera inmobiliaria europea valorada en 800 millones de euros, con propiedades en Londres, París y Marbella.
Según lista el medio británico, estas incluyen: una mansión en Mayfair, Londres, valuada en 50 millones de libras y congelada en 2017; una mansión de siete plantas en la exclusiva Avenue Foch de París; treinta y dos apartamentos en la Avenue du Président Kennedy, junto al río Sena y la Torre Eiffel; y la finca La Máquina, en Marbella, con un valor estimado de 60 millones de euros, cuyos terrenos abarcan casi un tercio del municipio turístico de Benahavís.
Según fiscales españoles, la fortuna de Rifaat al-Assad provino de 200 millones de dólares robados al Estado sirio y un préstamo de 100 millones de dólares de Libia. Además, se acusó a Rifaat y sus socios de obtener recursos ilícitos mediante extorsión, amenazas, contrabando, expolio de riqueza arqueológica, usurpación de bienes inmuebles y tráfico de drogas, aseguró The Guardian.
Investigaciones y condenas
En 2020, Rifaat fue condenado en Francia a cuatro años de prisión por blanqueo de capitales y fraude fiscal agravado, aunque abandonó el país hacia Siria antes de que la sentencia fuera ratificada en 2021.
En marzo de 2023, fiscales suizos también presentaron cargos contra él por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad relacionados con la masacre de Hama. Sus fuerzas de élite supuestamente supervisaron la masacre de unas 20.000 personas en la ciudad en 1982.
Se desconoce su paradero actual, y los intentos de contactarlo a través de la embajada siria en Londres fueron infructuosos. Rifaat ha negado las acusaciones, alegando que su fortuna le fue entregada principalmente por la familia real saudí, explicó el periódico británico.
Blondel, por su parte, trabajó para la familia al-Assad entre 2014 y 2020. Aunque Guernsey ha impuesto sanciones regulatorias contra ella, no enfrenta cargos penales, una situación que críticos consideran insuficiente para combatir el flujo de dinero ilícito en jurisdicciones offshore.
Repercusiones y llamados a la restitución
Philip Grant, director ejecutivo de Trial International, calificó los crímenes de Rifaat al-Assad como “una de las atrocidades más graves de nuestro tiempo”. Por su parte, Chanez Mensous, abogada de la ONG Sherpa, pidió que los bienes confiscados sean devueltos al pueblo sirio: “La restitución es esencial”.
La jurisdicción de Guernsey será evaluada en 2025 por Moneyval, la agencia del Consejo de Europa especializada en delitos financieros, para determinar su capacidad de combatir el blanqueo de capitales. En un informe anterior, Moneyval destacó que el número de condenas en la isla era “desproporcionadamente bajo” en comparación con su rol como centro financiero extraterritorial.
Un portavoz de la Comisión de Servicios Financieros de Guernsey insistió en que la isla “toma en serio la lucha contra el blanqueo de dinero”, aunque reconoció las diferencias entre el umbral probatorio para una sanción regulatoria y un enjuiciamiento penal.
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